Cuentapropistas cubanos: Ya era la hora del cambio

La reacción de los cubanos en La Habana ante las noticias de hoy es, por regla general, de alegría. Aunque muchos cubanos “de a pie” no conozcan en concreto lo que conlleva el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, saben que es el inicio de algo bueno.

Otros se mantienen escépticos por el peso de los años en que las precariedades económicas y el discurso oficial poco efectivo han dejado al pueblo incrédulo ante las noticias que anuncian el cambio. Y es, hasta cierto punto, lógico: después de años viendo tan lejano lo que hoy ha sucedido, un día el país se despierta, enciende la televisión, y escucha las noticias contradiciendo la realidad que todos han querido ver cambiada, pero cuya inmovilidad muchos daban por sentada ya.

OnCuba salió a la calle (luego de que se hiciera público el contacto telefónico de Barack Obama con el presidente cubano Raúl Castro) a entrevistarse con algunos cuentapropistas y emprendedores de negocios particulares de mayor o menor peso económico, para ver cómo han recibido las noticias, cuáles son sus deseos y sus reflexiones ante lo que el presidente Obama anuncia como el inicio de un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.

En la Feria Artesanal de 23 y M, en el Vedado habanero, como en otros negocios, muchos de los dependientes y dueños de mesas aún no estaban enterados de las noticias:

-“Yo salí muy temprano de mi casa, no sé ni de lo que me hablas. A ver, entérame”, dice una de las vendedoras:

Le explico y dice:

– “Hay que esperar. Pero algún beneficio traerá, ya era hora. Va a ser bueno para todos los negocios: para los de nosotros y para los de ellos (el Estado). Si en verdad llega a feliz término todo lo que se han propuesto hacer, pienso que podamos sobrepasar todo el atraso que tenemos desde hace años, y lograremos civilizarnos un poco. Quizás podamos abrir más negocios, ya sea aquí, o en el extranjero.

Otra vendedora se mostró más escéptica ante el posible levantamiento del embargo económico: “Mejor ni me toques esa tecla, que aquí no se ha hablado en años de otra cosa, y nunca mejora nada. Y ni le preguntes a la gente por ahí, que te van a tirar piedras. Si quitan el bloqueo, ¿qué justificación le vamos a dar ahora a nuestros problemas?”.

Otros trabajadores de negocios cuentapropistas hablan de la necesidad que representan asuntos aun no resueltos dentro del país, que no necesitan directamente de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, como es el tema de la doble moneda.

En la pastelería Almendares (Calle J, entre 25 y 27), una de las que más calidad ofrece en el Vedado, algunos de sus trabajadores comentan que se enteraron de la noticia en la calle

“Decían que iba a hablar Raúl sobre la liberación de los tres presos que quedaban en Estados Unidos y la devolución de Alan Gross –dice una de las dependientas. Dijeron que todavía no se había hablado del cese del bloqueo, pero que todo esto iba a ser un paso de avance en la economía.

“Lo tomé muy positiva, muy feliz –sigue-, porque vamos avanzando poco a poco. Todavía no estamos en el punto en que quisiéramos respecto a las relaciones de Cuba con USA, pero este paso es importante. En el caso de nuestro negocio, mejoraría nuestra situación, al tener acceso para comprar muchas más cosas que necesitamos para que la dulcería funcione bien, y así también contribuir a la economía del país”.

Saliendo de la pastelería Almendares encontramos a un anciano vendedor ambulante de dulces.

“No he visto nada de las noticias, pero no creo que pase nada con eso”- dice.

-¿Cómo a usted, por ejemplo, cree que podría ayudarlo que se restablecieran las relaciones?

– ¿A mí? De ninguna manera. Ya tengo 80 años, y nada me beneficia ni me perjudica. Yo estoy tirando aquí pa´ escapar, el tiempo que me queda. La esperanza de vida en Cuba, de acuerdo al censo del 2013, es de 78.4. O sea, yo estoy muerto ya. Estás hablando con un muerto. A mí no me interesa nada de eso, porque mi etapa ya la perdí”.

Una de las trabajadoras de la Tienda de Regalos ubicada en calle L, entre 25 y 27, comenta             que La liberación de los presos cubanos es una noticia fantástica, por sus madres, que son ancianas, y porque son seres humanos que han sufrido bastante ya.

“El restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos y el levantamiento del bloqueo sería una cosa determinante para Cuba, desde el punto de vista económico y político. A los negocios particulares esto los afecta en muchos sentidos, todo depende de la manera en que cada negocio obtiene las cosas que vende y los equipos con que las produce.

“Hay muchos que traen las cosas a partir de viajes al extranjero. Y hay restricciones respecto a la compra de mercancías, también por parte de Cuba. Si se logra la entrada y salida directa a los Estados Unidos esto le va a convenir mucho también al gobierno, porque las empresas estatales también podrán sostenerse de modo directo, sin la mediación de terceros países, y así pasa también con los negocios particulares. Sería fabuloso si fuera así”.

OnCuba llegó hasta el Bar-Restaurante El Pachanguero, uno de esos relucientes negocios particulares de la calle San Lázaro, donde su dueño cuenta que las buenas nuevas “Prueban que cada año que pasa, los pueblos llegan a un mejor entendimiento, y eso nos alegra”.

Sobre el impacto del embargo económico en los negocios particulares como el suyo, comenta: “El pueblo cubano es el que principalmente ha sufrido el bloqueo. Una apertura, un intercambio político con el gobierno de USA, beneficiará no solo a los negocios particulares, sino a los cubanos, mejoraría también el sistema de salud, entrarían cosas para poder trabajar, echar a andar el país, y poder llegar a un desarrollo”.

La compra de insumos y equipos que garanticen el funcionamiento estable y próspero de cualquier negocio cuentapropista es quizás la arista más difícil a la que se enfrentan los emprendedores cubanos sobre todo en bares y restaurantes: “La situación ahora es difícil para la compra de materias primas con que se hacen varios tipos de trabajo, no solo en restaurantes. Al haber un entendimiento político o un intercambio comercial, como existía en otros años, antes de 1959, la Isla se beneficiaría con insumos para poder trabajar: en la construcción, en el diseño, en el mejoramiento de las infraestructuras…Hay muchas cosas que hoy no podemos comprar, y otras que sí, pero son mucho más caras por terceros países. No es lo mismo tener las cosas «allí al frente».

“Y todo esto es independientemente de la parte emocional: hay familias divididas, que sufren: los de aquí y los de allá. El cambio sería maravilloso, sobre todo para el cubano. Cuando hay una apertura política, la economía crece, y también crece el trabajo, las formas de empleo. Entonces el cubano de a pie podría salir adelante, emprender, llevar a su familia a comer a un buen restaurante, que aún la mayoría no puede.

“Los pueblos, independientemente de su credo o su estatus político, somos pueblos. Lo que debe haber entre ellos es concordia y entendimiento, porque estamos en pleno siglo XXI. No nos podemos quedar en la época en que no podíamos conversar civilizadamente”.

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