Melesio’s Grill, un suculento templo al Mamífero Nacional

Nadie discute los encantos de lo gourmet, pero en este país donde todo se subordina al cerdo en sus múltiples elaboraciones vale la pena llegarse al Melesio’s Grill, donde se honra al mamífero nacional de la mejor manera posible: comiéndoselo…

Si anda perdido por el Mónaco –no el Principado, sino el barrio habanero- pregunte  por este steak house-bar-terraza grill que muchos aún llama “la paladar de Buena Fé”, y  descubra este negocio familiar con vida propia, tapas generosas y precios sensatos.

Todo surgió a partir de dos guajiros guantanameros que resultan ser estrellas del pop, y aunque repleten plazas, canten en coreano y tengan quizás las letras más inteligentes de la música cubana, aún se desviven por un “macho” cocinado como Dios manda.

Por eso cuando Israel Rojas y Yoel Martínez decidieron invertir en algo aparte de su música, optaron por la hostelería. Remodelaron un caserón, construyeron una barra, instalaron una plancha a la vista de los comensales, decoraron un salón con fotos sepia de guajiros cubanos, y comenzaron a darle forma a esta nueva aventura.

Precisamente en su tema “Mamífero Nacional”, cantado junto a Eliades Ochoa, los de Buena Fe enumeran las mil y una razones que tiene el cubano para rendirle culto al puerco, cerdo, lechón o macho, sobre todo asándolo en puya, cazuela u horno, con su respectivo adobe. Plato tradicional en despedidas de año, grandes reuniones familiares y agasajos, al cerdo le debemos también las delicias del chicharrón crujiente, la empella, la costilla y la masa frita, el bisté encebollado y su manteca, que podrá disparar el colesterol, pero es insuperable para untar la vianda y el congrí. El cerdo es, sin dudas, la joya de nuestra gastronomía popular, y esa fidelidad del cubano encuentra un santuario en Melesio’s Grill.

Algunos mitos rodean este local desde su nacimiento; el más arraigado es que le debe su nombre a una supuesta participación financiera de Reinaldo Miravalles, el inmenso actor que legó personajes indispensables, entre ellos Melesio Capote, arquetipo del guajiro, protagonista a su vez de una canción incluida en el disco “Extremistas nobles”, de Buena Fe y Frank Delgado.

Al contrario, fue Miravalles quien quiso conocer a los responsables de que Melesio “resucitara” en el imaginario popular, y una lluviosa tarde de marzo conversaron en su casa del Vedado, con la industrialista compañía de Javier Méndez. Y les aseguro que hablaron de todo, menos de restaurantes y sociedades.

Melesio es un símbolo del campesino cubano, ergo, de su cocina tradicional, y de esa hay para escoger en la carta de Melesio’s Grill: tamales en hoja, la Gran Grillada que combina pollo, cerdo y res, el plato Mamífero Nacional que trae lomo, costilla y bistec de algún heroico lechón, acompañado todo de guarnición y ensalada cortesía de la casa. Por cierto, sus croquetas de espinaca con aderezo de salsa verde son sublimes…

En menos de un año, este espacio se ha convertido en una excelente opción para recalar y terminar –o comenzar- la noche: ya sea para acompañar una cervecita con aceitunas o comerse un lechón salido de brasas crepitantes, si anda perdido por el Mónaco, no existe un mejor lugar para aparecer que Melesio’s Grill.

Fotos: Iroko Alejo

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