El largo regreso a casa de cubanos varados en Rusia

Cerca de un centenar de cubanos varados en Moscú solicitaron previamente regresar a Cuba. Tenían la posibilidad de hacerlo en el vuelo especial de Azur Air, que además de en la capital cubana, aterrizará en otras ciudades latinoamericanas para recoger y repatriar a ciudadanos rusos.

Foto: Sputnik/Alexey Filipov

Foto: Sputnik/Alexey Filipov

Cuando este 3 de junio despegaba del aeropuerto Sheremétievo un vuelo especial con destino a La Habana, para algunos cubanos en Rusia terminaba una pesadilla de meses. Para otros, el mal sueño aún no tiene fecha de caducidad.

Cerca de un centenar de cubanos varados en Moscú solicitaron previamente regresar a Cuba. Tenían la posibilidad de hacerlo en el vuelo especial de Azur Air, que además de en la capital cubana, aterrizará en otras ciudades latinoamericanas para recoger y repatriar a ciudadanos rusos también varados debido a la pandemia.

En el mencionado vuelo solamente podían retornar a la Isla, previa adquisición del boleto aéreo, los ciudadanos cubanos residentes en Cuba que antes actualizaron su situación migratoria ante el Consulado y registraron su solicitud de regresar.

Cubanos varados en Moscú podrán regresar a la Isla en un vuelo especial

Los billetes estaban a la venta en la página web de la aerolínea a un precio de 43.726 rublos (unos 630 dólares), cifra considerada muy alta para la mayoría de quienes se encuentran actualmente en Rusia, lo que impidió a muchos acceder al vuelo.

Entre los que se quedaron con las ganas de abordar ese avión, no pocos tenían billetes de vuelta, pero por Aeroflot, la mayor compañía aérea rusa y la única que volaba con regularidad a la Isla.

Ese es el caso de Ricardo, un joven profesional cubano que llegó a Rusia de visita en marzo con un billete de regreso para abril. “Vine a conocer el país, pero lo que fue algo agradable se ha vuelto una pesadilla”, cuenta. “He pasado la cuarentena en casa de amigos, pero no puedo molestar más. Además, debo regresar a mi trabajo y estar allí cuando se reanuden mis clases en la Universidad. No pude irme ahora por no tener los medios para comprar el pasaje”, refiere.

Ricardo intentó cambiar su billete de una aerolínea a otra y no fue posible. Si lo cancelaba, Aeroflot tardaría demasiado en devolver el dinero, así que no tuvo otra opción que quedarse en tierra y esperar a que abran la frontera y se reinicien los vuelos, lo cual al parecer no ocurrirá antes de agosto. “Llegué por un mes y parece que estaré por lo menos seis”, dice preocupado.

Para otros, la situación es mucho más trágica y el regreso aún más lejano. No pocos cubanos ni siquiera podían soñar con abordar este vuelo. Llevan más tiempo del permitido y no han conseguido regularizar su situación migratoria, lo que se complica en tiempos de pandemia.

Bien lo sabe Idalmis Moreno, atrapada junto a su familia en un laberinto burocrático al que, de momento, no le ve salida. “Aunque hay una orden de Putin de que se puede trabajar sin permisos especiales mientras dure la pandemia, la realidad es que a los inmigrantes nadie los contrata. En nuestro caso, para regresar debemos pagar no solo el pasaje de avión, sino la multa por estar pasados de tiempo, más la prórroga del pasaporte. No hay dinero para eso”, afirma.

Moscú no cree en lágrimas: cubanos varados en Rusia

Entre los casos con happy end está el de Yunior Sánchez, de La Habana, quien inicialmente tenía pasaje de regreso a Cuba para el 23 de abril. Cuando lo sorprendió el cierre de fronteras, sin recursos, se vio obligado a vivir durante varios días en el mismo aeropuerto de donde ahora ha despegado. “Soy diabético y me pasé varios días sin comer”, cuenta a Sputnik.

Durante estos meses acabó varias veces en el hospital. “Sobreviví gracias a buenas personas que me ayudaron con el alojamiento y los alimentos”. Ahora, con el apoyo de un familiar, Yunior consigue volver a casa.

La fuerza de la solidaridad

Una de las personas que más apoyó a Yunior es Anna Voronkova, una joven rusa que junto al habanero Pedro Luis García se ha volcado en echarle una mano a centenares de cubanos en Moscú que se encuentran en una situación desesperada debido a la pandemia.

“Me llamaron para traducir cuando la Fundación musulmana Casa de la Bondad empezó a dar ayudas a cubanos. Yo misma estuve varada en Argentina en 2010 por el terremoto de Chile, por lo que me identifiqué mucho con los cubanos que he conocido”.

Al saber del vuelo especial, Anna contactó a Veronika Birman, una empresaria de turismo rusa que se ha dedicado a ayudar a sus compatriotas varados en otros países a regresar a Rusia.

La iniciativa fue apoyada por María Zajárova, vocera del Ministerio de Exteriores ruso, quien puso a disposición su equipo para trabajar en coordinación con Veronika y otros voluntarios. Así, han podido colaborar para que cientos de rusos en situaciones de necesidad regresen a casa. Aún tienen unos 60 casos pendientes.

Pero no quedó indiferente a la situación de los cubanos. “Descubrí que no solo los rusos sufren por no poder regresar. Nuestra patria también es el extranjero para alguien”, dijo. De esta forma, intentaron ayudar al menos a cuatro cubanos con peligro para la vida en caso de enfermar de coronavirus. Tres con patologías crónicas y una embarazada.

Tras muchas gestiones, se consiguió montar en el avión con pasajes humanitarios a mitad de precio a tres de ellos. “Fue decisivo el apoyo de Azur Air, y específicamente de Anastasia Dyumulen, directora del Departamento de Política de Información y Comunicaciones de la aerolínea. Nos ayudó mucho con los cubanos”, relata Birman.

“Tratamos de que se fueran esos cuatro y hasta más. La compañía y el Minrex ruso estaban dispuestos a ver la posibilidad de dar algunas plazas humanitarias gratuitas, pero no fue posible coordinar a tiempo por malentendidos con otra parte implicada”, explicó Voronkova a Sputnik.

Volando a casa

Un total de 170 pasajeros sobrevuelan ahora el Atlántico. De ellos, unos 80 se quedarán en La Habana, según fuentes de Azur Air.

El resto, ciudadanos de Brasil, Argentina y Chile, continuarán viaje a Sao Paulo, Buenos Aires y Santiago. El avión regresará a Moscú el 6 de junio con ciudadanos rusos varados en esos países.

Según un comunicado de la Embajada cubana en Moscú, en el vuelo se envió una donación del gobierno ruso: 15.000 pruebas para la detección del coronavirus. Entre los ciudadanos que regresaron a la Isla se encuentra también “un grupo de funcionarios, trabajadores y sus familiares de la Misión diplomática, así como estudiantes cubanos que forman parte del Programa de las cien becas que ya habían concluido el curso académico”.

Mientras, otros compatriotas esperan en tierra a que lleguen tiempos mejores. 

Sputnik/OnCuba 

 

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