A través de un comunicado dado a conocer por Sherritt International la compañía confirma que sus socios cubanos “han ratificado formalmente un acuerdo de vencimientos pendientes” por un valor de 150 millones de dólares, de los cuales han realizado el primer pago mensual de 2.6 millones.
Según Sherritt los montos que adeuda Cuba incluyen un préstamo otorgado por Sherritt para financiar la expansión de las instalaciones de producción de energía en Boca de Jaruco.
“La ratificación del acuerdo de cuentas por cobrar vencidas por nuestros socios cubanos es un paso importante para abordar nuestros problemas de cuentas por cobrar en Cuba”, dijo David Pathe, Presidente y CEO de Sherritt International.
“Nos gustaría agradecer a nuestros socios cubanos y funcionarios gubernamentales por sus esfuerzos para ratificar el acuerdo a la luz de los recientes desarrollos geopolíticos que han impactado al país. Continuamos trabajando con nuestros socios cubanos para tratar de garantizar que las cuentas por cobrar actuales se paguen de manera oportuna”, continuó la declaración de Pathe.
Díaz-Canel y director de Sherritt confirman estabilidad de inversiones
A principios de mayo pasado el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se reunió con Pathe y al término del encuentro confirmaron la estabilidad y la “buena marcha” de las inversiones conjuntas.
El mensaje corporativo da ahora más detalles sobre un acuerdo entre Sherritt y el gobierno cubano en virtud del que compañía canadiense recibirá pagos cubanos por un promedio de 2.5 millones de dólares por mes a partir de mayo de 2019.
Adicionalmente informa que el acuerdo con Cuba establece que Sherritt recibirá el 100% de las distribuciones (ganancias) de Moa Joint Venture una vez que cada socio haya recibido una cantidad mínima de distribuciones, añadiendo que “el umbral mínimo de dividendos para 2019 es de US $ 68 millones” y que “el umbral mínimo de dividendos para 2020 se encuentra actualmente en discusión”.
Las relaciones de negocios entre Sherritt International y Cuba datan de casi 25 años.
La canadiense confía en mantener la cooperación y mencionó la producción de níquel y cobalto en el mercado internacional, en relación con la creciente demanda de estos metales para la producción de baterías de vehículos eléctricos.