Las cuentas de Juan Kubala: Yuniesky

Yuniesky Gourriel con los Quebec Les Capitales

Yuniesky Gourriel está jugando con los Quebec Les Capitales.

…porque 2×2 siempre son 4

Yuniesky Gourriel nunca ha sido –ni va a serlo a estas alturas- una estrella en el firmamento beisbolero. A diferencia de su hermano Yuliesky, el jardinero central no es un portento con el madero al hombro, y tampoco destaca por un brazo poderoso o la capacidad de estafar bases. Sin embargo, la vida le ha dado una misión trascendental.

Mientras Yuliesky juega en la poderosa Liga Japonesa junto a otros de los principales peloteros insulares, Yuniesky rompe monte en un escenario más modesto, pero medular de cara al futuro a corto plazo. Porque Canadá carece de un campeonato con el brillo del nipón, pero está mucho más cerca de Estados Unidos. Que es al béisbol lo que Brasil al fútbol, o lo que Escocia al whiskey.

Pero primero lo primero. Esto es, un aplauso –y un reconocimiento sin diploma, para que sea serio- a la idea de permitir que los jugadores de la Serie Nacional tomen parte en ligas profesionales de diferentes latitudes. Algo que (me parece obvio) nunca debió ser prohibido en una isla donde el deporte es cosa tan raigal como la santería, y donde el deportista, tanto como el paraguayo o el chipriota, come, bebe y tiene una familia que atender.

En fin, que se acabó la lamentable restricción y no hace falta el talento de Alfredo Despaigne para jugar extrafronteras. No señor. Para vivir del béisbol lo que usted necesita es un poco de suerte en el camino y la capacidad para encontrar su justo espacio. De ahí que los cracks hacen carrera en la MLB y la Nippon League, mientras los jugadores más discretos buscan ganarse el pan en plazas más discretas.

Es el caso del hijo mayor del otrora estelar Lourdes Gourriel. Después de más de diez campañas con los Gallos de Sancti Spíritus y los Leones de Industriales, el muchacho ha empezado a guapear los ahorros del mañana con los Quebec Les Capitales de la liga independiente Can-Am.

Lo más interesante de todo lo explicaba ESPN Deportes: el conjunto canadiense interviene en un torneo que juega un calendario interligas con 13 equipos de Estados Unidos, por lo cual visita territorio USA en varias ocasiones cada temporada. Y aunque el bloqueo no deja de mostrar la oreja, el precedente es poco más que estimulante, pues Yuniesky visitó la embajada norteamericana el pasado 31 de julio para recibir el permiso de empleo que lo autorice a tomar parte en los partidos celebrados en estadios de aquella nación.

¿Será esta la primera piedra en la ruta a derrumbar el muro absurdo que obliga al pelotero cubano a desertar si pretende enrolarse en Grandes Ligas? Por lo pronto, el outfielder lo tiene bien claro:

“Dios quiera que podamos jugar legalmente. Eso es lo que todos queremos. (…) Ha sido el comienzo de algo que puede ser muy grande. (…) El sueño de todo el mundo es superarse y si actualmente ese es el mejor béisbol del planeta, yo pienso que todo jugador de béisbol quisiera jugar ahí”.

Por ahí anda la clave del asunto, y Yuniesky Gourriel la resume diciendo que la meta es que los peloteros cubanos puedan competir en la MLB bajo los mismos términos y condiciones que los jugadores de otros países. Yo, que jamás fui su admirador en los terrenos nacionales, lo aplaudo ahora con manos y pies desde mi incómoda butaca de trabajo. Y hasta le mando un reconocimiento sin diploma, para que sea serio.

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