Cuba Nostalgia, donde el pasado siempre fue mejor

Todos los años en Miami, abre sus puertas la feria Cuba Nostalgia.

Foto: Rui Ferreira

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Un exilio siempre genera nostalgia. Y la nostalgia puede transformarse en una industria, cuando se lleva más de 50 años suspirando por la tierra que se dejó atrás, sin la certeza de volver a verla. Es cuando recuperar el pasado se vuelve una necesidad antes de morir.

Todos los años en Miami, abre sus puertas la feria Cuba Nostalgia que cumple precisamente esa necesidad del exilio cubano, principalmente de sus miembros más ancianos que van perdiendo, en los rincones de una memoria que desvanece lentamente, todos los puntos de referencia de una vida pasada que, dicen, ‘siempre fue mejor’.

“A nosotros los cubanos, siempre nos critican porque nos parece que la vida en Cuba era mejor que en cualquier otro lado. Y la verdad es que lo era. La Cuba de la abundancia ya no existe, sólo en nuestras memorias”, decía en una de las ediciones de la feria Mariano López, un cubano naturalizado estadounidense, que dejó su país de origen en 1960.

Foto: Rui Ferreira

En el fondo, los cubanos acuden todos los años a Cuba Nostalgia a reencontrarse con su pasado y, si el bolsillo alcanza, a comprarlo. Porque la feria es un gran negocio, en ella se puede comprar de todo. Sean monedas y billetes fuera de circulación hace décadas, libros raros sacados de la Isla en el fondo de los baúles exiliados, revistas ya desaparecidas, condecoraciones y uniformes de un Ejército que ya no existe, o cuadros de artistas fallecidos hasta viejas grabaciones de lo más lúcido que hubo en la música cubana que, al decir del escritor Guillermo Cabrera Infante, fue el grande aporte de la Isla a la cultura universal.

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Y lo que no exista en su estado original, ha sido reproducido con materiales modernos y es puesto a la venta en todo tipo de quioscos. Además, se pueden comprar desde reproducciones de carteles publicitarios, camisetas con frases populares hasta todo tipo de álbumes de fotografías de ‘la Cuba de ayer’ o una imagen de la esquina de su casa.

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Es más, en Cuba Nostalgia se puede ‘caminar’ sobre las calles de La Habana y Santiago de Cuba a través de gigantescos mapas reproducidos en el suelo, redescubrir y enseñar a los hijos y nietos la casa que se dejó atrás, en una enorme ampliación de una foto de satélite, o recordar los viejos tiempos pasados en la bodega de la esquina, con una taza de café humeante en una mano y un tabaco recién torcido en la otra en un enorme escenario donde no faltan en los anaqueles la reproducción de los chorizos, latas de conserva, frutas y sacos de arroz de la época. Con las mismas marcas y todo. Solo falta el gallego detrás del mostrador.

“Así eran las bodegas en Cuba. Ahora nada de eso existe. Es una tristeza”, comenta Esperanza Céspedes, que pese a su estado de salud, no deja de visitar anualmente la feria y deliciarse con la reproducción de una tienda de comestibles como la que había al lado de su casa, en la ciudad de Santa Clara al centro de la Isla.

Foto: Rui Ferreira

Uno de los íconos de la Cuba anterior a 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder, es la tienda El Encanto, cuyas vidrieras fueron un punto de parada obligatorio en los paseos de domingo de los habaneros, entre otras cosas para admirar el vestido de novia adecuado para la boda de sueño.

“En esa época toda la gente de posición compraba el vestido de novia en El Encanto. No había nadie como ellos en toda Cuba”, explicó Eloísa Domínguez, apuntando hacia un escenario de madera y cartón, que reconstruye una vidriera de El Encanto, incluso con un vestido de novia autentico. El vestido pertenece Ana Mari Blanco Miyares, de 70 años. “Tiene una historia que se remonta al 15 de julio de 1960, cuando me casé”, recordó.

Foto: Rui Ferreira

La maqueta es lo único que queda para la memoria de los exiliados, porque la tienda habanera de El Encanto desapareció en un voraz incendio en la madrugada del 13 de abril de 1961 que, según el gobierno cubano, fue provocado por muchos de aquellos que en estos años han suspirado delante de su reproducción en madera y cartón en Cuba Nostalgia. Eran los albores del desembarco de Bahía de Cochinos y la contrarrevolución hacía de las suyas en las calles habaneras.

Dicen los organizadores que Cuba Nostalgia es un evento para los cubanos y todos los que quieran entender un poco de Cuba. Pero además del regreso al pasado, para muchos padres y abuelos cubanos, la feria es una oportunidad de mostrar a los hijos y nietos como era la Cuba que dejaron, de familiarizarlos con sus imágenes, objetos y recuerdos.

“Hay gente que me ha dicho que esto es un poco ‘picúo’ (rídiculo). Para mi es la forma de logar que mis nietos tengan una imagen real del país donde viví. Esto que tenemos aquí ya no existe y no se va a reproducir nunca. La Cuba de ayer desapareció. Sólo nos queda esto”, dijo Fernando González Cuesta, un jubilado de la municipalidad de la ciudad de Miami.

El ambiente de Cuba Nostalgia, puede tener un inicio perdido en los tiempos pero también tiene un punto final bien definido. Comienza cuando los indios taínos habitaban la Isla y va hasta enero de 1959 cuando la Revolución cubana llegó al poder y, para muchos, se acabó todo. Después de eso no hay nada más allí.

Foto: Rui Ferreira

Cuba Nostalgia es un enorme mausoleo de una cultura que se niega a desaparecer y que apenas logra sobrevivir inmersa en los recuerdos perdidos en el rincón de lo que queda por memoria, con la ilusión de que ‘todo pasado fue mejor’. Es también una forma, ¿por qué no?, de ejercer una cubanía, de no dejar de ser patriota.

Es también, el único lugar donde pueden volver a ‘pasear’ por el Malecón habanero aunque, en este caso, sea un enorme escenario de madera y cartón que todos los años tiene que ser reparado porque, entre feria y feria, el comején sacia su hambre.

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