Las enmiendas de EEUU a la resolución cubana contra el embargo

Votación en la Asamblea General de la ONU en 2017 de la resolución cubana contra el embargo. Foto: TV Yumurí.

Imagen de archivo de una votación en la Asamblea General de la ONU de la resolución cubana contra el embargo de Estados Unidos. Foto: TV Yumurí / Archivo.

El gobierno de Estados Unidos impulsa una serie de enmiendas a la resolución contra el embargo sobre la Isla que votará la próxima semana la Asamblea General de la ONU, y a las que La Habana considera parte de una escalada política “cada vez más hostil” contra Cuba.

Las ocho enmiendas, a las que ha tenido acceso la agencia Efe, expresan entre otras cosas preocupación por la falta de “libertad de expresión”, la “ausencia de independencia judicial” o los “arrestos y detenciones arbitrarias”.

Este miércoles, el gobierno cubano denunció que Washington estaba usando una “maniobra diplomática” con “fines propagandísticos”, para tratar de restar apoyos a la votación contra el embargo.

A propuesta de Cuba, la Asamblea General de la ONU vota desde 1992 una resolución que exige el fin de esa medida estadounidense, siempre con un respaldo abrumador de los Estados miembros. En 2017 todos los países apoyaron el documento, con las únicas excepciones de Estados Unidos e Israel.

Entre las enmiendas planteadas por EE.UU., figura una que “llama a Cuba a otorgar plenamente a sus ciudadanos derechos y libertades civiles, políticos y económicos internacionalmente reconocidos, incluyendo la libertad de reunión, la libertad de expresión y el libre acceso a información”.

Otra “urge a Cuba a terminar con restricciones generalizadas y graves” en esos ámbitos y a acabar con “el acoso, la intimidación y la persecución de oponentes políticos, defensores de los derechos humanos, activistas de los derechos de las mujeres y las minorías, líderes sindicales, activistas de los derechos humanos, periodistas, blogueros, usuarios y administradores de redes sociales, trabajadores de medios, líderes religiosos y abogados”.

EE.UU. también quiere que la Asamblea General pida a Cuba que “libere a personas detenidas arbitrariamente por el legítimo ejercicio de sus derechos humanos” y que considere revocar sentencias contra personas condenadas por esos motivos.

Además, Washington defiende otra enmienda que llama a las autoridades de la Isla a poner en marcha un proceso para responder a “todos los casos de violaciones graves de los derechos humanos” y las urge a “terminar con la impunidad ante esas violaciones”.

Cuba rechaza enmiendas de EEUU a resolución contra el embargo en la ONU

Al rechazar las modificaciones, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo que estas señalan “de una manera verdaderamente desvergonzada” presuntas restricciones a la implementación en Cuba de los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU para el desarrollo sostenible, y que en su opinión descubren un “profundo desconocimiento” de la realidad cubana.

“Si el Gobierno de los EE.UU. quiere llevar a discusión en Naciones Unidas la aplicación de los derechos humanos en relación con las metas de desarrollo sostenible, podemos hacerlo. Diga dónde y cuándo”, afirmó Rodríguez Parrilla en conferencia de prensa, aunque aclaró que cualquier diálogo bilateral debe realizarse “desde bases de absoluta igualdad soberana” y censuró a Washington por su “falta de moral” para criticar a Cuba en estos temas.

La administración Trump ya ha utilizado en otros casos la presentación de enmiendas a resoluciones de la Asamblea General a las que se opone con el fin de tratar de anotarse victorias diplomáticas. El pasado junio, por ejemplo, lo intentó con un texto que censuraba la represión israelí de las protestas en Gaza.

Aunque entonces no reunió el apoyo de dos tercios necesario para incluir un mensaje condenando las acciones de Hamás, Washington sí obtuvo el apoyo de más de 60 países y logró que varias decenas se abstuvieran en el voto final.

En el caso de la reslución cubana, también parece muy difícil que EE.UU. pueda sacar adelante sus enmiendas, aunque podría de alguna forma debilitar el apoyo masivo que habitualmente recibe el texto contra el embargo.

La votación del próximo día 31 llega en un momento de especial tensión entre los dos países en la ONU, después de que este mes EE.UU. organizase un acto sobre la situación de los presos políticos en la Isla –cuya existencia niega el gobierno de Cuba– que fue boicoteado por diplomáticos cubanos y bolivianos con gritos y con golpes sobre las mesas.

La embajadora estadounidense, Nikki Haley, pidió a Naciones Unidas que tome medidas contra los implicados y que fuerce a sus países a pagar supuestos desperfectos causados, mientras el gobierno de Cuba solicitó a la ONU una investigación sobre la organización del evento, que considera una “farsa política” y que viola los principios y procedimientos de las Naciones Unidas.

EFE / OnCuba

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