Cuba, Brasil y Uruguay son los países de América Latina y el Caribe con menor proporción de personas subalimentadas, señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe presentado este martes en Santiago de Chile.
Las tres naciones tienen proporción menor al 2,5 por ciento en una región heterogénea donde el hambre aumentó un 6 por ciento, y la obesidad y el sobrepeso ya provocan más muertes que el narcotráfico y el crimen organizado, apunta el informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017.
Después de nueve años de progresivas mejoras, el número de personas que padecen hambre incrementó en 2,5 millones en 2016 respecto al año anterior y alcanzó los 42,5 millones, lo que representa el 6,4 por ciento de la población latinoamericana.
“Vamos por mal camino. La región ha dado un paso atrás importante en una lucha que venía ganando. No podemos tolerar los niveles actuales de hambre y la obesidad, ya que paralizará a toda una generación de latinoamericanos y caribeños”, dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al presentar el informe.
Los niveles son bajos en América Latina y el Caribe en comparación con otras regiones del mundo, pero hay señales de que la situación se deteriora, especialmente en Suramérica, donde el hambre creció desde 5 por ciento en 2015 a 5,6 por ciento en 2016.
Al grupo que integra Cuba le siguen Argentina, Barbados, Chile, México, y Trinidad y Tabago, por debajo o igual al 5 por ciento. Otros tienen una tasa de subalimentación superior al 20 por ciento, como Antigua y Barbuda, Bolivia y Granada.
Haití presenta los índices más elevados de subalimentación. Casi el 47 porciento de su población no logra cubrir sus requerimientos mínimos alimentarios, lo que equivale a casi 5 millones de haitianos subalimentados, cerca de dos tercios de los afectados en todo el Caribe.
Berdegué hizo hincapié en la situación de Venezuela, donde la desnutrición pasó del 9,1 por ciento en el trienio 2013-2015 al 13 por ciento en los años 2014-2016 debido a la inestabilidad política y social, la cual se traduce en desabastecimiento de alimentos y el incremento de quienes pasan hambre.
El representante regional de la FAO se destacó los avances de América Latina y el Caribe en la disminución de la desnutrición infantil crónica, problema que aún padecen 5,9 millones de niños.
“Es absolutamente inaceptable que una región con un grado de desarrollo como la nuestra todavía tenga casi 6 millones de niños en estado de desnutrición”, dijo.
La FAO y la OPS advirtieron que, si se mantiene esta tendencia, la región no cumplirá la meta de erradicar el hambre y la malnutrición en 2030 fijada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Paralelamente al hambre, el sobrepeso y la obesidad constituyen un “problema desbocado” en la región y las enfermedades asociadas a esta situación, como la hipertensión y la diabetes, son la principal causa de muerte.
“La obesidad está matando a más personas que el narcotráfico, el crimen, la violencia y los conflictos en nuestra región”, dijo.
Según las últimas cifras, un tercio de los adolescentes y dos tercios de los adultos sufren sobrepeso u obesidad. En cuanto a los niños, el 7,4 por ciento de los menores de cinco años en Suramérica tiene ese problema, porcentaje que desciende a 6 en Centroamérica y a 6,9 en el Caribe.
La FAO y la OPS llamaron a los Gobiernos de la región a esforzarse por erradicar el hambre antes del 2025.
Para reducir los niveles de sobrepeso, Berdegué criticó que el precio de los alimentos esté “exclusivamente en manos de las fuerzas del mercado”, lo que encarece los productos sanos y saludables y empuja a la población más pobre a consumir comida chatarra.
Efe / OnCuba