El Secretario General de la Organziación de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, viajará a La Habana invitado por Raúl Castro para participar en la II Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe).Entre el 28 y el 29 de enero, Insulza se unirá al resto de los presidentes y primeros ministros de la región, que participarán en este encuentro político de carácter anual, con la presencia de todos los jefes de estados y de gobierno del hemisferio occidental, descontando a los de Estados Unidos y Canadá.
La presencia de un Secretario General de la OEA en La Habana tiene un significativo diplomático muy especial, pues Cuba fue suspendida de esa organización en 1962.
La separación de La Habana de la OEA fue formalmente levantada en 2009. No obstante Cuba no se reintegró a la organización aunque se le considere desde esa fecha un Estado miembro.
Hasta el 2012, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba tuvo en su sitio web una página dedicada a la “vergonzosa historia de la OEA” y otra a un recuento de las acciones de esa organización contra el país.
No obstante, el Gobierno de Cuba ha mostrado interés de asistir a esa reunión, aunque la falta de consenso entre los 34 países restantes impidió que pudiera estar presente en la última Cumbre de las Américas, celebrada en abril de 2012 en Cartagena de Indias (Colombia).
Insulza, por su parte, ha asegurado que “no ve razón” por la que Cuba no deba asistir a la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Panamá en 2015, y el canciller panameño, Fernando Núñez Fábrega, afirmó el pasado año que “Llegó el momento de la apertura hacia Cuba, de limar las asperezas y la animosidad contra Cuba”.
No obstante, Estados Unidos y Canadá han mantenido hasta ahora que Cuba no debería participar en el proceso de Cumbres de las Américas hasta que no haya un cambio democrático en la isla.