Se amplía la revuelta de cubanos en cárceles de inmigración en EEUU

Al menos tres detenidos intentaron suicidarse, 19 han amenazado con hacerlo y decenas han protagonizado sentadas en las cárceles.

Foto: AP.

La revuelta de cubanos confinados en las cárceles de inmigración en Estados Unidos está alastrando. Al menos tres detenidos han intentado suicidarse en protesta por un largo confinamiento a la espera de una audiencia ante un juez de inmigración para escuchar sus pedidos de asilo político.

Además, otros 19 cubanos han amenazado con hacer lo mismo, dijeron abogados de inmigración. Las protestas también se ampliaron a manifestaciones físicas como ‘sentadas’ en las instalaciones carcelarias, todo esto en una prisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en Chaparral, en el condado de Otero, Nuevo México, informaron abogados y activistas de inmigración de la zona.

Los intentos de suicidio ocurrieron la semana pasada pero solo fueron informados este viernes. Según el diario Albuquerque Journal, por lo menos dos de los cubanos intentaron el suicidio cortándose las venas de los brazos con las tarjetas plásticas de identificación. En un gesto inusual, ICE confirmó los incidentes en un comunicado el incidente y reveló que todos los involucrados recibieron atención médica de inmediato.

“El hecho de que he tomado esta decisión dramática de cortarme debe ser preocupante. Yo no soy así. Sólo necesito salir de esta cárcel y verme en una situación en la cual pueda ser tratado con más humanidad”, dijo Iosnaiqui Acosta, de 32 años, en una declaración distribuida a la prensa por su abogada, Linda Corchado.

Según la también directora de servicios legales del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas, Acosta le contó el miércoles de que tomó la decisión de cortarse los pulsos cuando las autoridades carcelarias lo trasladaron a una celda de aislamiento conocida como ‘el hueco’. “En esos momentos (Acosta) sacó su tarjeta de identificación y comenzó a cortarse. Los carceleros lo llevaron de inmediato al puesto medico porque la cantidad de sangre era enorme”, dijo la letrada.

Acosta, el único de los tres cubanos que intentaron suicidarse y que ha sido identificado, se presentó en julio en un puesto fronterizo en El Paso, Texas, y solicitó asilo político. En ese momento los regresaron a México a la espera de la audiencia. Pero dos meses después logró ingresar a Estados Unidos clandestinamente a través de Ciudad Juárez y se presentó ante la Patrulla Fronteriza, y así terminó siendo enviado a la cárcel de ICE en Nuevo México.

Ahora, Acosta tiene una audiencia pautada para diciembre donde un juez decidirá si acepta su asilo político. Las posibilidades son mínimas, según su abogada, porque los cubanos que se encuentran detenidos en la prisión del condado de Otero, registran “un alto nivel de negaciones” de asilo por parte de los jueces quienes “creen que aun siendo perseguidos políticos no tendrán problemas si son enviados a Cuba”, lo cual “es una negación absoluta de las conocidas condiciones que prevalecen en Cuba”.

Así las cosas, el centro de Defensa de los Inmigrantes, entregó al Albuquerque Journal una carta donde un grupo de cubanos intenta sensibilizar las autoridades hacia su realidad. “Llevamos detenidos entre 6 y 9 meses, por lo cual pedimos nuestra liberación. No seremos nunca una carga pública ni representamos un riesgo para la comunidad. La mayoría de nosotros somos profesionales que un alto nivel de estudios y queremos servir a la comunidad con nuestros conocimientos y contribuir al país”, afirma la misiva.

El centro de detención del condado Otero es administrado por MTC, una institución privada que presta servicios a ICE.

A inicios de mes un cubano de Pinar del Río, Roylán Hernández Díaz, de 43 años, se suicidó en una cárcel de Louisiana donde se encuentran otros 500 cubanos esperando sus audiencias de inmigración o ser deportados a su país natal. El caso de Hernández Díaz es raro, porque el hombre y su esposa cruzaron la frontera hace cinco meses por El Paso, Texas, y fueron detenidos por inmigración. Sin embargo, la mujer fue liberada y el esposo enviado a la cárcel en Louisiana.

En esa misma cárcel de Pine Praire, en septiembre otro cubano, Osleivy Carnaval, de 26 años, se cosió la boca después que un juez de negó su pedido de asilo político con el argumento de que el joven no tenía una razón “creíble” para temer que fuera a sufrir represalias si regresaba a Cuba. Las autoridades lo descubrieron cuando fueron a buscarlo a la celda para montarlo en un avión, informaron a la familia y, desde entonces, han levantado un bloqueo informativo a su alrededor. Según abogados de inmigración, Carnaval fue trasladado recientemente a Miami, y habría sido deportado a la isla este viernes.

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