Contaminación por incendio en Matanzas. Sin secuelas en salud humana, según datos hasta ahora

Las autoridades del Citma dan seguimiento a aspectos relacionados con el suelo, las producciones agrícolas, rastros en la leche del ganado y una serie de elementos que permitan conocer la magnitud real del impacto del siniestro.

Matanzas golpeada por el humo del incendio. Foto: Yander Zamora.

Los niveles de contaminación a causa del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas no han comprometido la “salud humana”, según declaraciones de Oscar García Martínez, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en esa provincia occidental de Cuba. Pero, la investigación puede durar meses. 

“Vamos a hacer un análisis a largo plazo, pensamos extenderlo hasta dos años más con otros parámetros, para volver a evaluar suelo, vegetación y cadenas tróficas. Utilizaremos indicadores bien diseñados y un sistema de muestreo para el área del cono de influencia de la nube de contaminantes”.

En una segunda fase de recuperación, las autoridades dan seguimiento a aspectos relacionados con el suelo, las producciones agrícolas, rastros en la leche del ganado y una serie de elementos que permitan conocer la magnitud real del impacto del siniestro. 

Aunque la espesa columna de humo se mantuvo durante largos días cargada de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otras sustancias, los gases provenientes de la combustión una vez extinguidas las llamas bajaron considerablemente.

Entrevistado por el diario Girón,  García Martínez reiteró que los reportes de sustancias contaminantes hasta el momento han estado sólo relacionados con las lluvias, cuyas evaluaciones de PH no indican niveles de acidez fuera se lo normal.

“Siempre alertamos sobre la necesidad de no exponerse a la misma porque las aguas venían cargadas de partículas que daban una coloración negra. Por ejemplo, en zonas rurales como el Valle del Yumurí y Corral Nuevo, la lluvia dejó una especie de hollín, pero no trajo consecuencias para la salud ni comprometió los cultivos ni la ganadería”, dijo. 

García Martínez relató que las autoridades medioambientales establecieron una red de monitoreo conformada por un total de 16 observadores y especialistas distribuidos por las zonas más vulnerables. Esta informaba cada tres horas sobre el estado del medio, si sentían irritación en los ojos, la boca y la nariz. Además, “que no hayan incrementado las visitas al sistema de Atención Primaria de Salud significa que no hubo afectación asociada a este evento”, dijo. 

Aunque “todavía en el área pueden producirse algunas columnas de humo debido a las emanaciones”, el especialista apuntó que “ya el peligro pasó” debido a que el foco que provocaba el aumento de los contaminantes desapareció.

Respecto a la contaminación del agua, agregó que gracias a las barreras levantadas en la bahía se evitó un derrame a partir del incendio en el segundo depósito. “De todas formas, también se realizan muestreos en la bahía que corroboran desde lo visual y la contaminación que ahora mismo no hay daños”. 

 

 

El incendio que consumió cuatro de los ocho depósitos de la Base de Supertanqueros, según la versión oficial fue causado por un rayo caído el pasado 5 de agosto. Las llamas fueron extinguidas cinco días después con la participación de fuerzas y técnica cubana, de México y Venezuela.

El accidente dejó 16 fallecidos y, según autoridades sanitarias, 146 lesionados hasta hoy, 17 de los cuales aún se encuentran hospitalizados. También dejó cuantiosos daños en la infraestructura de la Base y en comunidades aledañas.

Salir de la versión móvil