Díaz-Canel reconoce escasez de alimentos y pide más control

El aceite vegetal, el pan, el huevo y el pollo son las víctimas más recientes del desabastecimiento en Cuba.

Cola para comprar pan en una panadería de la Calzada de 10 de Octubre. Foto: Otmaro Rodríguez.

Cola para comprar pan en una panadería de la Calzada de 10 de Octubre. Foto: Otmaro Rodríguez.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció que “ha existido desabastecimiento” de alimentos básicos como el aceite vegetal, el pan, el huevo y el pollo, y pidió a su gobierno mayor control de los procesos económicos “importantes para la vida cotidiana”.

En una reunión con su Consejo de Ministros, el mandatario insistió en la necesidad de “cerrar los ciclos productivos”, porque el “esfuerzo” para que las “importaciones sucedan a tiempo” no sirve de nada si “luego surgen problemas con contrataciones del transporte o el retraso de algunos embarques”.

“Necesitamos una dinámica más creciente de la economía en este año, para lograr un impacto en la alimentación de la población, en la vivienda, en el transporte y en la informatización, por solo mencionar algunos elementos que son importantes para la vida cotidiana”, dijo Díaz-Canel, citado por el diario Granma.

Estas declaraciones se producen en momentos en que falta aceite vegetal en los comercios estatales, frente a los que se forman largas filas de clientes. Ante el problema, el gobierno ha decidido vender solo dos botellas del producto por persona en algunas tiendas para evitar la especulación.

Los huevos, el aceite, el pan, la harina de trigo y el pollo han sido las últimas víctimas del desabastecimiento crónico que sufre Cuba, donde es usual que escaseen de manera cíclica otros alimentos como la leche en polvo y artículos de higiene y aseo como el papel sanitario y, más recientemente, los frazadas para limpiar el suelo.

Tras la pista perdida del pan

Durante la reunión del Consejo de Ministros, celebrada esta semana y reseñada este viernes por Granma, Díaz-Canel aseguró que el “seguimiento a las inversiones será constante”.

El mandatario, que asumió el poder en abril de 2018, llamó a mantener una especial atención “sobre las líneas económicas, tanto industriales como alimentarias, para que la población no se afecte”.

Recordó las indicaciones de su antecesor, el expresidente y todavía líder del Partido Comunista, Raúl Castro, quien recomendó dar prioridad a los programas agrícolas para lograr el autoabastecimiento alimentario.

Cuba, que posee una población de 11,2 millones de habitantes, importa entre el 60 y el 70 % de los alimentos que consume.

El Estado cubano mantiene desde hace 56 años una cartilla de racionamiento subvencionada, que aunque con el paso del tiempo ha visto menguar su lista de productos, todavía incluye la venta de arroz, granos, azúcar, 80 gramos de pan diarios por persona y 10 huevos al mes a precios simbólicos.

Esta canasta básica siempre ha sido prioridad del gobierno, aún en medio de la escasez, pero su reducido contenido obliga a los cubanos a comprar la mayoría de sus alimentos en la red estatal de tiendas de oferta y demanda, a precios mayores y con una limitada variedad de productos.

El desabastecimiento de harina de trigo en las últimas semanas de 2018 tuvo como víctimas colaterales a los negocios privados de repostería y pastelería, que en varios casos tuvieron que cerrar sus puertas en medio de las fiestas por el Fin de Año, aunque ya todos han reiniciado sus operaciones.

La ministra de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones, adelantó en la reunión de esta semana que en marzo deben aumentar “los niveles de producción de harina, al tiempo que se irán recuperando los atrasos”.

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