Maní Bormey: un producto “cuentapropista” en aeropuertos cubanos

Foto: Luis Yaim Martínez

Foto: Luis Yaim Martínez

Un pequeño negocio privado de la ciudad de Santa Clara ha dado un pequeño gran salto: es la primera marca de alimentos no estatal de la que se tenga noticias que vende sus producciones en las tiendas de los aeropuertos cubanos, gestionados por entidades estatales.

Gracias a la firma de un contrato en 2015 con la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (ECASA), Maní Bormey puede ser adquirido en el salón de Very Important Person (VIP) de los aeropuertos internacionales Abel Santamaría, de Santa Clara y Jaime González, de Cienfuegos.

Las dos terminales aéreas más importantes del centro del país reciben vuelos desde Estados Unidos, Canadá, Europa y México, en convenio de operación con aerolíneas como Copa Airlines y Air Transat. En el caso del aeropuerto santaclareño, unas 1600 personas transitan por el salón VIP cada semana.

“Es una magnífica experiencia porque nos da la oportunidad de mostrarnos al mundo, de comprometernos aún más en la calidad de los productos, de conseguir esa ansiada referencia internacional para nuestras producciones”, detalla Orelvis Bormey, el creador de la marca y titular de una licencia de elaborador/vendedor de alimentos, que ampara la pequeña casa productora de turrones y otros derivados del grano, en la central ciudad.

De acuerdo con Surelys Pino Bravo, especialista en actividad comercial en la terminal Abel Santamaría, el maní de estos “cuentapropistas” tiene mucha aceptación y el cliente lo adquiere si es su deseo. “Todo maní que se pone allí, se agota”, asegura.

La presentación de productos nacionales debe distinguir a los aeropuertos cubanos. Entre varias producciones de las industrias estatales, como sorbetos, pellys o chocolates, ahora llama la atención el maní Bormey, un producto premiado en 2014 con el premio de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial a la calidad de Marcas y otros sellos distintivos.

“Nos acercamos a Bormey porque apartando toda la confianza en sus producciones, es el único que trabaja a base de maní y consideramos oportuno pactar con él un contrato que trae grandes beneficios para ambas partes.”, señala Pino Bravo.

“En el salón VIP, además de estas propuestas, se ofertan las bebidas nacionales como la cerveza Cristal, la Bucanero, los rones típicos y el café”, apunta.

Foto: Luis Yaim Martínez
Salón VIP del aeropuerto de Santa Clara. Foto: Luis Yaim Martínez

“No era sencillamente envasar un producto en una bolsa común. Hubo que envasarlo en una bolsa diferente, con su etiqueta, fecha de producción y vencimiento, ingredientes, además de la traducción al inglés”, explica el emprendedor.

“Dentro del salón VIP el maní tiene su espacio para su comercialización, con la propia publicidad de Maní Bormey y está colocado en las vasijas de barro que ellos nos facilitaron para presentar el producto”, describe.

Aunque celebra este éxito, el ingeniero Bormey lamenta las trabas que persisten para el despegue de iniciativas como la suya: “Hoy las condiciones de los trabajadores por cuentapropia nos llevan a limitar la fuerza de trabajo, los medios para la adquisición de materia primas y los insumos provocan que uno no pueda abarcar muchos mercados”, opina.

Decía a OnCuba en marzo de 2013 este ingeniero industrial que empezó en el negocio del maní desde su época de estudiante universitario, cuando lo vendía en cucuruchos: “Lo mío también es sin pausa, pero sin prisa; trabajar por mi sueño. ¿Cómo me veo en cinco años? No sé, pero sueño que los turrones Bormey sean un lujo gastronómico (…) Y no será fácil, pero tampoco imposible.”

Tres años después, Maní Bormey puede elevar aún más su perspectiva internacional. Según Misaida Ramírez Gómez, jefa del departamento Comercial-Calidad en el Abel Santamaría, ya fue presentado el proyecto al aeropuerto de Cayo Coco, en Ciego de Ávila.

De ser así, Orelvis Bormey y su minindustria casera, en Villa Clara, abrirían aún más una brecha de nuevas oportunidades para el cuentapropismo en Cuba.

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