De La Habana a Nueva York, vía Paladar

Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida

Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida

Cuando uno sube las escaleras del restaurant New George, en el número 253 de la calle Tercera en el Vedado, puede sentir que acaba de llegar a otra ciudad. Digamos, como si hubiera dado un brinco record sin necesidad de pasaportes ni visados. Es así: uno sube las escaleras, y arriba cambian clima, iluminación, ambiente…, queda atrás la ruinosa fachada del inmueble, y La Habana se transforma por un rato en Nueva York.

A lo largo de toda la pared el contorno de la megaciudad se deja ver en tonos grises, y un cuidado concierto de imágenes impresas da cuenta de los rascacielos, la Estatua de la Libertad, el Puente de Brooklyn, el Empire State Building, el Yankee Stadium. Con ese olor a clásico que tiene el blanco y negro, las fotos se prodigan en imágenes aéreas de la demoledora Gran Manzana. En una esquina, Frank Sinatra sostiene una copa, sonriente.

Precisamente él, La Voz, es uno de los fetiches musicales del lugar. Allí –cosa muy rara en el tronante mundo de la capital-, las bocinas no le hacen competencia a la conversación del visitante, da lo mismo si pasan un tema instrumental o un blues de B.B. King. E igual sucede con la pantalla de video beam. Todo parece diseñado para que el sacro acto de yantar discurra con sosiego.

Nelson Guerra, con experiencia de dos décadas trabajando en la Paladar Villanueva de Santiago de las Vegas, es la mano derecha de los propietarios del New George. Con él hablamos hace poco acerca de este espacio naciente en el alma de La Habana.

“Este restaurante es un sueño que veníamos concibiendo desde hace tiempo, afirma. De acuerdo con el estudio de factibilidad que hicimos, esta zona nos parecía muy conveniente para enclavarlo, porque facilita la afluencia de numerosos clientes extranjeros”.

Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida
Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida

¿Por qué ese nombre, New George?

Por el nombre de los hermanos que están a cargo del negocio, Jorge Luis y Carlos Jorge Albín. No obstante, al pronunciarlo tal parece que se está haciendo referencia a New York, que es la ciudad del famoso equipo de pelota al que es fanático Jorge Luis. Pero si te fijas, en las paredes también hay unas cuantas referencias gráficas a la cubanía, como unas inmensas fotografías del bosque de La Habana.

20150116_124623Háblame de la relación calidad-precios…

Los clientes salen muy contentos con los precios (aquí descontamos el 10 por ciento del monto de la cuenta a pagar por el cliente) y la calidad de la comida. El propósito tiene que ser que repitan la visita y nos hagan buena difusión, algo que conseguimos gracias al excelente team de trabajo del restaurant. El personal de la cocina cuenta con abundante experiencia previa en este tipo de actividad, y en cada turno de camareros se ha hecho hincapié en disponer de empleados con conocimientos del idioma inglés.

¿Y en cuanto a la estructura del local?

Tenemos dos salones privados (uno de ellos VIP), un salón principal cerca del bar y cuatro mesas al aire libre en el área del balcón.

¿En qué comida se especializan?

Mezclamos comida criolla con internacional, y ofrecemos más de 300 platos y 200 cocteles, insisto, todos a buenos precios. Trabajamos todos los días de 9:00 de la mañana a 11:30 de la noche.

¿Cuáles son los platos que podrían representar al New George?

El conejo estofado, la carne surtida al pincho y la Trenza de la Negra Pinareña, que es algo así como nuestro sello personal. Consta de carnes de carnero, cerdo y pescado, que se cuecen a fuego lento en forma de trenza y después se recubren con queso y adornan con aceitunas.

El diseño interior es otro de los puntos que distinguen al lugar, sin dudas…

Así es. New George fue concebido de acuerdo con tendencias modernas. De ese diseño se hizo cargo una pareja, Inger Ponce de León y Federico Reiners, quienes gozan de muy buena reputación en estos menesteres.

Tengo entendido que abrieron hace muy poco. ¿Cómo ha sido la aceptación?

Quisimos inaugurar el restaurant el 17 de diciembre, en conmemoración del primer año de la reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y aprovechando además la proximidad de las Navidades, que son una ocasión muy propicia para abrir esta clase de negocios. Hasta ahora hemos sobrecumplido las expectativas de aceptación, estamos facturando satisfactoriamente y todas las noches el local está repleto. Hagamos votos porque todo siga de ese modo.

Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida
Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida

 

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