Economía verde, un diseño para Cuba

Pino Fortunato. Foto: Yeline Ramos González

Pino Fortunato. Foto: Yeline Ramos González

Pino Fortunato es el presidente, fundador y director ejecutivo de EcoArt Project, una organización sin ánimo de lucro establecida en Nueva York que promueve visiones de protección medioambiental y desarrollo sostenible mediante un arte, un diseño y una arquitectura que logren causar un impacto emocional en la gente.

Su Workshop “Desarrollo Sustentable” y el lanzamiento de la competencia para diseñadores cubanos Design Havana, fueron varias de las actividades desarrolladas en el Instituto Superior de Diseño (ISDI) en el marco de la Primera Bienal de Diseño en La Habana.

Las organizaciones Art for Promotion, de Roma; Cuban Artists Fund y EcoArt Project, ambas de New York, colaboran en torno a perfilar el recorrido Diseño-Desarrollo-Economía Verde. Según los patrocinadores, la conexión entre arte, cultura, diseño arquitectónico, desarrollo y prosperidad en Cuba, debe dialogar con la sustentabilidad y la aplicación de soluciones innovadoras que, desde su concepción, busquen mantener el equilibrio entre el progreso y el medioambiente local.

EcoArt Project, así como la Oficina Nacional de Diseño en Cuba (ONDI), el Buró Nacional de Diseño y el ISDI, consideran la competencia Design Havana como el punto de partida de un proceso continuo de intercambio de las mejores prácticas en el diseño industrial de mueblería y luminarias.

“La idea es tomar como referencia las mejores prácticas, el know-how sobre la producción sostenible de Italia y Estados Unidos, e implementarlo en el proceso de diseño en Cuba”, explica Fortunato, quien ha percibido durante su estancia en la Isla que el mayor problema que enfrentan los profesionales del gremio está relacionado con el acabado el producto diseñado, su realización.

“Por esta razón nuestro proyecto ha concebido financiamiento de 1000 USD para la elaboración de prototipos de los mejores cinco trabajos presentados al concurso”.

Persiguiendo este mismo propósito, EcoArt Project se ha asociado con la Fundación “Antonio Núñez Jiménez” para desarrollar Zooming in Cuba, una competencia de fotografía y video.

“Queremos seleccionar artistas foráneos que vengan a Cuba como parte de un programa de residencia para desarrollar un documental sobre el medioambiente cubano, antes de que ocurran potenciales cambios ante la industrialización a la que se abre la Isla”, explica Fortunato.

Ambas iniciativas miran en la misma dirección: incrementar una conciencia de sostenibilidad ambiental entre los cubanos y se contemple en el proceso de remodelación de la economía nacional.

“Desarrollo implica normalmente industrialización, nuevas tecnologías, nuevos negocios y aumento del capital. Y el capital siempre llega con consecuencias. Tal como se ha visto en otros países, incluyendo los más avanzados, la actividad de la especie humana para reproducir riquezas está repercutiendo de forma negativa en el planeta”, agrega.

Lo que pretenden desarrollar en Cuba es un diálogo con las localidades que pueda desencadenar a mediano plazo una reflexión mayor en diferentes escalas de la sociedad: gobiernos, empresas, consumidores, diseñadores… para que adopten el concepto de sustentabilidad en su propio ámbito y lo conviertan en una zona de influencia.

Esto puede cambiar la forma en que se percibe el desarrollo y focalizar el componente ambiental en la economía cubana en transformación.

Lo que más nos llama la atención –comenta Pino Fortunato– es que como país, Cuba tiene en sus manos la posibilidad de no cometer los mismos errores que el resto de nosotros, y saltarse las malas prácticas que se han cometido en los últimos 50 años en los países industrializados o en desarrollo”.

“El mundo capitalista está ahora expiando el daño infligido al entorno, buscando e implementando tecnologías y líneas de producción que sean más compatibles con el medio ambiente, pero todavía necesitará más de 50 años para ver algún resultado. Antes que Cuba cometa esos errores, tiene la oportunidad de ir directamente a una economía verde usando soluciones sostenibles en todos los aspectos de la industrialización, en la construcción de edificios inteligentes, en la implementación de sistemas hidráulicos, viales, transporte, en cualquier ámbito donde se pueda. Cuba debe considerar seriamente la inclusión de los más altos estándares de sostenibilidad en su modelo de apertura al mundo, para optar por la excelencia tecnológica a la que este país puede aspirar”.

Bienal de diseño

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