Moncada: desenlace y destino a Boston

Ni Yankees ni Dodgers. El prospecto cubano de 19 años Yoan Manuel Moncada desembarcará en las Medias Rojas de Boston, después de llegar a un acuerdo con la franquicia de Nueva Inglaterra por una cifra cercana a los 31,5 millones de dólares, aunque en la noche del lunes todavía el club no había confirmado la “bomba”.

Sí, porque el arribo del talentoso cienfueguero a los Red Sox ha desatado el revuelo en las Grandes Ligas (MLB), que vive por estos días el inicio de los entrenamientos primaverales en Florida y Arizona. La noticia ha retumbado particularmente en Nueva York, por el revés considerable que representa para los Yankees la pérdida de una estrella joven, destinada a oxigenar un sistema de fincas casi desierto.

Los míticos Mulos del Bronx, máximos ganadores en la pelota profesional estadounidense, estuvo en varias sesiones privadas con el infielder y bateador ambidiestro, pero a la postre el sureño se decantó por marchar a Boston, donde tendrá la compañía de su compatriota Rusney Castillo, además de la guía de una notable colonia hispana, liderada por David Ortiz, Pablo Sandoval y Hanley Ramírez.

En menor medida, los Dodgers también sintieron la decisión de Moncada, aunque todavía tienen bajo su poder a un proyecto de estrella como Corey Seager.

No obstante, después de los exhaustivos estudios sobre el cubano de Mike Brito, uno de sus más reconocidos scouts, destacado por descubrir al fenómeno Fernando Valenzuela en los años 80, se esperaba un esfuerzo mayor del conjunto donde milita el también cienfueguero Yasiel Puig.

“Es un pelotero muy bueno, que juega la segunda base, pero que también puede desempeñarse en la tercera y por todo el infield. Tiene muy buen físico, corre muy bien las bases, se trata de un buen prospecto”, detalló Brito sobre Moncada, que también fue visto de cerca por Andrew Friedman, presidente de operaciones de los Dodgers, y Don Mattingly, manager de la novena californiana, quienes finalmente no dieron el paso adelante para llevarse al antillano.

El impacto que puede tener el cienfueguero en las Medias Rojas todavía es un enigma, pero se anticipa que pasará un tiempo en las Ligas Menores a fin de pulir sus herramientas y obtener algún tiempo de juego después de estar alejado más de un año de las competencias.

Además, la gerencia de Boston manejará con sumo cuidado y sin prisas la proyección de Moncada, teniendo en cuenta que su infield está cubierto en cada posición para los próximos años, con los estelares Dustin Pedroia y Sandoval en la intermedia y la antesala, respectivamente, y el talentoso Xander Bogaerts en el campo corto, además de Mike Napoli en la inicial.

Hablamos de jugadores sólidos, que ofrecen seguridad al mentor John Farrell, aunque Yoan Manuel puede debutar en las Mayores si las lesiones vuelven a golpear a Napoli o Pedroia, o en caso de que Bogaerts no retome su rendimiento de primer nivel en su temporada de novato, completamente perdido en su segunda campaña.

Sin embargo, presumimos que Moncada tendrá una estadía considerable en las Ligas Menores, tiempo que deberá aprovechar para ganar en experiencia, sobre todo en el reconocimiento de envíos rompientes no tan frecuentes y en ocasiones desconocidos en Cuba, así como en su bateo en el cajón de la derecha, a todas luces inferior que a la zurda.

El entramado legal

Después de salir de Cuba legalmente hace 14 meses y establecerse en Guatemala, Yoan Manuel Moncada fue declarado agente libre por MLB desde el 15 de noviembre del 2014, aunque en ese momento no podía firmar ningún contrato, al no tener autorización de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para acometer tal operación.

Pasaron los meses, y todavía en febrero la OFAC no había desbloqueado al cienfueguero, pero en esa fecha las Grandes Ligas emitieron un comunicado donde dejaron bien claro que ya los cubanos no necesitarían dicho permiso, y en su lugar solo tendrían que presentar una declaración jurada como último paso antes de negociar contratos con equipos de las Mayores.

Entonces se abrieron las puertas para Moncada y todos los cubanos que aguardaban por la autorización, con la particularidad de que al sureño lo catalogaron agente libre aficionado en vez de profesional, pues tiene menos de 23 años y no jugó cinco temporadas en el circuito cubano.

Bajo estos términos, establecidos en el actual convenio laboral entre MLB y la Asociación de Jugadores, cualquier equipo que firmara a Moncada debía hacerlo con el dinero de su presupuesto para firmas de agentes libres internacionales en el período establecido (2 de julio del 2014 al 15 de junio del 2015), y en caso de exceder la cantidad de dinero asignado, tendría que pagar una penalidad del 100 por ciento del contrato.

Es decir, las Medias Rojas de Boston han desembolsado 31,5 millones de dólares por Moncada, pero tendrán que abonar esa misma cantidad como penalidad —un total cercano a los 63 millones—, y además, no podrán firmar agentes libres aficionados durante los próximos dos años por un monto superior a los 300 000 dólares.

De cualquier forma, ya todo esto es historia. Ahora Moncada tiene la oportunidad de empezar de cero con los Medias Rojas, escuadra que ha apostado abiertamente por desarrollar su talento y prepararlo como uno de los rostros representativos de la franquicia en la próxima década, otra muestra de la confianza en los peloteros cubanos después del millonario contrato (72,5) pactado con el jardinero Rusney Castillo.

Cinco herramientas y sin límites a la vista

La primera vez que vi a Moncada en un terreno de béisbol fue en Sancti Spíritus, en el Juego de las Estrellas de la 52 Serie Nacional. En aquella ocasión ganó la carrera de home a primera y la vuelta al cuadro, muestra ineludible de su tremenda velocidad, aunque impresionaba también por un físico similar al de un slugger.

Con el tiempo y el entrenamiento diferenciado en Guatemala y Estados Unidos, Moncada debe estar mucho más curtido, y lo cierto es que no parece haber disminuido en su capacidad beisbolera, pues en todas las sesiones privadas dejó pistas de poder, tacto, buen desplazamiento, manos suaves, potencia en el brazo y la mencionada velocidad en las almohadillas.

Los criterios son tan positivos que Ben Badler, escritor de Baseball America, señaló que Moncada tiene suficientes credenciales para ser seleccionado como primero en el draft del 2015 en caso de estar disponible.

“Es un corredor con fuerza bruta, superior a la media, que batea con poder de ambos lados del plato y tiene las herramientas y  habilidades necesarias para impactar en cuadro interior, tal vez en el campo corto”, reconoció en octubre Kiley McDaniel, uno de los principales cronistas del prestigioso sitio FanGraphs.

“Moncada es el tipo de contracción rápida, con gran velocidad en el swing, y su historial de rendir en grandes torneos y la liga profesional de Cuba es excelente teniendo en cuenta su edad”, añadió el especialista.

Su explosividad y versatilidad le han valido todos esos elogios, pero existe un criterio unánime de que no es un producto acabado, y también han surgido dudas sobre su capacidad como defensor del campo corto y bateador derecho.

De acuerdo a varios scouts, sus movimientos con los pies no son propios de un torpedero, y tampoco ha mostrado un desempeño fluido en la posición, aunque por su brazo y desplazamiento puede ocupar el puesto eventualmente.

No obstante, si se le pregunta por su ubicación preferida, escogería la segunda base, donde mayor tiempo ha estado al campo, solo que al final Boston definirá qué hacer de acuerdo a sus necesidades y proyección del cienfueguero.

Respecto al bateo, “él va a tener que aprender a golpear la bola de rompimiento, aprender a seleccionar la zona de strike y cómo lidiar con velocidad constante en una temporada extensa, con trayectos más largos que los de Cuba”, señaló un cazatalentos internacional a Jerry Crasnick, analista de ESPN.

Precisamente, por todas estas fisuras, algunos especialistas se inclinan por su estadía en las Menores durante un par de años, escalando desde Clase-A alta a Doble A, con incursiones en las Mayores para evaluar su respuesta en el escenario grande, aunque siempre con una palabra que reine en el panorama: paciencia, tanto de su parte como de los Red Sox.

Comoquiera, Moncada tiene madera de estrella, las proyecciones así lo aseguran, y de momento ha dado el primer paso, establecer vínculos formales con una de las franquicias más prestigiosas y poderosas en Estados Unidos, donde tendrá que mostrar no solo su capacidad atlética en el diamante, sino también esa dosis de sensibilidad y madurez que ha cautivado a muchos.

“No me puedo imaginar a algún explorador diciendo que Yoan es arrogante en cualquier aspecto de su vida. Él es el joven de 19 años más agradable, más maduro y con los pies en la tierra que he visto nunca”, señaló David Hastings, uno de los representantes de Moncada.

Salir de la versión móvil