Cuando entramos al Bar Restaurant Up & Down, Krly Dj ponía la versión house del tema en que Etta James dice “Oh, sometimes I got a good feeling”, que quiere decir: algunas veces tengo un buen presentimiento.
La iluminación del lugar era seductora, con esos juegos de luces bajo los que no te importa cómo bailas ni cómo luces porque todo el mundo baila bien y luce hermoso. Eran las diez de la noche. Habíamos llegado a la esquina de las calles 5ta y D, en el Vedado, donde está localizado este espacio.
“Oh, sometimes I got a good feeling”, decía Etta James. Y nosotros tuvimos también, al entrar, un presentimiento bueno. El Bar Restaurant Up & Down, abierto todos los días desde las 3 de la tarde y hasta las 3 de la madrugada desde el 26 de diciembre de 2013, ya comenzaba a llenarse.
“Arriba” y “Abajo” no es una cuestión de clases
Supongo que torpemente le pregunté a Jessica del Corral, Capitana del sitio, si no le parecía clasista el mismo nombre del bar. Up & Down: Arriba y Abajo. ¿Qué es “Arriba” y qué es “Abajo”? ¿Quiénes están aquí y quienes allá?
Entonces me explicó cómo funciona. Una de las características que distinguen a este lugar entre tantos que están abriendo en un panorama recreativo cambiante y diverso, es su propia estructura de dos pisos.
“El local – explica Jessica- está inspirado en algunos bares en Europa que se llaman así, Up & Down, para incluir servicios más personalizados a clientes VIP. Probablemente no hay otro Bar Restaurant en La Habana con una distribución física tan especial, en función de estos servicios”.
Sin descuidar las atenciones y variedad de ofertas en el salón de abajo, en el que hay una barra con una variedad notable de bebidas nacionales e internacionales, la atención de la zona VIP, con su propia barra, privilegia a los clientes más asiduos con una atención más individualizada.
“Hay muchos clientes fijos, que consumen bien, y nosotros los hacemos sentir mejor por esto. Les damos una tarjeta VIP con la que pueden subir sin problemas al área de arriba y se les garantiza su mesa en cuanto llegan”.
Los muebles de la zona VIP dan ganas de comérselos. Son de colores pastel, y sus tonalidades desencajan originalmente entre sí. La decoración, tanto arriba como abajo, es minimalista, graciosa y muy moderna. Hay en las paredes varios televisores de más de 50 pulgadas que pasan constantemente los clips de vídeo de moda. El set de luces está equipado con luces de flash discontinuo, que se mantienen fijas hasta que se hace más tarde y la gente comienza a bailar.
Aunque no faltan los jóvenes en la zona VIP, la mayoría de los que estaban esta noche eran personas mayores de 30 años, que tienden a buscar un ambiente más contenido. Abajo, donde la capacidad es para alrededor de 50 personas, tiende a llenarse un poco más.
Todos los clientes, tanto los de “Arriba” como los de “Abajo”, ya están al tanto de los días de Happy Days, que son los lunes y los miércoles. El sistema de Happy Days, que en la gran parte de los espacios similares son Happy Hours y duran solo horas del día, es especial en Up & Down porque duran el día entero.
Dentro de la serie de cocteles que se ofertan, se puede comprar los lunes y los miércoles uno, para tener derecho a otro completamente gratis. También sucede lo mismo con algunos whiskeys y rones.
“Los clientes más jóvenes llenan el lugar estos días, porque como hay opciones más baratas y ellos tienen menos ingresos, eso les facilita poder pasarla bien con menos dinero”, comenta Jessica.
Krly Dj: “A mí me baila todo el mundo”
Una descripción sonora mínima del Bar podría ser que predominan alternativamente el pop americano y británico y las orquestas y solistas cubanos de moda como Mayko de Alma, La Charanga Habanera, los Van Van, Laritza Bacallao y Habana D´Primera.
Artistas populares como Leoni Torres y Pablo FG han tenido peñas fijas en el Up & Down los jueves y los domingos, respectivamente. Otras agrupaciones como Qva Libre han actuado aquí también.
Al público cubano que frecuenta sitios nocturnos como el Up & Down le gusta escuchar y ver lo más fresco en la industria de la MTV. Dentro de la cabina de música, Krly Dj dice que la idea es que la gente la pase bien con la música que le gusta, tratando de evitar las canciones obscenas.
“Se pone casi de todo, menos reggaetón, a no ser un tema que esté muy pegado que la gente pide a veces”, explica.
“A mí me baila todo el mundo”, dice Krly Dj con una vanidad medio infantil. Levanto la vista. Los de “Arriba” están “tirando” su pasillo. Me asomo a la parte de abajo. Los de “Abajo” están “tirando” su pasillo.
¿Qué se puede comer en el Up & Down?
La comida que el Up & Down oferta es mayormente comida española; las llamadas “tapas”, que son pequeñas porciones de pulpo, croquetas u otras comidas ligeras. Además dispone de postres y comida grillé cocinada de manera sencilla y acompañada de guarniciones de arroz, papas y otras. Y platos principales con carnes de cerdo, res, mariscos y pescado.
Conversando con Silvio Fernández, Chef de cocina del lugar, supimos que lo que más preocupa al servicio gastronómico es decepcionar a quien pida un plato que no se pueda servir luego. “Todo lo que está en la carta está en la cocina”, dice el Chef.
Sobre los platos populares, el Chef nos explica el pollo al curry es uno de los más ordenados. “Como el curry que venden en Cuba no es, por desgracia, de la mejor calidad, viendo un programa de televisión sobre cocina, tuve una idea para hacer uno especial mezclando muchas especias, tantas como haya, desde anís, hasta canela y clavo de olor”.
Silvio, junto a otros maestros de cocina, se mantiene variando el menú semanalmente y buscando experimentación con las recetas, para evitar la monotonía de algunos platos que en otros lugares se vuelven predecibles.
“Los piquillos rellenos, por ejemplo, se rellenaban antes solo con atún. Luego también comenzamos a rellenarlos con cangrejo para variar”, apunta Silvio.
Los precios de los entrantes varían desde los 4 CUC hasta los 10 CUC. Y los platos principales varían desde los 6 CUC hasta los 15 CUC.
El Up & Down está “Padre”
Estas tres amigas mexicanas de 24 años están de vacaciones en Cuba. Dicen que se enteraron de que el Up & Down existía porque en un restaurant (no recuerdan nombres) se los recomendaron.
Preguntarle a la gente en un bar cómo se siente es generalmente molesto. El que está bailando quiere bailar. El que está conversando no quiere que lo interrumpan.
Por eso me acerqué a la mesa y, sin demorarme mucho, hice una pregunta directa:
“¿Habiendo tantos lugares a los que salir, por qué eligieron este?”
“Porque este está ‘Padre’”, dijo la rubia, la que está vestida de azul. Las demás se sonrieron como diciendo que sí, que estaba “Padre”.
Yo pedí la traducción de este mexicanismo.
La rubia volvió a intervenir en representación de la delegación mexicana. “‘Padre’ es que está muy bueno”, tradujo.
Yo dije que gracias, que buenas noches. Y las dejé solas.
Por: Nicolás Companioni