Los 80 años sorprenden a Nancy Morejón en la escritura de sus memorias

Traducida a cerca de diez idiomas, su obra se reparte entre la poesía, el ensayo y la traducción, enfocada hacia las problemáticas de la mujer, la negritud y la cultura cubana y caribeña.

Nancy Morejón durante su reciente viaje a EE.UU Foto: Prensa Latina

La Premio Nacional de Literatura 2001, Nancy Morejón, celebra su cumpleaños 80 este miércoles 7 de agosto en plena faena intelectual y luego de varios itinerarios internacionales.

“Me apasiona escribir, nunca dejo de crear, recibo la inspiración pero no depende de ello mi escritura, aún con la vista que ya no me acompaña siento siempre la necesidad de escribir algo y ahora estoy enfocada en mi autobiografía”,  adelantó Morejón, en la velada homenaje  que colegas y admiradores le dedicaron la víspera  en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en La Habana.

“La obra de esta autora, tocada por su admiración hacia el Poeta Nacional Nicolás Guillén, defiende aquello que nos identifica como cubanos”, declaró en la velada el poeta, novelista  y etnólogo Miguel Barnet, Presidente de Honor de la Uneac, según un despacho de la agencia Prensa Latina.

“No solo admiro en Nancy sus cualidades como escritora, sino también como persona. Ha sido una relación de complicidad total, su punto de vista, su amor por nuestra cultura y nuestros valores”, destacó el autor de Biografía de un cimarrón.

En mayo, en declaraciones exclusivas a Prensa Latina, a propósito de su visita a Estados Unidos para asistir a un evento académico en la Universidad de Missouri, y a un festival de poesía en Chicago, Ilinoi, Morejón ofreció un anticipo de sus memorias, que llevarán por títulos Alambre dulce y Gallo pinto.

“Estoy en mis memorias, se supone que la Editorial del Icaic va a publicarlas, ya está establecido, y yo soy la que tengo que terminarlas”, confesó entonces.

Nacida en La Habana el 7 de agosto de 1944, Morejón comentó que ese proyecto de aires biográficos ronda el medio millar de páginas y que estará dividido en dos partes.

La primera tomará por título Alambre dulce, un título que escogió “por un tema de la música cubana, de Félix Chappottín (1907-1983), que concretamente estaba en el aire del barrio donde yo nací: Los Sitios; y esa es la esencia”.

Gallo pinto se llamará la segunda que relatará sus años universitarios y el aprendizaje de la lengua francesa, su especialidad profesional,  y “de cómo Cuba se asoma a lo que se conoce en la actualidad como el balcón afroasiático.”

En ese apartado, que debe su nombre al gallardo y simbólico gallo, y que también hace alusión al congrí oriental, caben,  además,  las apasionantes y polémicas dinámicas del mundo intelectual de los años 60 en la isla, así como “otros muchos detalles de la vida civil” cubana, comentó la también traductora, académica  y ensayista.

En Washington,  DC,  Morejón leyó con sus textos y grabó 12 obras que enaltecieron su colección poética presente en el Archivo de Literatura Hispánica en Cinta de la Biblioteca del Congreso.

NANCY MOREJÓN

Hoja de vida

Nancy Morejón es licenciada Suma Cum Laude en Lengua y Literatura Francesas por la Universidad de La Habana en 1966 y miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua desde 1999.

La autora escribe poesía desde los 13 años y en 1959, con apenas quince, llegó a titularse de profesora de inglés.

A los dieciocho años publicó su primer libro de versos, Mutismos, en la editorial independiente El Puente.  Entre 1963 y 1964 fue profesora de francés en la Academia Gustavo Ameijeiras de La Habana.

En 1966 se licenció en lengua y literatura francesas por la Universidad de La Habana y se doctoró con una tesis sobre el poeta martiniqueño Aimé Césaire.

Entre 1986 y 1993 fue directora del Centro de Estudios del Caribe de Casa de las Américas, labor que reasumió en el año 2000.

Luego de su debut literario, siguieron Amor, ciudad atribuida (1964), Richard trajo su flauta y otros argumentos (1967), Parajes de una época (1979), Divertimento y otros poemas (1998) Poética de los altares (2004) y Madrigal para un príncipe negro (2020), entre otros hasta sumar quince títulos.

En su carpeta de traducciones al español despuntan las realizadas a la obra de escritores e intelectuales del Caribe francófono del siglo XX como Aimé Césaire (Martinica, 1903-2008), Jacques Roumain (Haití, 1907-1944) o Édouard Glissant (Martinica, 1928-2011).

En 1986 recibió el Premio de la crítica por Piedra Pulida, un galardón también recogido  en 1997 y 2000 por sus libros Elogio y paisaje y La Quinta de los Molinos, respectivamente.

Nancy Morejón ha sido traducida al inglés, francés, alemán, portugués, italiano, ruso, polaco y  holandés. Es especialmente conocida en Estados Unidos, donde su obra es muy apreciada y ha sido traducida y reimpresa en numerosas ocasiones.

La poesía de Morejón expresa su identidad como mujer cubana de ascendencia africana e incluye temas relacionados con La Habana, la familia, la historia, la búsqueda de identidad, los temas de negritud y la integración de la mujer  como parte de la historia.

“Lo que me importa que sepan es que empecé a ser secuestrada por la poesía desde los nueve años. Desde entonces me ha importado más escribir un poema, mi poema, que tratar de explicarme qué es la poesía”, escribió la autora en 1995  en una ponencia para la universidad de Missouri, Estados Unidos.  

“El acto de escribir es irracional. Un ejemplo cabal de lo que digo se encuentra en el poema “Mujer negra”, tan conocido y tan bien recibido por los lectores. Recuerdo perfectamente que yo estaba durmiendo y me despertó la imagen de una negra detrás de los barrotes del pequeño cuarto común que habitaba con mis padres. La mujer era gruesa y no me dejaba dormir. La miré muy fijamente con el deseo de que me dejara seguir durmiendo hasta que desapareció. A la mañana siguiente cuando desperté, lo primero que me vino a la mente fue el recuerdo de aquella imagen. La negra regresó y me dictó el poema. Batallé mucho con su final. No fue nada fácil encontrarlo porque el yo de aquella mujer era un nosotros épico que se confundía con mi experiencia personal en la Cuba de los 70”, relató en la citada reseña sobre su obra.

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