Los cambios de Trump

Donald Trump muestra el memorando presidencial sobre la política con Cuba al finalizar su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, en Miami, el 16 de junio de 2017. Foto: Cristobal Herrera / EFE.

Donald Trump muestra el memorando presidencial sobre la política con Cuba al finalizar su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, en Miami, el 16 de junio de 2017. Foto: Cristobal Herrera / EFE.

Donald Trump anunció este viernes una restricción de los viajes de los estadounidenses a Cuba y de los negocios con las empresas vinculadas a las fuerzas armadas y de inteligencia de la Isla; sin embargo, su política no revierte por completo lo implementado por Barack Obama.

Trump no romperá las relaciones entre ambos países, mantendrá abierta la embajada estadounidense en La Habana y no restaurará la política de “pies secos / pies mojados” que durante más de veinte años otorgó un trato preferencial a los migrantes cubanos.

Los cambios no entrarán en vigor hasta que los Departamentos del Tesoro y del Comercio ajusten sus regulaciones sobre la materia, un proceso que deben iniciar en menos de 30 días, pero que podría durar “varios meses”, según la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump pronuncia su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, en Miami. Foto: Cristobal Herrera / EFE.
El presidente Donald Trump pronuncia su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, en Miami. Foto: Cristobal Herrera / EFE.

Estos son los principales cambios que el presidente estadounidense anunció en relación a la política con Cuba:

– El secretario de Estado, Rex Tillerson, deberá publicar pronto una lista de entidades relacionadas con el Ejército cubano, con las que las empresas estadounidenses no podrán realizar transacciones financieras.

– Habrá ciertas excepciones a esa prohibición: estarán exentos de ella las operaciones gubernamentales, que incluyen a la base naval de Guantánamo; las operaciones por aire y mar de viaje, carga o comercio; y las ventas de productos agrícolas y médicos a Cuba.

También estarán exentas las transacciones para enviar, procesar y recibir remesas; adquirir visados permitidos; los programas de apoyo a la democracia en la isla y de expansión de telecomunicaciones e internet; y todas las operaciones para los intereses de seguridad nacional o de política exterior de EE.UU.

Mientras la plataforma Airbnb, que conecta a propietarios de viviendas con personas que buscan alojamientos turísticos, no se verá afectada, aún no está claro si Starwood Hotels, una filial estadounidense del grupo Marriott International que tiene un hotel en La Habana, entrará dentro de las excepciones.

Donald Trump hoy en el teatro Manuel Artime. Foto: AP.
Donald Trump hoy en el teatro Manuel Artime. Foto: AP.

– Los ciudadanos estadounidenses que deseen viajar a Cuba bajo una de las 12 categorías autorizadas por ley, la de actividades educativas, tendrán que hacerlo acompañados en todo momento por un representante de una empresa patrocinadora de EE.UU.

– Los viajes individuales para abrir contactos con el pueblo cubano quedarán prohibidos, aunque podrán seguir haciéndose dentro de un grupo organizado.

– El gobierno estadounidense deberá revisar las regulaciones de todas las categorías autorizadas de viaje a Cuba.

– Se espera que el gobierno de Trump aplique más estrictamente la normativa que pide a todos los que viajen a Cuba guardar durante 5 años todos los recibos y documentos de transacciones relacionadas con su visita.

– El secretario del Tesoro federal, Steve Mnuchin, realizará regularmente auditorías de los viajes a la Isla.

– El gobierno de Trump apoya el embargo a Cuba, que Obama había pedido levantar al Congreso.

– Estados Unidos deberá pronunciarse en contra de cualquier esfuerzo en la ONU u otro foro internacional para presionar a que levanten el embargo mientras no haya transición política en Cuba.

– El Departamento del Tesoro ampliará ligeramente la lista de funcionarios cubanos con los que EE.UU. y sus ciudadanos no pueden hacer negocios bajo ninguna circunstancia, para incluir a empleados del Tribunal Supremo de Cuba, entre otros.

– El secretario de Estado deberá entregar a Trump, en un plazo de tiempo no especificado, un informe donde evalúe si el gobierno cubano ha hecho avances democráticos, y revise los casos de “abusos de derechos humanos” en el país.

– En un plazo de 90 días, el fiscal general, Jeff Sessions, tendrá que emitir un informe al presidente sobre los fugitivos de la Justicia estadounidense que se cree que viven en Cuba o que están siendo protegidos por el gobierno cubano.

– El gobierno de EE.UU. intentará expandir el acceso a internet en la Isla mediante un grupo de trabajo, que incluye a la Oficina estadounidense de Radiodifusión de Cuba, con programas y actividades que promuevan la libertad de expresión a través de medios de comunicación independientes y con un libre y desregulado acceso a la información.

– El Secretario de Estado, en coordinación con el del Tesoro; el de Defensa, James Mattis; el de Comercio, Wilbur Ross; y el de Seguridad Nacional, John Kelly, junto con el fiscal general, tendrán que informar anualmente al presidente sobre el compromiso del país para asegurar sus intereses en Cuba.

– Trump anula la directiva emitida por Obama en octubre de 2016, que formalizaba sus cambios de política hacia Cuba y establecía la responsabilidad de cada agencia gubernamental en la nueva era de la relación bilateral.

OnCuba / EFE

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