La cantante cubana Rochy Ameneiro conversa con OnCuba sobre su proyecto “Tod@s contracorriente”, que lucha por la no violencia hacia las mujeres y las niñas
Quizá si le preguntáramos al hombre de hoy cuál es el papel de la mujer en la sociedad, no dibujaría la vieja imagen de las féminas con un delantal en la cocina. Sin embargo, cambiar mentalidades del todo resulta muy complicado cuando se trata de algo dado como natural: atribuida al contexto socioeconómico, escondida tras concepciones patriarcales, o permeada por la asignación de roles de género, la violencia hacia las mujeres y las niñas continúa afectando al mundo actual.
En esa realidad se inspiró la cantante cubana Rochy Ameneiro, quien, motivada además, por el Doctor Julio César González Pagés, coordinador de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), desarrolla el proyecto “Tod@s contracorriente” que se manifiesta por la igualdad de género.
Próximo a cumplir tres años de creado, el espacio se alza a favor de una cultura de paz y se viste de violeta, por ser el color del feminismo, “aunque los días 25 de cada mes nos cambiamos al naranja para manifestar que estamos en la lucha por la no violencia contra las mujeres y las niñas, que estimuló el Secretario General de las Naciones Unidas, con la campaña Únete”, comenta su creadora.
La Casa del Alba Cultural brindó apoyo desde el principio a esta iniciativa, en ella se abrió la peña Mujeres del Alba para fomentar el intercambio y educar desde las manifestaciones artísticas y el diálogo.
¿Existe alguna experiencia de vida que te haya decidido a tratar el tema?
Como la mayoría de las mujeres, yo he sido violentada y aunque la idea original surgió en una conversación con el Doctor Pagés, creo que en la determinación de realizar una tarea como esta, medió todo lo que he vivido. En el pasado, fui víctima de un acosador, pero creo que todas las féminas hemos sido perjudicadas por algún tipo de maltrato, de ahí el interés.
¿Cómo influye el hecho de vivir en Cuba en el desarrollo de este proyecto?
En Cuba tenemos a favor la existencia de varias instituciones que nos respaldan; asimismo, a nivel estatal contamos con la voluntad de que acaben los abusos y menoscabos. No obstante, ser cubanas no nos exime de ser agredidas igual que otras mujeres del mundo.
Si bien hemos ganado reconocimiento a través de estos años, disfrutamos de leyes que nos protegen y de una organización que nos representa- la Federación de Mujeres Cubanas (FMC)- continuamos siendo víctimas del machismo, por eso nuestro país tuvo que sumarse a la lucha.
“Tod@s contracorriente” se ha nutrido de varios artistas; en un inicio contó con personalidades tan importantes como Omara Portuondo, también recibió el apoyo de Aldo López-Gavilán, Santiago Feliú, y hace algún tiempo participó de él Julieta Venegas. ¿Quiénes más se han sumado?
Algo maravilloso nos ocurre y es que todo el mundo quiere integrarse. La colaboración de nuestra gran Omara en la arrancada fue muy importante, porque es una voz que todo el mundo quiere y respeta en el país e, incluso, en el mundo.
Lo más hermoso es que no solo se han sumado mujeres, también los hombres se interesan, y esto es lógico cuando creamos un espacio inclusivo: no somos las féminas contra los varones, buscamos la equidad de los dos sexos.
Recientemente, invitamos al cantautor mexicano Alejandro Filio, muy reconocido en su país y que hizo su adhesión oficial a la campaña Únete de la ONU. Su asistencia fue una experiencia muy importante y enriquecedora.
Pero no solo se interesan personalidades del mundo musical, este tema sensibiliza a todo tipo de artistas, pues aunque el proyecto nació a partir de la canción, me he estado vinculando a otras ramas de las artes. Desde el inicio está la destacada creadora de la plástica Ileana Mulet, igualmente hemos trabajado con la poetisa Marilyn Bobes, con la escritora Laidi Fernández, entre otras.
Resulta significativo destacar que aunque yo sea la cara líder del espacio, somos muchas las personas involucradas. En cada presentación se implican varios profesionales, técnicos, que van tomando conciencia.
Hay millones de nombres por la Isla relacionados con nuestra iniciativa. Cuando nos fuimos de gira por las provincias cubanas, siempre nos acompañó un artista de la zona y compartimos escenarios, conferencias y talleres.
Del mismo modo, la unión de académicos como el Doctor Julio César González Pagés y todos los miembros de la RIAM, posee un papel primordial, pues al involucrarse en las actividades, pueden enseñarle a los creadores a identificar elementos violentos en los audiovisuales, en la música, en los textos, en las expresiones, para que no se sigan propagando.
Háblanos de la visita de Ban Ki- moon a Cuba y tu encuentro con él en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX)
Cuando vino Ban Ki- moon, canté, acompañada al piano del miembro más joven de la Red de Artistas Únete, mi hijo Rodrigo García, quien tiene 15 años. En este encuentro, el Secretario General de las Naciones Unidas hizo referencia a la campaña El valiente no es violento, que salió a finales del año pasado y está dirigida a los hombres. Aquí en Cuba los que lo han desarrollado en todas partes han sido los miembros de la RIAM con muy buenos resultados. La cita sirvió para llamar la atención sobre la necesidad de unificar fuerzas y acabar con el maltrato, fue muy provechosa.
¿Y sobre los planes más inmediatos del proyecto…?
En saludo al congreso de la FMC de este año, queremos realizar una especie de gira de conciertos, donde también se proyectarán audiovisuales de lo que se ha realizado hasta ahora. Esto ocurrirá en todos los municipios de La Habana, por ser una de las provincias con mayor incidencia de agresiones: los conciertos serán un llamado a la conciencia.
Además, próximamente saldrá un DVD de la primera gira que contiene todo lo que se hizo e incluye las grabaciones de las visitas a las escuelas donde se forman los Instructores de Arte.
¿Cuál es la mayor meta de Rochy con “Tod@s contracorriente”?
Una de las labores de los que hacemos música es transmitir una estética adecuada; me siento con la misión de educar a las nuevas generaciones.
El propósito último sería que se extinguiera la violencia, pero esto es una larga pelea. La recompensa más grande y, el mayor sueño también, es tener algún resultado y evidenciar que el trabajo no se ha hecho en vano y que todos los esfuerzos gastados sirven para mejorar la sociedad de algún modo. Ojalá se sigan incluyendo personas y el camino sea más corto.
Por Amalia Ramos Ivisate
