Violencia doméstica: gran out para los cubanos en Grandes Ligas

Héctor Olivera. Foto: MLB

Héctor Olivera. Foto: MLB

Nadie hubiera imaginado que cuando en agosto de 2015 la Oficina de las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores firmaron un acuerdo para sancionar a los peloteros por casos de violencia doméstica, los cubanos fueran los principales protagonistas.

Este acuerdo se generó debido al aumento en los casos de violencia doméstica que involucran a jugadores de otro torneo de gran convocatoria en la afición norteña, la National Football League (NFL). El acuerdo permite al comisionado de las Grandes Ligas implantar disciplina por una “causa justa”, mismo término que se utiliza en el acuerdo de negociación colectiva. Este tipo de falta en el comportamiento no es necesariamente dependiente de una condena penal.

En los últimos meses, en las Grandes Ligas han ocurrido cuatro casos de incidentes de violencia doméstica en la que se involucran peloteros en activo, y tres de ellos han sido de jugadores cubanos. El primero fue el polémico Yasiel Puig. “Wild Horse” tuvo un incidente con su hermana en un club nocturno del área de Miami el 26 de noviembre de 2015. No hubo detenciones o cargos presentados en el incidente.

La policía determinó que Puig y un guardia de seguridad tuvieron una pelea, pero que el jugador nunca empujó a su hermana, como inicialmente se había reportado. El “Caballo salvaje” del central Espartaco, en la provincia de Cienfuegos, salió ileso de otra de sus travesuras en un año bastante irregular para él como atleta.

Después llegaría la única sanción que se había impuesto hasta el momento por esta causa a un jugador. Aroldis Chapman fue suspendido  el primero de marzo con 30 partidos por la Oficina del Comisionado de Grandes Ligas. Varios reportes avalaron que agarró a su novia por el cuello tras una discusión. El lanzador de 28 años admitió haber realizado ocho disparos con un arma de fuego en su garaje después del incidente.

La sanción se hizo efectiva desde el primer día de esta temporada por lo que el “Misil de Cayo Mambí” demoró en debutar con los Yankees de Nueva York. Por si fuera poco perdió 1 856 557 de dólares de su salario.

Aroldis Chapman. Foto: Metro
Aroldis Chapman. Foto: Metro

El último caso cubano fue el de Héctor Olivera, que fue colocado en licencia administrativa con sueldo el pasado mes de abril después de ser arrestado cuando una mujer lo acusó de agredirla en el hotel del equipo en Arlington, Virginia. El santiaguero se afianzaba como regular en los Bravos de Atlanta aunque había conectado solo 2 hits en 19 turnos y apenas bateaba 211.

La mujer y el pelotero se conocían pero nunca se informó el vínculo entre ambos. LA MLB no mostró misericordia y sancionó al santiaguero con 82 partidos, la mayor cantidad impuesta hasta ahora por los casos de violencia doméstica registrados. El mal carácter le costará a Olivera más de dos millones y medio de dólares de los cuatro que debía devengar durante la temporada.

El primero de agosto cuando se incorpore a la competición tendrá que ganarse el puesto como el primer día porque sus presentaciones fueron bastante pálidas en el inicio de la campaña.

El cuarto caso anterior a Olivera también es de un pelotero latino, el dominicano José Reyes que fue sancionado a 51 partidos

Todos los incidentes han marcado un gran out para la imagen de los peloteros cubanos en las Mayores y ante el público estadounidense. Es una lástima, porque los jonrones de Yoenis Céspedes y Pito Abreu, los ponches de José Miguel Fernández y las atrapadas de Adeiny Hechavarría, deberían ser la única razón por la que nos hagamos famosos.

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