El Instituto Cubano de la Música (ICM) informó el cierre del Centro Cultural Maxim Rock “de manera inmediata” hasta tanto se esclarezcan los hechos por los que ayer premiaron “un disfraz de un militar nazifascista” en una fiesta de Halloween.
La fiesta incluía un baile de disfraces donde resultó premiado dicho disfraz. “De manera inmediata el hecho despertó la indignación de varias personas que manifestaron su repudio a tan deleznable suceso, tanto en las redes sociales como a través de denuncias directas planteadas a funcionarios del Gobierno”, apunta la información.
Dada “la gravedad del hecho” y la “evidencia de la incapacidad de la institución cultural para preverlo”, cerraron de manera inmediata el Centro Cultural hasta tanto se esclarezcan los hechos.
También exigen “los análisis correspondientes y se tomen las medidas disciplinarias con cada uno de los responsables del suceso”.
El ICM apunta que se trata de “una violación de las directivas para la programación cultural” que vuelve a poner sobre la mesa el tema de “los peligros de la colonización cultural”.
“Incidentes lamentables como este, que violan flagrantemente la política cultural de la Revolución Cubana, vulneran la moral y los principios sobre los que se funda el proyecto social cubano”, subraya el documento compartido en las redes sociales del Instituto.
Además, apunta, que “hieren la sensibilidad ciudadana antifascista, antirracista y antisionista”, por lo que “merecen todo nuestro repudio y recibirán la más enérgica respuesta del sistema institucional de la Cultura”.
Un artículo, firmado por Pedro Jorge Velázquez en Cubadebate, apuntaba poco después sobre la decisión del ICM que “no es un ataque a la celebración del Halloween en Cuba”, pues “creemos que no hay forma de prohibir ni detener esta práctica”.
Se trataría de “un llamado a la corrección, atención y el trabajo político para que esta celebración no incluya disfraces como este”. “Ni en instituciones estatales ni en privadas”, apuntó.
El Maxim Rock fue inaugurado en 2007 y ha sido durante varios años el cuartel general del rock tras el cierre del legendario Patio de María, en 2013.