Chanel escoge La Habana

La Habana se ha convertido en una especie de epicentro del glamour vintage. Un breve repaso al último año nos devuelve una secuencia de imágenes sugerentes: Paris Hilton posa junto a Naomi Campbell en el Festival del Habano, Carolina de Mónaco acepta conmovida las flores con que la recibe la Escuela Cubana de Ballet, Katy Perry grita rodeada de niños actores de La Colmenita, Rihanna entre paredes despintadas hace su primer desnudo para Vanity Fair, Usher se casa de incógnito en La Guarida, en el último piso de un solar habanero…

Sensible a estas señales, la industria de la moda se contagia con la “fiebre cubana”, y nada menos que un monstruo de la pasarela está entre los primeros en acudir: Chanel.

Su director creativo, el alemán Karl Lagerfeld, fijó el 3 de mayo de 2016 como fecha para el desfile de la colección Cruise 2016-2017 (Crucero) de la marca vanguardista del imperio mundial de la moda, que será no solo el primero en Cuba sino en toda América Latina y el Caribe.

La elección obedece a “la riqueza cultural y la apertura de Cuba al mundo, que hacen del país una fuente de inspiración para Karl Lagerfeld y para Chanel”, explica el comunicado oficial con que la casa de modas dio a conocer la noticia en octubre.

Vogue.es lo informó bajo el título de “¿Un desfile de Chanel en Cuba? Sí, estás leyendo bien”.  Es que lo que ahora parece tan natural hace muy poco tiempo era imposible. O podía salir muy caro. En 1998 Patrick Demarchelier fotografió a Kate Moss y Naomi Campbell para Harper’s Bazaar y el reportaje costó a la revista una multa de unos 30 mil 500 dólares, impuesta por Departamento del Tesoro.

Ahora muchas publicaciones se quitan las ganas: en el último año el paisaje urbano de la isla ha sido escenografía para las revistas W (con Joan Smalls y Adriana Lima) y Porter en su número de agosto.

Bajo el mismo influjo, en junio el gigante francés del lujo Louis Vuitton, propiedad del grupo LVMH, había apoyado a varios artistas participantes en la 12ma edición de la Bienal de La Habana. Los diseñadores Tracy Reese, Matthew Williamson y Donatella Versace también han llenado de palmas y marpacíficos sus últimas colecciones, según reseña El País en un artículo titulado “La moda enloquece con Cuba”.

“Es fácil ver qué hace de las calles de Cuba, más incluso que sus paisajes, un imán irresistible para esas cabeceras: está a tiro de piedra de Miami, conserva todavía la mística de lo prohibido y lo desconocido y, sobre todo, debido al bloqueo, el país ha permanecido anclado en el tiempo y con una estética que no se parece a la del mundo globalizado”, comenta la periodista Begoña Gómez en el periódico español.

Otros medios aseguran que este “desfile fundacional” puede interpretarse como “toda una declaración de intenciones de la maison, que de nuevo apuesta por abrir mercado en lugar de afianzar sus posiciones de poder”. Chanel está haciendo en el ámbito de la moda lo mismo que otras grandes empresas en otros ámbitos: garantizar un lugar privilegiado para su marca en el contexto de un mercado virgen en apertura y donde poco a poco se va insertando la competencia.

El hecho es que la próxima primavera los ojos de la moda internacional estarán puestos en La Habana, algunos mirando desde la propia capital, donde en las últimas décadas quizás el único precedente a este desfile sea el realizado por la casa Paco Rabanne en 1999.

Desde 2000, las colecciones Crucero de Chanel han recorrido el planeta tocando puerto en Miami, Venecia, Singapur, Dubai y Seúl. En esta ocasión “el kaiser”, como llaman a Lagerfeld, usará colores y referente estéticos de la isla.

Sus desfiles para Chanel se han convertido en uno de los acontecimientos más esperados del mundo de la moda por la creatividad del diseñador al situar en escena sus colecciones. Un restaurante, un aeropuerto, un casino y una calle de París, obra de un tremendo despliegue de recursos y utilería, se cuentan entre sus últimas ocurrencias. ¿Qué le inspirará la capital cubana? En mayo veremos.

Según Vogue «la noticia confirma que la conquista del mercado de los países emergentes es una de las prioridades de las grandes firmas, que ya cuentan con un espacio propio en Europa y ahora desean ampliar horizontes. Louis Vuitton ya presentó su última colección Crucero en Palm Springs este mismo año, mientras que Chanel hizo lo propio en Seúl.»

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