Robos en trenes cubanos “paralizan” miles de toneladas de mercancías

Grupos de ladrones, conocidos como "ninjas", han dañado 403 vagones de carga desde 2017 para robar cemento, azúcar, harina y combustible, entre otros productos.

Foto: Yuris Nórido.

Foto: Yuris Nórido.

Cuba ha dejado de mover miles de toneladas de alimentos y mercancías a causa del pillaje y el robo en los trenes de carga que van del centro al este del país, un “fenómeno que no es nuevo”, al que se unen pérdidas cuantiosas por robo de combustible, denuncia este miércoles la prensa cubana.

Desde 2017, han sido dañados 403 vagones de carga, conocidos en Cuba como “silos” y con capacidad para 60 toneladas –cada uno de ellos en más de dos ocasiones–, lo que provocó la paralización de unas 15,000 toneladas de cemento, reveló un extenso reportaje del diario Granma.

Los ladrones, “llamados ‘ninjas’ por la manera en que actúan”, asaltan los vagones en movimiento utilizando “picos, mandarrias y hasta equipos de oxicorte, causando un gran daño a esos medios de transporte” y la paralización del flujo de productos, explicó el directivo de la Empresa de Ferrocarriles Centro, Lázaro Moreno.

Entre los sitios con mayor número de hechos delictivos, están la zona de Majagua en Ciego de Ávila, Jatibonico en Sancti Spíritus, y Placetas, en Villa Clara. Los delicuentes, a los que Granma cataloga como “personas de baja catadura moral”, “han llegado a agredir a varias tripulaciones que se les han enfrentado”, según el reportaje.

Además del cemento, de alta demanda en un país inmerso en numerosos proyectos constructivos, los “ninjas” han robado grandes cantidades de azúcar y harina de trigo, esta última también muy demandada debido a la inestabilidad de su suministro a las tiendas.

El combustible “se esfuma” también de los vagones y las locomotoras, de donde lo sustraen las propias tripulaciones para luego venderlo de forma ilícita “en diferentes puntos del país en combinación con ciudadanos ajenos al sector”, aseguró la publicación cubana.

El desvío de combustible al mercado negro es un prolongado problema que cuesta millones a las arcas estatales en Cuba y se ha agravado en los últimos años por la reducción de los envíos a la Isla de petróleo subsidiado desde Venezuela.

Ante esta práctica ilícita, el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel aprobó en septiembre pasado un grupo de medidas para frenar la sangría de combustible estatal, entre ellas el decomiso de vehículos.

La falta de comercios mayoristas y el desabastecimiento en la red minorista provoca que productos como la cerveza nacional, las papas, la harina, la sal y la leche, entre muchos otros, se vendan “por la izquierda”, en su gran mayoría sustraídos de almacenes o fábricas.

Entre las soluciones, los directivos de la Empresa de Ferrocarriles han ordenado el acompañamiento del tren por agentes de seguridad del Ministerio de Transporte.

También se realiza un “análisis diario” del consumo real de combustible y el pronosticado según la trayectoria de los trenes, habilitados con Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y se ha cercado la terminal marítima del puerto de Cienfuegos, un enclave de donde salen y entran vagones llenos de productos.

En el nudo ferroviario de Candelaria, un sitio estratégico de convergencia en la provincia de Cienfuegos, será construida en breve una estación de control, informó Granma.

Salir de la versión móvil