Puerto Rico reanuda actividades la semana entrante

Sin embargo, expertos de salud advirtieron que el gobierno no le ha hecho pruebas a suficientes personas ni efectuado suficiente rastreo de contactos.

Una bandera puertorriqueña ondea en una playa vacía el 21 de mayo de 2020 en San Juan. Foto: Carlos Giusti/AP.

Puerto Rico reabrirá cautelosamente las playas, restaurantes, iglesias, salones de belleza y tiendas al por menor la próxima semana con nuevas y estrictas reglas, como parte del proceso para salir de un confinamiento que empezó hace dos meses y sofocó la actividad comercial en una isla de antemano agobiada por problemas económicos.

La gobernadora Wanda Vázquez anunció  que la mayoría de los negocios reabrirán el martes que viene, pero que hasta el 15 de junio se mantendrá un toque de queda de las 7 de la noche a las 5 de la mañana. Se requerirá que todas las personas utilicen nasobucos dentro o fuera  de cualquier negocio. “Puerto Rico se enfrenta a un nuevo modo de vivir”, dijo. “Es el momento apropiado… hemos aplanado la curva”.

Foto: Ricardo Arduengo/AFP.

Muchos puertorriqueños, incluyendo propietarios de negocios, vitorearon el anuncio. Sin embargo, expertos de salud advirtieron que el gobierno no le ha hecho pruebas a suficientes personas ni efectuado suficientes rastreos de contactos.

El Departamento de Salud local ha reportado más de 2.900 casos confirmados de la Covid-19 y al menos 126 fallecimientos. Cada día surgen docenas de infecciones más. Las autoridades no actualizan las estadísticas de manera regular, incluyendo las relacionadas con el número de personas a las que se les han realizado pruebas o que se han recuperado. Hasta hace poco, la isla tenía un menor índice de pruebas per cápita que cualquier estado de Estados Unidos.

Mónica Feliú-Mójer, vocera de CienciaPR, un grupo sin fines de lucro de científicos puertorriqueños que quieren aplicar pruebas generalizadas, dijo que le preocupa que la información del gobierno no muestra que el coronavirus esté controlado.

Vázquez indicó que la reapertura con restricciones protegerá a la gente, pero también proporcionará un alivio económico muy necesitado en una isla golpeada por huracanes y terremotos. La reanudación de algunas actividades se lleva a cabo mientras el gobierno reestructura parte de su deuda pública de más de 70.000 millones de dólares después de que en 2015 declaró la mayor bancarrota municipal en la historia de Estados Unidos.

Associated Press/OnCuba

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