El comercio de mercancías de Cuba en la nueva guerra fría (II)

En 2022 se mantuvo el acentuado e histórico desequilibrio entre las exportaciones y las importaciones de Cuba.

Terminal de contenedores de El Mariel.

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El pasado 14 de agosto la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicó los datos del comercio exterior cubano correspondientes al 2022. Resulta oportuno entonces actualizar un análisis anterior sobre las tendencias más relevantes y la distribución “geopolítica” del intercambio de mercancías de Cuba con el mundo. Para ello, consideraremos su comportamiento durante el sexenio 2017-2022, desplazando así un año hacia adelante el período objeto del procesamiento estadístico.

En 2022 el valor en dólares estadounidenses del intercambio total de mercancías registró un significativo crecimiento del 15 %. Sin embargo, ello no fue suficiente para recuperar el monto alcanzado en 2018. Y, si situamos este resultado en un horizonte temporal más amplio, cabe notar que solo representó el 60 % del intercambio total realizado en 2013 (19 990 millones de dólares), año con el mayor registro histórico en el informe de la ONEI.

Por otra parte, el pasado año no se produjo ninguna modificación en cuanto al acentuado e histórico desequilibrio entre las exportaciones y las importaciones. Las primeras representaron solo el 18 % del intercambio total (coincidiendo con el promedio anual del sexenio) y aumentó el saldo deficitario en más de 1000 millones de dólares con respecto al año precedente. 

Atendiendo al intercambio total de mercancías (suma de las exportaciones y las importaciones), los diez principales socios de Cuba, según el promedio anual del sexenio, fueron los siguientes:

En 2022 los socios con mayores crecimientos fueron Brasil (65 %), Venezuela (52 %), España (35 %) y Rusia (34 %), en tanto decrecieron Italia (32 %) y Argentina (24 %).

Por el lado de las importaciones, los diez principales socios comerciales de Cuba, según el promedio anual del sexenio, se reflejan en la tabla y el gráfico siguientes:

Entre las novedades y los registros más llamativos de las importaciones cubanas en 2022 y durante el sexenio, se encuentran los siguientes:

Por el lado de las exportaciones, los diez principales socios comerciales de Cuba, según el promedio anual del sexenio, se muestran a continuación:

Entre los aspectos más notables del comportamiento de las exportaciones cubanas en 2022 y a lo largo del sexenio, pueden señalarse los siguientes:

Los países de América Latina y el Caribe mantuvieron una participación en torno al 30 % del intercambio total de mercancías de Cuba, aunque aumentando por el lado de las importaciones (6 %) y disminuyendo (-7 %) por el lado de las exportaciones.

En el artículo anterior propuse una clasificación en tres grupos de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, a partir de sus respectivos posicionamientos básicos dentro de la política internacional contemporánea. A partir de tal clasificación y de los nuevos datos de 2022, la distribución del intercambio mercantil cubano, considerando el promedio anual del sexenio, se muestra en la tabla siguiente.

El comportamiento anual de la participación de cada agrupación en el intercambio total puede apreciarse en el gráfico siguiente:

La distribución de 2022 es muy similar a la del año precedente. Entre las tendencias del sexenio, el elemento más interesante es la participación muy significativa de los países que conforman el bloque liderado por Estados Unidos en el comercio exterior de Cuba.

Algunas lecturas “geopolíticas” del comercio de mercancías de Cuba

Los elementos anteriormente presentados permiten arribar a las siguientes conclusiones:

En primer lugar, los datos de 2022 ratifican la importancia estratégica para Cuba de la relación comercial con Canadá, ya resaltada en el análisis de las transacciones comerciales del año precedente. Además de ser el principal destino de las exportaciones nacionales, se trata del único socio con el que Cuba registra un intercambio superavitario significativo, que en 2022 alcanzó los 523 millones de dólares. Curiosamente, se trata de un estrecho aliado político de Estados Unidos, un miembro de la OTAN y un paladín de la OEA. Un ejemplo perfecto, a escala seguramente mucho menor, de cómo pudieran ser las relaciones económicas entre Estados Unidos y Cuba, de no mediar la voluntad imperial.

El pasado año Cuba incrementó notablemente sus importaciones de dos socios políticos tradicionales: Venezuela y Rusia. Paradójicamente, se trata de países que durante los tres últimos años han comprado cada vez menos productos cubanos.

En el caso de Venezuela, si bien la ostensible recuperación de las importaciones procedentes de ese país constituye un hecho muy positivo desde el punto de vista específico de la relación bilateral, al mismo tiempo refuerza una relación de dependencia de la economía cubana, colocándola en una situación de elevada vulnerabilidad en un sentido estratégico más amplio.

Por otra parte, en el caso de Rusia, el evidente incremento en el comercio bilateral no aporta, sin embargo, elementos suficientes —al menos por el momento— para quienes insisten en la noción de una “rusificación” de la economía cubana. Rusia es —y probablemente lo seguirá siendo durante mucho tiempo— un socio económico muy importante para Cuba, pero solo uno más entre varios.

Por último, durante 2022 Cuba mantuvo una saludable distribución de su intercambio mercantil entre los principales bloques de la política internacional contemporánea. Sin embargo, resulta particularmente preocupante la tendencia hacia la concentración del comercio en muy pocos socios, sobre todo en el caso de las exportaciones.


Notas:

1.  El hecho de que la información de la ONEI reporte un determinado volumen de comercio de Cuba con “otros” países, sin especificarlos, plantea una dificultad desde el punto de vista analítico y determina que debamos tomar esta distribución porcentual por agrupaciones con cierta reserva desde el punto de vista estadístico. Si, por ejemplo, asumiéramos que ese 4 % de comercio con países no identificados correspondiera totalmente a países no alineados (situación poco probable, aunque no imposible), entonces esa agrupación pasaría a ser la mayoritaria en el comercio con Cuba por un estrecho margen, sumando el 42 %, frente al 40 % acumulado por el grupo de países liderado por Estados Unidos.

2. Las respectivas participaciones de los grupos no siempre suman exactamente 100 %, como consecuencia del redondeo.


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