La Major League Baseball (MLB) aterrizará la próxima semana en Cuba. Sus intenciones por pactar acuerdos oficiales con la Federación Cubana de Béisbol (FCB) ya son un hecho y lo que parecía una carrera de fondo, de largo aliento, se ha convertido en un abrir y cerrar de ojos en un sprint.
Primero, los diálogos pasaron de puertas cerradas a reuniones oficiales, luego, el empuje de las declaraciones Rob Manfred, comisionado de la MLB, provocó un par de respuestas públicas de la FCB y algunos directivos del INDER (Instituto Cubana de Educación Física y Recreación). Más tarde, se conoció el anunció de que un equipo de liga menor de la franquicia de los Orioles de Baltimore jugará en la isla en 2016 y antes de cerrar este histórico 2015, la entidad norteamericana realizará una visita de buena voluntad durante 15,16 y 17 de diciembre.
El viaje de la MLB a Cuba tiene como objetivo mostrar sus intenciones de apoyar el béisbol en la isla y llegar a acuerdos concretos que posibiliten el libre flujo de jugadores cubanos hacia esa liga. La comitiva la encabeza Joe Torres, director de la oficina del comisionado de las Grandes Ligas y Dave Winfield, consultor especial de la MLB. También formarán parte del grupo las estrellas Miguel Cabrera, Nelson Cruz y Clayton Kershaw.
En las últimas horas, los principales medios especializados en el béisbol de la MLB han comenzado a aseverar que la entidad tiene la intención de llegar a La Habana con varios de los peloteros cubanos que se desempeñan en su liga. Con estas incorporaciones al grupo de la gira, las Grandes Ligas tienen la intención de direccionar aún más su estancia en Cuba hacia un acuerdo concreto acerca de la inclusión de los cubanos en la Gran Carpa.
Los nombres que se manejan son los de José D. Abreu y Alexei Ramírez de los Chicago White Sox, Bryan Peña de los Reds de Cincinatti y Yasiel Puig de los Dodgers de Los Ángeles. Sobre la probabilidad de regresar a Cuba, Abreu comentó en exclusiva a OnCuba: “No podemos confirmar nada, pero se están haciendo varios esfuerzos para que estemos allá. Ojalá todo se dé por el bien de todos. No sé más nada, solo me han llamado para saber si estaba dispuesto a ir y por supuesto que he dicho que sí.”
Por su parte, Ramírez nos señaló que “estaba en Cuba hace unos días y la pasé espectacular, esa es mi tierra, volver nuevamente en menos de un mes sería genial, parece que poco a poco todo va enderezándose. No me han confirmado todavía si es cierto pero que me hayan avisado es algo importante. Recemos todos.”
La divulgación de la presencia de estos cubanos en la nómina de visitantes podría no ser más que un intento de presión desde la opinión pública sobre los federativos cubanos, y como tal puede incluso generar un efecto boomerang en las autoridades, si estas perciben demasiada presión con la noticia. Quizás no, y ya es momento de que aterricen las estrellas cubanas de la Gran Carpa con pleno reconocimiento oficial, a manera del ansiado paso de página que muchos espectadores desean tras décadas de polarización política en el deporte.
No obstante, para casi todo el público está claro que los resultados luego de estos primeros pasos de entendimiento mucho dependen del fin del bloqueo económico y comercial que mantiene Estados Unidos sobre Cuba, la verdadera malla que detiene el libre flujo del juego.