No hay afectaciones con “el pan de la libreta” en Cuba, asegura el MINCIN

Esta situación, según una información oficial, es extensiva a la Cadena Cubana del Pan, que comercializa este demandado alimento de manera liberada.

Personas hacen cola en una panadería estatal en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Personas hacen cola en una panadería estatal en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

El Ministerio de Comercio Interior (Mincin) de Cuba aseguró este martes que “no hay afectaciones en la producción y distribución del pan de la Canasta Familiar Normada”, conocido popularmente como “el pan de la libreta”.

Esta situación, según el Mincin, es extensiva a la Cadena Cubana del Pan, que comercializa este demandado alimento de manera liberada.

En una nota publicada en su sitio web, y reproducida por los medios oficiales de prensa, la entidad afirma que en los últimos meses “se han agudizado las dificultades para la importación de trigo”, lo que “ha incidido en la disponibilidad de este producto”.

Entre las causas de lo anterior enumera “el recrudecimiento del bloqueo (de Estados Unidos), la actual crisis logística internacional y las limitaciones financieras del país”. 

Ante esta situación, el Mincin afirma que “el país ha buscado alternativas para asegurar la producción del pan de la Canasta Familiar Normada”, que se entrega de manera racionada a través de la llamada libreta de abastecimiento, y “ratifica” que esta no sufrirá afectaciones, al menos no por el momento.

Esta información se divulga días después de que en una reunión gubernamental en La Habana se explicara que “debido a atrasos ocurridos con el arribo del trigo y la harina, y los altos precios que tienen hoy en el mercado los servicios marítimos, se ha decidido reducir el consumo de harina en la capital”. 

Julio Martínez Roque, coordinador del Gobierno habanero, detalló que ante este escenario solo se garantizaría la Canasta Familiar Normada, el pan destinado a la población penal, así como “un nivel para Salud pública, los niños sin amparo familiar, hogar de ancianos, hospitales psiquiátricos y el de la Cadena cubana del Pan”, según un reporte de Tribuna de La Habana.

Además, el funcionario precisó que la actual situación “conlleva a que en estos momentos no se pueda garantizar el pan de consumo social de un grupo de organismos, el de la Gastronomía, y de Educación”.

A raíz de esta información, comenzaron a circular en las redes sociales comentarios y rumores sobre más racionamientos y limitaciones en la producción del pan, entre los que el sitio digital Cubadebate menciona el supuesto de que el actual déficit de harina “conllevaría a racionalizar la venta del pan por grupos de edades y a prohibir la comercialización de este producto por el sector no estatal”.

Sobre este último punto, no obstante, no se pronunció el Mincin en su nota de este martes.

Las panaderías privadas cubren una parte de la demanda de pan en la Isla, pero su oferta se ve afectada periódicamente por las dificultades para el acceso a la harina —como sucede por estos días y se ha repetido en varias ocasiones en lo últimos años—, lo que repercute en el incremento de los precios.

Los actuales problemas con la producción de pan llegan en momentos de escasez y desabastecimiento de otros productos básicos y medicinas, en medio de una compleja coyuntura económica y social en la Isla.

Según los datos oficiales, Cuba importa cerca del 70 % de los alimentos que consume con un costo anual superior a los 2.000 millones de dólares.

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