Sen. Patrick Leahy: “La normalización terminará ganando”

“El único beneficio del embargo es que pudimos fundar Las Vegas”, bromeó el Senador republicano de Nevada Dean Heller en La Habana, en una conferencia de prensa que ofreció junto a otros dos senadores norteamericanos de visita oficial en el país.

Heller, que a pesar de ser el senador de todo el estado se identificó más concretamente como “el senador de Las Vegas”, hizo ese comentario jugando con la idea de lo qué hubiese pasado si la Revolución de 1959 no hubiese presionado a los dueños de casinos a cambiar La Habana por una ciudad olvidada en el desierto de Nevada.

Patrick Leahy, el senador demócrata de Vermont que encabeza la delegación, y que ha visitado Cuba varias veces, también criticó el embargo en sus declaraciones iniciales a la prensa en el Hotel Saratoga en la mañana del sábado.

Señaló que el restablecimiento de relaciones había sido un proceso largamente pendiente en la agenda del gobierno norteamericano, que afortunadamente había sido puesto en marcha.

“Esos cincuenta años de embargo fueron un error,” dijo, “No hemos dado este paso porque estemos de acuerdo con todo lo que hace Cuba, sino porque era lo correcto. Cincuenta años de embargo no dieron ningún resultado”.

Con respecto a la esperada apertura de embajadas, Leahy dijo que aunque todavía hay cierta resistencia, tiene confianza en que a la larga los problemas se solucionarían.

“Todavía en el Congreso hay quienes están en contra [de abrir embajadas en ambos países], pero quiero pensar que son una minoría muy pequeña”, dijo. “Espero que puedan abrir muy pronto”.

Añadió además que la apertura de una embajada de Estados Unidos en La Habana no es simplemente la puesta en marcha de una oficina, sino que debe verse más como la cara que ese país va a estar mostrando a los cubanos en la isla, y que, por lo tanto, tenía que transmitir la mejor imagen posible –algo que los opositores en el Congreso han estado tratando de obstaculizar poniéndole trabas a los fondos que cubrirían el personal y la infraestructura necesarios.

Aunque ninguno de los senadores dio información sobre un horizonte concreto de establecimiento de embajadas, Leahy dijo ser testigo de la voluntad de los representantes de relaciones exteriores de que la reconciliación fluya.

“Ayer hablamos durante horas con Bruno [Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba]. Y yo mantengo contacto frecuente con Kerry [actual Secretario de Estado de EE.UU.], y sé que esto es algo que ambos quieren”, dijo.

Sobre la desconfianza de que esas perspectivas sean reales, sobre todo si se toman en cuenta algunas leyes anti-Cuba aprobadas recientemente, Leahy dijo que los debates, e incluso la oposición eran inherentes al funcionamiento de la democracia en Estados Unidos, pero que incluso en esa dinámica, los cambios favorecerían la reconciliación de Cuba y Estados Unidos. “La normalización terminará ganando”, aseguró.

Con respecto a la permanencia de las medidas una vez que Barack Obama abandone la presidencia dentro de 16 meses, los senadores dijeron que al menos una serie de cambios podrán lograrse antes de eso, incluyendo, por supuesto, la apertura de embajadas.

“Nos gustaría que se eliminaran todas las restricciones de viaje. Pronto habrá más vuelos entre Cuba y Estados Unidos, y se le dará la oportunidad a los dueños de negocios en Cuba de ir a comprar mercancía en Estados Unidos, que podrán adquirir sin tener que pagar recargos”, dijo Leahy.

“En mi opinión es importante que avancemos en todos estos asuntos mientras Obama está en la presidencia, pero muchos pasos dependen de cambios que tienen que producirse aquí”, opinó el Senador Ben Cardin (Maryland) con respecto a la parte cubana.

Durante su visita a Cuba, que comenzó el jueves 25 de junio, los senadores se reunieron también con el Primer Vicepresidente Miguel Díaz-Canel, con diplomáticos de otros países, con dueños de negocios, y con “cubanos de a pie”.

Este último grupo, que llamó en particular su interés, fue según ellos de lo más revelador.

“Este viaje no hubiese sido completo si no hubiésemos podido hablar con gente común,” dijo Heller, que destacó cómo todo el mundo mencionaba el 17 de diciembre como una fecha extremadamente importante para el país.

Heller, para quien esta visita a Cuba ha sido iluminadora, opinó que sería muy beneficioso que otros en Estados Unidos, sobre todos quienes se oponen al cambio, hicieran lo mismo y vinieran a ver la realidad del país con sus propios ojos.

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