Nuevo acto de repudio es rechazado por cubanas y cubanos de diversos signos políticos

El hecho se desencadenó después que Anyell Valdés, activista disidente de 39 años vinculada al opositor Movimiento San Isidro, escribió en las paredes de su casa, en La Habana, frases contestatarias.

La activista disidente Anyell Valdés (3-i) posa junto a su familia en el lugar que ocupa y que fue vandalizada durante un acto de repudio, en La Habana (Cuba). Foto: Yander Zamora/Efe.

Internautas cubanos de diversas posiciones políticas coincidieron este martes en condenar el nuevo “acto de repudio” producido el pasado lunes contra una activista disidente, cuya casa fue vandalizada con pintura por un grupo de personas en presencia de sus tres hijos menores.

“Quienes participan en actos de repudio niegan lo que creen defender. La infamia no es justificable”, escribió en su muro de Facebook el escritor y traductor Alex Fleites, en relación a lo ocurrido.

El hecho se desencadenó después que Anyell Valdés, de 39 años vinculada al opositor Movimiento San Isidro, escribió en las paredes de su casa, en La Habana, frases contra el gobierno cubano.

Este lunes, un grupo de personas vinculadas a organizaciones como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y entre ellas algunos profesores de la escuela donde estudian los hijos de Valdés —según comentan en el video las víctimas del acto—, acudieron a su domicilio, le recriminaron su actitud y corearon gritos y consignas a favor del gobierno cubano.

Algunos atacantes treparon la valla, accedieron al patio y cubrieron de pintura y frases a favor del gobierno cubano las paredes, ventanas, la puerta de la casa y hasta al perro blanco de la disidente, a la que acompañaban su madre, sus tres hijos menores, de quienes en el video se puede escuchar su llanto, y otros activistas políticos.

El video del “acto de repudio”, transmitido en directo por Facebook, ha tenido un fuerte impacto en esta y otras redes sociales. A los habituales opositores al Gobierno cubano se han sumado miles de internautas que, desde diferentes posiciones políticas, han repudiado la agresión.

Anyell Valdés, entrevistada por Efe, agradeció las muestras de apoyo en las redes y aseguró que, tras el incidente del lunes, varios vecinos se acercaron a ayudarla y le dieron comida para sus niños. “Eso sí no me lo esperaba”, apuntó.

Valdés explicó que la casa que habita —cuyas condiciones son muy precarias— es un local propiedad de una organización estatal, que ocupa ilegalmente hace 5 años cuando perdió su anterior vivienda de madera y quedó en la calle.

Iniciados en torno a 1980 contra quienes deseaban abandonar del país por considerarlos “traidores”, los actos de repudio han formado parte del panorama político cubano. En la pasada década estas acciones se volvieron menos frecuentes, pero ahora han resurgido para contrarrestar a los nuevos movimientos disidentes, cuyos miembros suelen grabar los hechos y transmitirlos en redes sociales como denuncia.

Efe/OnCuba

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