Para fines de este año, el Ministerio de Comercio Interior cubano pondrá en marcha una nueva política para el funcionamiento del sistema de gestión no estatal que se desarrolla hoy en las actividades de la gastronomía y en los servicios técnicos y personales, informó el diario Granma.
Entre los cambios fundamentales que se prevén figura la posibilidad de constituir cooperativas a partir de una o más unidades que realicen funciones semejantes, la habilitación de canales de circulación mayorista directos para esas asociaciones, y el tratamiento tributario diferenciado a los trabajadores por cuenta propia que participen en programas priorizados por el Estado (como el del ahorro de electricidad).
A ellas se suma la aplicación de un Régimen Simplificado de tributación para quienes trabajen en unidades de difícil acceso (deberán ser seleccionadas antes por los Consejos de Administración Provincial), así como un trato especial en el abastecimiento de insumos a esas instalaciones.
Sin cambios sustanciales en su concepción inicial, los 43 principios que integran esa estrategia ratifican la propiedad del Estado sobre los medios de producción que empleen cooperativistas (no agropecuarios) o trabajadores por cuenta propia que se incluyan en dicho sistema.
Mantiene, además, que los gastos asociados al ejercicio de esas actividades serán solventados por los trabajadores, y que a aquellos que no deseen unirse a la transformación de centros estatales en unidades administradas por las nuevas formas, se les aplicará el proceso de disponibilidad laboral.
Según se conoció en conferencia de prensa impartida recientemente por representantes del Comercio Interior, de las 323 cooperativas no agropecuarias aprobadas en ese sector, funcionan 134 en la gastronomía, la comercialización agropecuaria y en los servicios técnicos y personales.
Explicaron que, gradualmente, los establecimientos gastronómicos y los que prestan servicios técnicos y personales deberán pasar a formas de gestión no estatal.