El desbloqueo a Cuba y el arroz de Arkansas

“Dos importantes lecciones acerca de Cuba en comercio agrícola. Primero, la voluntad para el cambio existe. Dos, la política es sólida”, tuiteó Rick Crawford, congresista republicano de Arkansas, un día después de retirar una enmienda que bloquearía los fondos para impedir la exportación de productos agrícolas. Su decisión fue fruto, según dijo, de un pacto con su colega de La Florida Mario Díaz-Balart quien se comprometió a cambio a una solución “a largo plazo que permita abrir permanentemente el comercio agrícola”.

Crawford proponía dejar sin efecto la prohibición contra la entrega de créditos para esas compras, una de las prioridades en las tentativas de apertura económica hacia la Isla, y que aliviaría el arsenal de impedimentos propias del bloqueo.

“Como es requerido por la ley, los Estados Unidos mantienen un embargo comercial con Cuba. Sin embargo, los productos agrícolas están exentos, siempre que las transacciones de exportación cumplan con ciertos criterios legales”, explica el Departamento de Agricultura de ese país en un informe hecho público en diciembre de 2015.

El congresista dijo a la web Arkansas Online que su enmienda solo hubiese tenido vigor durante un año, argumentando las ventajas del supuesto acuerdo con el liderazgo republicano de la Cámara y legisladores cubanoamericanos del sur de La Florida para encontrar una forma de superar ese obstáculo, “eliminando restricciones en la ley actual que debilitan la competitividad de nuestros productores”.

El estado que representa Crawford en el Congreso tiene interés en los consumidores cubanos, especialmente en el arroz que sirven a sus mesas, un producto colocado en la primera de las proyecciones de invasión agrícola en los sueños de desbloqueo. El propio Crawford estimó el potencial comercial en mil millones de dólares.

“Ahora mismo Vietnam es el principal proveedor de arroz y toma cerca de treinta y seis días conseguir un cargamento, cuando puedes conseguirlo desde Estados Unidos en treinta y seis horas” declaró el legislador.

El gobernador de Arkansas, el republicano Asa Hutchinson, dejó clara esas intenciones durante su visita a La Habana a finales de septiembre de 2015. Diplomáticos cubanos visitaron ese estado a mediados de abril de este año, señalando a empresarios de la agroindustria local qué hacer para poner sus productos en el mercado más grande del Caribe.

La visita de Hutchinson coincidió con la presencia en Cuba del entonces presidente vietnamita Truong Tan Sang, quien esa ocasión anunció un donativo de 5 mil toneladas de cereal a la Isla.

“El arroz producido en Arkansas tiene una variedad de grano largo que es la favorita de los cubanos”, dijo el segundo jefe de misión de la embajada de Cuba en EE.UU., Juan Lamigueiro León, citado por el sitio web de una universidad local. “Estamos listos para importar esta variedad desde Arkansas. El único problema que tenemos está relacionado con la restricción mantenida en vigor por el Congreso, el llamado embargo… el comercio entre Arkansas y Cuba no puede apoyarse en créditos comerciales”.

En su reciente visita a Washington, el ministro cubano de Agricultura Gustavo Rodríguez Rollero comentó en un foro de negocios cómo su país necesita opciones de financiamiento a largo plazo, un punto reseñado por la web de la Cámara de Comercio de EE.UU. como una de las expectativas de la isla en su nueva relación con su vecino del norte.

Lo cierto es que los congresistas Díaz-Balart e Ileana Ros Lehtinen lograron su objetivo al evitar una votación sobre el tema en el pleno de la Cámara de Representantes.

Exponer los “sí” a favor y los “no” en contra hubiese servido para medir el respaldo o el rechazo legislativo a facilitar las exportaciones agrícolas a Cuba. Otra de las enmiendas, presentada por el representante Mark Sanford, buscaba autorizar los viajes sin restricciones a ciudadanos estadounidenses al archipiélago caribeño, ahora limitados a doce categorías autorizadas por el Departamento del Tesoro. Sanford también retiró su propuesta de acápite.

Durante la presente legislatura, ese hemiciclo del Congreso de EE.UU. solo ha aprobado medidas contra los esfuerzos de normalización emprendidos por el presidente Barack Obama, aunque la amenaza de veto desde el ejecutivo y las negociaciones internas en el Capitolio de Washington evitan su inclusión en la versión final de las leyes y su entrada en vigor.

La enmienda de Crawford era seguida con atención a ambos lados del Estrecho de la Florida.

El grupo político Engage Cuba sacó conclusiones optimistas del pacto con los legisladores republicanos de origen cubano: “incluso los oponentes más directos de levantar el embargo a Cuba se han dado cuenta de que su posición ya no es sostenible.”

El involucramiento del liderazgo republicano a favor de los créditos agrícolas no es una novedad si se conocen los antecedentes de Paul Ryan, jefe de la Cámara de Representantes, quien en el pasado dio su voto afirmativo a una apertura de este tipo, aunque en el presente se proyecta en rechazo a este capítulo de la política exterior de Obama.

Miembros de la Federación de Arroz de Arkansas han viajado esta semana Cuba para discutir sobre el futuro del comercio entre EE.UU. y Cuba con las autoridades de la isla. La delegación que incluyó al secretario de Agricultura de Arkansas Wes Ward, tuvo acceso a funcionarios cubanos que actualizaron al grupo sobre la situación de la agricultura en el país. También se reunieron con representantes del Ministerio de Educación, el Ministerio de Comercio Exterior, Universidad de La Habana y Alimport. Antes, los delegados de Arkansas estuvieron con Crawford quien consideró la posibilidad de incrementar los intentos de aliviar las restricciones comercialescon Cuba.

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