Cuba: Nuevas medidas económicas (III)

Serie de entrevistas a economistas sobre el nuevo paquete anunciado el 21 de julio por el gobierno cubano: Dr.C. Omar Everleny.

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Personas en La Habana. Foto: Kaloian Santos / Archivo.

Ofreceremos a las lectoras y lectores de OnCuba la opinión de economistas que han accedido a contestar algunas preguntas en relación con el tema, en esta tercera parte publicamos las respuestas de Omar Everleny, doctor en Economía por la Universidad de La Habana.

Cuba: Nuevas medidas económicas (II)

De las anunciadas esta semana una de las medidas que incide directamente en la población es la apertura de un mercado de divisas. ¿Qué impacto podría tener sobre la tasa de cambio informal?

Evidentemente el anuncio tiene un efecto psicológico en la población, toda vez que es muy impreciso. Pero se pueden hacer bajar las tasas del mercado informal en un corto plazo, dadas las incertidumbres que se crean. En las condiciones actuales de la economía es muy probable que un tiempo después vuelvan esas tasas de cambio al mismo punto de partida, e incluso lleguen a uno superior.

El gobierno no ha explicado aún si lo que se vendería sería moneda física o un estado de cuenta en MLC, es decir, una capacidad de pago. Si no mejora la economía y aún sea necesario hacer importaciones privadas o si sigue la emigración, aunque a un menor ritmo que los meses anteriores, ese segmento importador o esos emigrantes demandarían divisas físicas para la realización de sus objetivos. Por consiguiente, habría en la sociedad un tipo de cambio informal para los mismos y seguiría siendo atractivo para quienes tienen esas divisas.

En referencia a la deuda, ¿es posible crecer y dinamizar la economía sin solucionar este problema?

La situación de impagos de la economía cubana o de posposición de impagos es un tema primordial a resolver: ha sido una de las causas que ha impedido lograr nuevos créditos para el desempeño económico, aunque el bloqueo está presente en la decisión de los acreedores internacionales cuando se trata de Cuba.

Hay cientos de proveedores comerciales que se han visto muy afectados a la hora de cobrar las deudas con las empresas cubanas, incluso con vencimientos de esos pagos comprometidos a erogársele. Por tanto, han limitado sus ventas al país, lo cual ha afectado la entrada de materias primas a muchas industrias cubanas que han tenido que paralizar sus producciones.

Cuba fue un país muy beneficiado por las condonaciones de deudas de grandes acreedores como el Club de París, Rusia, Japón y China, entre otros. Casi el 90% de su deuda fue condonada y, sin embargo, el remanente de esas deudas no ha podido aún ser pagado por la crisis económica tan profunda en que está sumido el país.

Pero realmente para dinamizar la economía cubana, a este tema del endeudamiento externo tiene que encontrársele una solución viable.

Las medidas anunciadas significan otorgarle un papel mayor al sector no estatal. ¿Qué más podría hacer el gobierno en este sentido, en dónde aún se quedó corto?

Hay medidas que pueden ser estimulantes para el sector privado nacional si la letra de lo aprobado se cumple tal cual. Por ejemplo, que las recientes empresas privadas puedan comprar los insumos necesarios en zonas abastecidas en consignación, es decir, que existan productos ubicados en el país por proveedores externos y que puedan adquirirlos de una forma expedita.

Resulta muy atractivo también que el capital extranjero pueda asociarse con estas mismas empresas privadas nacionales. Pero el camino para hacerlo realidad no puede ser el tortuoso por el que han pasado las empresas extranjeras que quieren asociarse con las empresas estatales.

Todavía faltan medidas necesarias; pero al menos se ha fijado ya la idea o el camino hacia el futuro. Todas esas medidas serán efectivas si se empiezan a producir bienes para la población, si los precios bajaran porque se ha producido un aumento de la oferta. En breve, la tarima del consumidor nacional es la que validará el éxito o no de esas medidas.

Pero aún existen muchas reticencias ideológicas y frases sin demostración, entre ellas que no es conveniente autorizar las importaciones comerciales a los privados. La pregunta entonces sería la siguiente: ¿Inconveniente para quiénes? ¿Por qué es inconveniente? El privado va a importar productos a venderse en el mercado nacional, no le costaría al Estado ninguna divisa. Al contrario, el Estado podría también competir con ese privado. Eso se ha demostrado con magníficos resultados en economías ex socialistas, y no me refiero a las europeas, sino a las asiáticas

La inversión extranjera vuelve a aparecer dentro de los instrumentos para dinamizar la economía. ¿Cuáles podrían ser las acciones concretas al respecto para el sector estatal y no estatal?

De manejarse sin burocratismo y sin estar impregnada de las trabas por la que ha atravesado la inversión extranjera con el sector estatal en los períodos anteriores, esta medida podría significar un gran salto en la producción de bienes y servicios.

Hay elementos de fondo que no se han propuesto modificar y que lastran la llegada de los capitales externos al país. Los empresarios radicados en Cuba siempre han pedido que desaparezca la agencia empleadora y que se produzca la libre contratación de personas, pero cumpliendo con el código laboral del país.

La cartera de oportunidades es un listado de las necesidades de las instituciones cubanas, pero no necesariamente al capital externo le interesaría invertir en las mismas. Pueden venir con sus propias propuestas. Hay que atraerlo, pero para eso hay que ser atractivo. No basta con ciertos atributos. El capital se mueve en economías dinámicas que tengan estabilidad económica, en que se permita la libre salida de sus utilidades, etc.

Cuba: Nuevas medidas económicas (I)

¿Las modificaciones a la importación de paquetes tendrán un impacto relevante en la oferta de bienes?

La medida de flexibilización de la importación por personas naturales con carácter no comercial es muy positiva y evidentemente tendrá un beneficio inmediato en el incremento de la oferta de bienes útiles y necesarios para la población. Pero habría que vigilar que no se incurra (como en el pasado reciente) en la demora de los envíos postales y de equipaje no acompañado. Llegaron a demorarse más de un año. Hoy se plantea que el término promedio de entrega no sea superior a los 30 días hábiles.

¿Consideras que es un paquete de medidas pertinente? ¿Cuáles serían sus recomendaciones?

Evidentemente estas medidas abren una senda, pero no bastan. En una lectura minuciosa, la mayoría son deseos, exhortaciones que debieron formar parte de las estrategias anteriores. Por solo poner un ejemplo: se dice “Identificar todas las posibilidades para incrementar los ingresos en divisas e implementar las acciones que correspondan”. Yo siempre pensé que eso estaba claro a partir de la falta de divisas que tenía el país hace mucho tiempo, no que fuera una medida nueva.

Otra medida que pensé estaba en las directivas del Ministerio de Finanzas es la siguiente: “Implementar un programa para la disminución gradual del déficit presupuestario y alcanzar el equilibrio interno del país”. Sorprende que sea una nueva medida. ¿Entonces que se hacía en esa institución si no era, precisamente, trabajar en esas directivas?

En general, hay que recordar que Cuba es el país de las medidas, los planes, y las metas. Pero los resultados no van casi nunca en línea con las aspiraciones de la población. Y el tiempo de espera está agotado. La población que aún no ve la luz al final del túnel busca otras alternativas, muy dolorosas para la nación, como es la salida de más de 155 000 cubanos, una gran mayoría de jóvenes que se han ido en los últimos nueve meses del año fiscal 2022. Y esto solo por la frontera sur de Estados Unidos.

En las manos y mentes de los decisores actuales están los destinos de esta nación que ha resistido a lo largo de todo el período revolucionario. Pero hoy hay un claro agotamiento. Las medidas propuestas deberán estar acompañadas de otras nuevas, más potentes, que den resultados en el menor tiempo posible.

Como ya dije, las 75 medidas u orientaciones abren una senda, pero no bastan. Hay todavía nociones ideológicas que frenan la toma de otras decisiones. Y que se entienda: no me refiero a un cambio de proyecto social, sino a uno que logre satisfacer de manera efectiva las crecientes necesidades de bienes y servicios de sus pobladores.

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