P.M.M “Los que mueven La Habana”

Fotos: Darío Leyva

Existe en La Habana una compañía de espectáculos que ha logrado sortear los más disímiles obstáculos para posicionarse en la preferencia de un amplio espectro de la juventud habanera. Me refiero a P.M.M —Por un Mundo Mejor—, un proyecto cuya intención primaria, según su creador Héctor Díaz Yáñez, era la de hacer fiestas.

Con tan atractivo propósito y arrasando con las dificultades que con el tiempo fueron surgiendo, P.M.M ha demostrado que su eslogan “Los que mueven La Habana”, constituye hoy una máxima que probablemente pocos se cuestionen.

Acorde con las tendencias más vanguardistas de las artes escénicas contemporáneas, la compañía ha logrado atraer al público con espectáculos que combinan las actuaciones en vivo de bailarines, músicos, modelos, artistas circenses y DJ’s, con proyecciones audiovisuales para las que se valen de la más novedosa tecnología disponible en Cuba en materia de láser, pantallas de diferentes tamaños y tipos, pirotecnia, efectos especiales y juegos de luces.

Conversar con Hectico DJ, cómo también llaman sus fans al director de P.M.M, vino a ser una especie acto revelador.

¿Cómo y cuándo surge el proyecto P.M.M?

Yo era DJ. Hacía las famosas Fiestas del Morro, conocidas también como Fiestas House, que llegaron a ser tan populares en La Habana que muchos se preguntaron cómo un DJ podía atraer a tantas personas. Fue entonces cuando me propusieron sumar otros artistas a mis espectáculos.

Recuerdo que en ese momento la propuesta me pareció una locura; con los años me he dado cuenta de que gracias a ello nació la idea de crear P.M.M. Busqué a bailarines y artistas circenses y logramos cautivar a muchísimo más público. De ahí que se me ocurriera que era el momento de fusionarnos y crear una empresa.

En aquel entonces, año 2005, era muy popular la frase “Por un mundo mejor”, y pensé que podía ser un buen nombre para nuestra compañía. Claro que resultaba una frase demasiado larga para que se pegara y decidimos nombrarnos entonces con las siglas P.M.M.

En el año 2006, pasamos a integrar el catálogo de la empresa ESCENARTE, la Agencia Comercializadora del Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) y hace un tiempo, por decisión del propio Consejo, debido a un proceso de reordenamiento de su actividad comercial, pertenecemos a la Agencia de Representaciones Artísticas ACTUAR.

Me resulta asombroso pensar que una marca se hiciera, por sí misma, tan popular. Recuerdo que en esos años ustedes estructuraron una campaña publicitaria, sin precedentes en nuestro país, que logró posicionarlos en la palestra pública. Muchas personas que no conocían a P.M.M, ya sabían de su existencia.

Al principio yo no pensaba mucho en eso, pero varios amigos me aconsejaron que hiciera una campaña de promoción. Hemos comercializado tanto la marca, que podría asegurar que P.M.M ha logrado ser lo que es, gracias también a toda esa campaña publicitaria que fuimos llevando a la par de nuestros espectáculos y del desarrollo de la compañía misma. Por supuesto que la clave de éxito no estaba en la campaña, teníamos muy claro desde el comienzo que lo más importante era lograr que la marca tuviera detrás un registro de garantía.

Trabajamos la mensajería, los sueltos, las pegatinas, etc. Ha sido una labor dura y compleja porque este es un camino que aún está por desarrollarse en Cuba, por ejemplo los sistemas promocionales de encuestas, es uno de nuestros proyectos pendientes.

Recientemente lanzamos el pasaporte P.M.M, exactamente igual a los pasaportes de viaje. Fun- ciona a través de las páginas de visa, que son canceladas a la entrada de cada espectáculo y permiten al cliente disfrutarlo gratis. El pasaporte no se compra, se adquiere por cantidad de visitas a nuestras presentaciones, pero termina haciéndose comercial porque hay mucha gente que quiere adquirir un pasaporte y asiste a más y más fiestas para ello.

P.M.M se presenta casi diariamente. Su trabajo con artistas de distintos géneros, así como la unión a los principales exponentes de la música popular bailable, han logrado que sus espectáculos reporten los mayores récords de asistencia y venta por concepto de covers en los centros nocturnos de la capital. ¿Cómo se estructura la compañía para alcanzar tales resultados?

Al inicio éramos solo una bailarina, un animador y yo. Pero ahora somos una pandilla de 109 integrantes. Nos organizamos por equipos de trabajo: uno de técnicos —montadores, luminotécnicos, sonidistas—, que dan aseguramiento a las actividades. Y varios grupos de bailarines, modelos, artistas circenses, animadores y DJs.

P.M.M no solo trabaja las fiestas en centros nocturnos. También organizamos espectáculos en plazas y parques públicos y apoyamos las actividades de diferentes instituciones. Recientemente, por ejemplo, estuvimos con nuestras pantallas apoyando las proyecciones en vivo de la Serie Nacional de Béisbol, que es en definitiva, una de las más esperadas y queridas fiestas en la Isla.

Para lograr hacer atractivo lo que sucede cada noche en el escenario durante nuestros shows, somos extremadamente cuidadosos con la progresión del ritmo y damos una especial atención a la concepción del guión, a partir de un fuerte y sistemático trabajo de mesa que contribuye a visualizarnos integralmente como un todo único bien balanceado y armónicamente equilibrado, aspectos que tal vez hayan sido nuestra secreta clave de éxito.

Nuestro sello es darle fiesta a la gente en cualquier sector, más masivo, menos masivo, más comercial y menos comercial. La frase final de P.M.M es “Fiesta y alegría”. Por ella trabajamos.

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