Caída de algunas importaciones lastran la situación alimentaria en Cuba

Los niveles de adquisición en mercados foráneos tienen claros efectos negativos para la población ante la imposibilidad de satisfacer la demanda a través de la producción nacional.

Descarga de pollo en el muelle habanero. Foto: ACN.

La economía cubana experimentó una disminución en la importación de algunos alimentos durante el pasado año, con claros efectos sobre la situación alimentaria de la población y ante la imposibilidad de satisfacer la demanda con la producción nacional.

Según un análisis del economista Pedro Monreal a través de su perfil en Twitter, los  datos de comercio exterior recién publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) ilustran la “gravedad de la inseguridad alimentaria” a partir de una caída en la compra externa de algunos productos como la carne de ave, el maíz y la leche en polvo, entre otros.

En cuanto a la adquisición de pollo, fundamentalmente en el mercado estadounidense, que el pasado año disminuyó bastante con respecto al pico experimentado en 2020, Monreal señala que los montos actuales son insuficientes para tratar de “compensar la crisis porcina y la evaporación de la producción nacional de carne de aves”.

La caída más notable se ha experimentado en la compra de maíz, que entre otros usos sirve para la alimentación animal.

Arroz, leche en polvo y el trigo

Monreal evalúa la contracción como referente del gran escollo que enfrenta la economía cubana para “levantar” la producción nacional de cárnicos en el corto y mediano plazos.

Producción agrícola en Cuba en tiempos de crisis económica e inflación

Además, hace referencia a la estabilidad mantenida en las importaciones de arroz, mayoritariamente desde Vietnam, pero considera que “en el marco de la reducción de la producción nacional eso significa una reducción en la oferta total del producto y su efecto en un mayor precio.”

En cuanto a la adquisición de leche en polvo y el trigo sin moler, los datos expuestos arrojan una reducción apreciable a partir de la pandemia, sobre todo en el caso del trigo, pues durante el pasado año se registró la cifra más baja de importación desde 1998, fecha referente de la serie estadística publicada.

Importaciones de casi el 80 %

Cuba ha experimentado desde hace varios años una profunda crisis en la producción de alimentos que ha obligado a las autoridades a importar casi el 80 % de lo que se necesita para satisfacer la demanda de la población.
 
Esa incapacidad productiva, que genera escasez en la oferta, ha sido uno de los factores en la creciente crisis inflacionaria, con todos sus efectos negativos sobre la maltrecha economía de la isla, cuya situación se vio agravada por el impacto de la pandemia de COVID-19, las sanciones impuestas por Estados Unidos, y las erráticas medidas tomadas a lo interno con el fin de superar el contexto.

Seguridad alimentaria

 
Para revertir el deterioro de la capacidad de producir alimentos y aliviar la carga financiera que suponen las importaciones, el Gobierno cubano impulsó y aprobó una Ley de Seguridad Alimentaria y un paquete de medidas enfocadas en el sector agrícola que no han dado los resultados esperados.
 
Problemas en su implementación y alcance fueron objeto de debate y cuestionamientos en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), sin que hasta el momento se vislumbren soluciones reales para el grave problema alimentario.
Salir de la versión móvil