El día mundial de las selfies en los museos

Dicen los que han visto la Mona Lisa en el museo del Louvre que los pocos minutos que permiten frente al famoso cuadro de Da Vinci las personas lo pasan de espaldas a la pintura, teléfono en mano y cara de turista, para tomar la mejor selfie posible.

Pues resulta que las selfies en los museos también tienen su día. Es hoy y es tendencia en Twitter.

En una era donde las personas incluso pierden la vida por ir tomando fotografías de sí mismos, no resulta extraño que el espejo deforme que son las redes sociales inviten a mostrar “la prueba” de que estuvieron ahí, en ese lugar espectacular, aunque no con los cinco sentidos para disfrutar y experimentar a plenitud el momento.

Yo misma tampoco he escapado al asunto. En el memorial a las víctimas del Holocausto en Berlín me hice una selfie (que fue incluso mi foto de perfil en Facebook), solo para descubrir días después varios artículos que criticaban cómo tomarse una fotografía con la mejor de las sonrisas en un lugar así podría ser irrespetuoso, o como mínimo falta de tacto. Al menos yo no sonreí, me consolé.

Sin llegar a los extremos, por supuesto, pues ¿quién no querría una foto con un esqueleto de dinosaurio? Los propios museos en Estados Unidos promueven sus exhibiciones usando el hasthag #museumselfieday.

Porque, según la lógica millennials y posmillennials, si no hiciste tu foto ahí, es como si nunca hubieras estado.

De cualquier manera, la invitación en el día mundial de las selfies en los museos es a tomar menos fotos con el teléfono móvil y más con los propios ojos. Inténtelo y quizás vea los museos desde otra perspectiva, como lo hacían hace apenas unos años nuestros padres y abuelos.