“El Presidente de Estados Unidos tiene posibilidades, yo diría que ilimitadas, para vaciar el embargo de su contenido fundamental.” Josefina Vidal lo dijo así en una entrevista transmitida por la Televisión Cubana en horario de máxima audiencia.
La Directora General de Estados Unidos de la cancillería cubana respondió durante más de cuarenta minutos preguntas acerca del embargo y del futuro de las relaciones con el país norteño. La alta diplomática aprovechó la ocasión para reiterar una tesis: Barack Obama puede hacer más.
“Hay solamente un grupo reducido de cuestiones que el Presidente no puede modificar, porque están prohibidas por la ley” explicó Vidal, recordando que un acápite posterior a la codificación del embargo no priva al inquilino de la Casa Blanca de sus prerrogativas ejecutivas.
Precisó que Obama “puede autorizar, mediante licencias o del Departamento del Tesoro o del Departamento de Comercio, todas las demás transacciones, que incluye comercio, servicios, transportación.”
Vidal puso ejemplos de otras iniciativas que podrían adoptarse desde la Casa Blanca, como acceder al uso por parte de Cuba del dólar estadounidenses en sus operaciones financieras internacionales o autorizar la compra de productos con más de un diez por ciento de componentes norteamericanos.
“Pudiera permitir mañana que una compañía norteamericana comercie con Cuba, comercie en ambas direcciones, que exporte y que importe” aclaró Vidal, recordando que el Congreso todavía restringe el turismo o la concesión de créditos para la compra de productos agrícolas.
Apuntó que no habrá concesiones desde La Habana. “Hay un grupo mayor de políticas y de medidas que hay que cambiar del lado de Estados Unidos que del lado de Cuba.”
Respecto a las exigencias en temas como la democracia y derechos humanos, la diplomática reiteró la posición expresada por el presidente cubano Raúl Castro en una cumbre regional. “Las cuestiones de orden interno en Cuba no son negociables, como no son negociables para ningún otro país.”
La administración Obama reveló a mediados de enero pasado la voluntad de mantener su actual política migratoria hacia Cuba. En opinión de Vidal, “hay potestad ejecutiva, en el Poder Ejecutivo del gobierno de Estados Unidos para aplicar la Ley de Ajuste Cubano como dice la Ley, de manera discrecional y no automática.”
Si Obama siguiera este consejo, los emigrantes ilegales procedentes de Cuba dejarían de recibir instantáneamente los beneficios de la política de “pies secos, pies mojados” y podrían ser deportados de vuelta a su país, como el resto de los indocumentados atrapados por las autoridades norteamericanas.
Como la principal portavoz de su país en las negociaciones con Washington, la diplomática se mostró prudente acerca del futuro de la reconciliación. “No puedo decir que soy optimista total, porque hay cosas que se salen de mi control (…) pero tampoco puedo decir que soy pesimista, de lo contrario, no habríamos llegado al punto en que nos encontramos.”
