El barrio Chino de La Habana

Foto: Omairy Lorenzo

Foto: Omairy Lorenzo

El barrio chino de La Habana es un amasijo de formas. En sus predios, las alegorías del universo oriental aún muestran vestigios de una cultura que intenta mantener sus raíces en la mezcla que es Cuba. Por eso todavía se aprecian faroles y dragones en cualquiera de sus calles, custodiados por escombros y desechos que también son parte del paisaje. Lo que alguna vez fue uno de los contornos más populosos de la capital cubana, hoy muestra estertores de quietud, presa del más espeso abandono.

En la actualidad el barrio se ha hecho famoso más por sus pizzas y lasañas, que por el sabor de las comidas chinas, readaptadas al paladar e ingredientes cubanos. No obstante, este apartado de la geografía centrohabanera sigue suscitando cierto encanto soterrado. Con un toque de suerte, el visitante puede distinguir un hormigueo silencioso, conducido por el prisma de auténticos ojos rasgados.

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