Los “aliens” deportables de Cuba disminuyen en las fronteras estadounidenses

En un período de 10 años los cubanos sujetos a deportación por entrada ilegal a Estados Unidos disminuyeron cerca de un 95 por ciento.

Emigrantes cubanos en la frontera entre México y los Estados Unidos. Foto: Irina Dambrauskas.

Emigrantes cubanos en la frontera entre México y los Estados Unidos. Foto: Irina Dambrauskas.

Los cubanos considerados como “aliens deportables” que han entrado por la frontera norte, sur y por mar han disminuido considerablemente en la última década, según datos ofrecidos por la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos.

Si comparamos el año fiscal 2007 (4296) y el año fiscal 2018 (194), la reducción es de hasta un 95.5 por ciento de la cantidad de cubanos que al entrar se consideraron como deportables.

La mayor disminución se hace notable en la entrada por mar, de varios miles a unas pocas decenas de personas que se consideraron en esa categoría al momento de ser interceptadas por la patrulla fronteriza.

Según Stephanie Malin, Jefa de la Oficina de Asuntos Públicos de la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (región norte), ser un alien deportable “significa que el extranjero cruzó ilegalmente y está sujeto a deportación, aunque lo hayan deportado inmediatamente o no”.

Alien es la palabra usada dentro del sistema de inmigración estadounidense para referirse a los extranjeros, tanto documentados como indocumentados. La definición precisa en inglés es “perteneciente a un país extranjero”, “perturbador” y, por supuesto, “extraterrestre, que viene de otro planeta”.

La definición del término legal usado por los Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) explica que un alien es “un extranjero admitido en los Estados Unidos y sujeto a cualquier motivo de remoción especificado en la Ley de inmigración y nacionalidad”.

“Esto incluye a cualquier extranjero ilegalmente en los Estados Unidos, independientemente de si el extranjero ingresó al país por fraude o tergiversación o entró legalmente, pero posteriormente violó los términos de su clasificación o estado de no inmigrante”, según su página web.

Un inmigrante deja de ser un alien potencialmente con la adquisición de la ciudadanía, pero la palabra en sí genera tanta polémica que en 2017 el gobernador de California, Jerry Brown, firmó una ley que eliminó la palabra “alien” del código laboral estatal.

Más de 37,000 cubanos esperan deportación en EEUU

Mientras tanto, las condiciones para que un extranjero pueda ser considerado inadmisible y sujeto a deportación van desde haber cometido actos de terrorismo hasta entrar ilegalmente al país o violar el estatus de no-emigrante al sobrepasar el tiempo de su visa.

Esto no quiere decir que una persona sea deportada inmediatamente, pues tiene derecho a navegar por el sistema legal hasta que un juez decida su situación migratoria.

En el caso de los cubanos, desde la eliminación de la política de Pies secos-pies mojados quedan sujetos a las mismas reglas migratorias que cualquier otro inmigrante al entrar ilegalmente a los Estados Unidos.

“El futuro para los emigrantes cubanos va a ser muy difícil”

En noviembre de 2018 existían 37,463 cubanos no detenidos en Estados Unidos que presentan una orden final de deportación, de los cuales más de 30,000 son criminales convictos, de acuerdo a Nestor Yglesias, vocero en Miami de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).

México lidera la lista de países con “aliens deportables” con cerca de medio millón o más cada año, fundamentalmente por la frontera que conecta sur que conecta ambos países.

Cuba mantenía cifras de entradas de personas consideradas deportables similares a países como China hace 10 años y ahora iguala sus cifras a países como Canadá, Venezuela o Haití.

Según cifras concedidas por Yglesias a OnCuba el año anterior, de estos números apenas se concretaron una decena de casos cada año en los que la deportación se hizo efectiva hacia Cuba.

Un mayor número de deportados comenzó a verse luego de la llegada a la presidencia de Donald Trump, con casi 600 deportados entre 2017 y 2018.

 

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