Con el recuerdo de un apretón de manos que fue portada en diciembre de 2013 durante los funerales de Nelson Mandela, los Presidentes de Cuba y Estados Unidos son nuevamente centro de atención de muchos medios de prensa y de analistas políticos en todo el mundo.
Las miradas expectantes se concentran ahora en la forma en que interactuarán ambos mandatarios durante las sesiones de la VII Cumbre de las Américas, que será inaugurada hoy a las 8:00 pm hora de Cuba.
De las formas se podrán deducir los contenidos. El tono de la voz, el grado de simpatía expresado, el manejo protocolar o distendido, o cualquier otro matiz permitirán inferir el curso de los acontecimientos futuros en el camino de la normalización de relaciones entre ambos países.
Aunque no está programado hasta el momento (4:30 pm) ningún encuentro formal entre ambos, la Casa Blanca ha anticipado que “tendrán un diálogo mañana en los márgenes de la Cumbre”. Así le dijo a la prensa el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Como antecedente ha trascendido una llamada telefónica que realizó Barack Obama a su homólogo Raúl Castro la noche del miércoles, poco antes de que ambos líderes llegaran a Ciudad de Panamá.
Esto aún no ha sido confirmado ni desmentido por fuentes oficiales cubanas, pero un funcionario de la Casa Blanca dio algunos detalles a la prensa.
Es la segunda oportunidad en que conversan telefónicamente ambos líderes, pero de lo que trataron esta vez no se ha sabido nada.
La primera comunicación telefónica conocida entre ellos ocurrió el 16 de diciembre pasado cuando ultimaban los detalles de las negociaciones que durante 18 meses sostuvieron en secreto ambos gobiernos y que dio como resultado el gran parteaguas del 17D.
Hoy muchos comparten impaciencia y acumulan interrogantes.
La noche de este jueves los cancilleres de ambos países tuvieron una reunión de trabajo calificada por un portavoz estadounidense como “un encuentro dilatado y muy constructivo”. Fue la cita de mayor nivel entre ambos países desde 1958, y aunque no fue revelado, durante este encuentro seguramente se mencionó el tema de la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El Departamento de Estado ha enviado recientemente a Obama la recomendación para rectificar esta calificación que desde 1982 pesa como una fuerte sanción sobre la Isla, y que resulta un obstáculo para el restablecimiento pleno de relaciones diplomáticas, financieras y comerciales entre los dos países.
Obama, desde Jamaica y rumbo a Panamá, confirmó a la prensa que el asunto se mantenía en un estatus de revisión. Pero se especula que el Presidente podría anunciar este cambio de política durante estos días de Cumbre panameña, en los que el tema de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos será prominente en la agenda de los mandatarios allí convocados.
Panamá no ha sido hasta ahora un buen escenario para la delegación no oficial cubana. Parte de esta se ha visto enrolada en eventos de protestas y enfrentamientos en el Foro paralelo de la Sociedad Civil.
El encuentro entre los mandatarios podría dejar un mejor recuerdo si sus resultados llegaran a ser constructivos. Lo que sí es seguro es que habrá cientos, miles de flashazos sobre ellos, buscando #lafotodeldía.