Votación sobre el embargo: EEUU regresa al No

Foto: Cancillería de Cuba en Twitter.

Foto: Cancillería de Cuba en Twitter.

Cuba ha llevado como cada año a la ONU su proyecto de Resolución contra el Bloqueo, presentado desde hace 26 años. El resultado fue de 191 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel) y 0 abstenciones.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, pronunció un discurso que la cancillería cubana describió como “agresivo y calumnioso”.

“Estados Unidos se opone hoy a esta resolución en solidaridad continua con el pueblo cubano y con la esperanza de que un día sean libres de elegir su propio destino. Podremos estar solos hoy. Pero cuando llegue el día de la libertad para el pueblo cubano, y llegará, nos regocijaremos con ellos como solo puede hacerlo un pueblo libre”, dijo Haley.

El ministro de relaciones exteriores cubano, Bruno Rodríguez, después de transmitir condolencias “al pueblo y gobierno de los Estados Unidos” por el atentado terrorista ocurrido ayer en Manhattan, expresó “la más enérgica condena” al discurso de Haley, por considerarla una intervención “irrespetuosa, ofensiva, injerencista contra Cuba y el gobierno cubano”.

Recordó que en EE.UU. se cometen “flagrantes violaciones a los derechos humanos”, por lo cual “no tiene la más mínima autoridad moral para criticar a Cuba, un país pequeño y solidario, un pueblo noble, trabajador y amistoso”.

Rodríguez denunció que la embajadora estadounidense “miente”, usando el mismo estilo que prevalece hoy en la política estadounidense, particularmente hacia Cuba.

El 16 de junio el presidente Donald Trump pronunció un discurso que marcó un retroceso considerable en las relaciones bilaterales. En efecto, meses después su administración ha tomado medidas en perjuicio de las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países.

El canciller evocó los “sorpresivos y esperanzadores” anuncios del 17 de diciembre de 2014, cuando Barack Obama “calificó el bloqueo como fracasado, obsoleto, ineficaz (…), causante de daños al pueblo cubano y de aislamiento para el gobierno de Estados Unidos”.

“Inútil, fallido, inviable, una carga para los ciudadanos…”, siguió enumerando el ministro Rodríguez Parrilla, lamentando que, sin embargo, no reconociera ni entonces ni ahora “como una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos”.

“Los comentarios de la embajadora Haley resaltan el enfoque equivocado de la administración Trump hacia Cuba. Si la administración hablara con verdaderos cubanos, sabrían que los temores para el futuro están enraizados en lo que significa un retroceso del compromiso con sus negocios, comunidades y familias”, dijo el presidente de Engage Cuba, James Williams.

“La administración Trump parece decidida a mantenerse a solas en el mundo, apoyando una política arcaica que ha fallado durante los últimos 55 años. Y quienes más pierden son las personas de Cuba”, añadió.

La voluntad de Cuba es seguir negociando

“Cuba tiene la voluntad de seguir negociando los asuntos bilaterales con EE.UU. y de proseguir el diálogo respetuoso y la colaboración en temas de interés común”, insistió el canciller cubano, añadiendo que los dos países “pueden cooperar y convivir, respetando sus diferencias” y sin que “Cuba realice concesiones ni negocie sus principios”.

El proyecto “Necesidad de poner fin al Bloqueo Económico, Comercial y Financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba” cobra especial relevancia en un contexto de retroceso en la normalización, dijo el ministro, quien minutos después dejaría el estrado en medio de gritos de “Cuba sí, bloqueo no”.

El levantamiento del embargo encabeza la lista de demandas puestas sobre la mesa por la parte cubana. Se considera “el mayor obstáculo para el desarrollo económico” de la Isla y “el principal escollo para las relaciones económicas y comerciales con EE.UU. y el resto del mundo”.

En el año transcurrido hasta abril de 2017, Cuba ha percibido pérdidas en el orden de los 4,305 millones de dólares: alrededor del doble de lo que necesitaría el país en inversión extranjera directa por año. Hasta el presente se estima que Cuba ha perdido 822 280 millones de dólares como consecuencia de las restricciones impuestas por EE.UU. de manera unilateral.

La abstención inédita

El año pasado Estados Unidos por primera vez se abstuvo en la votación sobre el embargo / bloqueo a Cuba en la ONU. La entonces embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, dijo: “Siempre hemos votado en contra, hoy Estados Unidos se abstiene”, en medio de un clima favorable al cambio en las relaciones entre Washington y La Habana.

Ben Rhodes, ex asesor del presidente Obama y persona clave en las negociaciones entre el gobierno de Estados Unidos y el cubano, tuiteó el año pasado: “no hay razón para que votemos en defensa de una política fallida a la que nos oponemos”.

Es visible el cambio, tanto en el discurso como en los efectos prácticos de la política presidencial, de una administración a la otra.

Ayer diez senadores demócratas propusieron en una carta al presidente Donald Trump que se abstuviera nuevamente. De acuerdo con ellos, el embargo “ha aislado” a Estados Unidos de la comunidad internacional, “particularmente de aliados y socios en este hemisferio”.

En su opinión, esta política “ha sido reiterada y públicamente condenada por la comunidad internacional por ser ineficaz y perjudicial para el pueblo de Cuba. Mientras más tiempo mantengamos esta política obsoleta de la Guerra Fría, más nuestra credibilidad internacional y regional sufrirá”.

Sin embargo, Heather Nauert, vocera del Departamento de Estado, había anunciado el voto de su país en contra de la resolución, para hacer hincapié en la nueva política hacia Cuba del presidente Donald Trump, que busca promover los derechos humanos y la democracia, dijo.

Inédito: Estados Unidos se abstiene en la votación sobre bloqueo a Cuba

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