Raymar Navarro y la esperanza de llegar a Grandes Ligas

Foto: Tomada de Juventud Rebelde

Foto: Tomada de Juventud Rebelde

Raymar Navarro salió de Cuba por la desconocida ruta del mar. Tuvo que sortear olas durante dos días para llegar a su destino, y mientras la embarcación estuvo rota, nunca perdió la esperanza de anclar sobre tierra. Esta fue su primera prueba antes de volver a montarse en el deseado box, y hace un año y 7 meses, se encuentra establecido en República Dominicana. Entrena a diario y se presenta en partidos de exhibición junto a otros cubanos que buscan llegar al béisbol de los Estados Unidos.

El holguinero fue conocido en Cuba por lanzar el no hit no run número 52 del béisbol cubano. Lo hizo el día 13 de marzo del 2012 ante Camagüey, en un juego que ganó 1×0. Cuando abandonó la isla, Navarro era el primer lanzador de los Cachorros de Holguín.

Navarro lanzó en 4 Series Nacionales, donde ganó 18 juegos y perdió 30, con ERA de 3.90 en 337.1 innings. No son números muy sorprendentes, a priori, pero a él solo le conectaron para 254 de average del oponente. En sus dos últimas temporadas elevó su valor como abridor pues ganó 13 juegos lanzando para 3.26 en la Serie 51 y 2.70 en la Serie 52 cuando solo le batearon para un risible 223.

Raymar Navarro es otro jugador cubano en Dominicana luchando día por día por ascender al profesionalismo, unido a lanzadores como Ariel Miranda, Jorge Hernández, Diosdani Castillo y Jorge Despaigne. OnCuba conversó con este joven talento del pitcheo cubano.

¿Qué edad tienes?

24 años

Cuando abandonaste Cuba, ¿lo hiciste con el objetivo de llegar algún día a las Grandes Ligas o tenías algún otro motivo?

Abandoné el país con el propósito de ayudar a mi familia a tener un futuro mejor y hacer feliz a mi madre y seres queridos, y jugar béisbol en las Grandes Ligas, claro. Pienso y creo en mí.

¿Con qué otros cubanos tienes la suerte de entrenar?

Entreno al lado de varios cubanos, siempre nos ayudamos, puedo nombrar a Jorge Despaigne, Roy Hernández, Lerys Aguilera y el estelar y grandes ligas Héctor Olivera, que es un líder para todos, estar a su lado es un orgullo.

¿Cómo has ido avanzando en cuanto a la velocidad de tu recta y tus lanzamientos secundarios?

Bueno, me he sacrificado mucho en la parte física gracias a mi preparador Nao Presinal, y otros que tuve un tiempos atrás. Pero Nao me hizo creer en mí y en que nada era o es imposible. Escuché muchos consejos también de compañeros, que entrenara duro y no pensara tanto en la milla a la que llegaría. Ahora, en este momento, tengo recta de 94-96 millas y los rompientes a un buen nivel de mejoría. Cada día se mejora si el entrenamiento es fuerte, y estoy trabajando más la slider, spliter, cambio y pambol y los llevo al paso.

¿Cómo recuerdas tu juego sin hit ni carreras en Cuba en el 2012? Fue junto a tu compañero Pablo Millán Fernández, quien fue firmado hace muy poco por los Angeles Dodgers.

Solo recuerdo que ese día fue algo que salió, porque ningún pitcher dice que dará no hit no run. Solo fui a ese juego a permitir menos de dos carrera y pocos hits para mejorar mis estadísticas, que fueron buenas, y me di de cuenta que en el séptimo inning no me habían dado hit ni me habían anotado carrera y que se podría lograr lo que salí a buscar, pero pasó ese último tercio de juego y estaba en ese momento el cerrador por excelencia Pablo Millán, y juntos los dos lograríamos la hazaña y hoy está en la historia. Yo tiré los 9 inning sin permitir nada y luego llegó Pablo y la hizo bien como casi siempre. Espero que el deporte me siga dando buenos momentos como ese, y si pudiera un día tener la oportunidad de que saliera algo parecido otra vez, sería maravilloso.

¿Qué equipos o scouts han estado evaluándote?

Entre 30 organizaciones me han dicho que tengo buena evaluación de los Marlins, Colorado y Dodgers. Espero pactar con alguno.

¿Cómo es para un beisbolista cubano estar lejos de su familia y entrenar cada día sin tener certeza del futuro?

Realmente es algo difícil sobreponerse a esas dificultades de salir del país con la esperanza de regresar y estar con tu familia, porque uno, estando sólo, en verdad se da cuenta que la familia es lo más grande y hace falta su apoyo. Todos los peloteros cubanos que salen a buscar un futuro deben ser perseverantes y luchar sin desenfocar el objetivo, que es jugar béisbol y ayudar monetariamente a la familia.

¿Cómo has ido eliminando tus problemas con el control?

Yo no me caracterizo por ser un pitcher descontrolado, pero cada día trabajo en base a eso y en buscar más las esquinas. Un buen pitcher también busca su efectividad en las carreras limpias, con la ayuda de entrenadores y el preparador físico estoy mejorando la mecánica.

¿Qué les puedes decir a todas aquellas personas que están esperando lo mejor de ti, lo mismo en Cuba que en el extranjero?

El mensaje que dejo y quiero que tengan la oportunidad de leer es que nunca van lejos los de “alante si los de atrás corren bien”, y para todos aquellos que creen en mí, decirles que sabré hacerlos sentir bien y no decepcionarlos. Estoy luchando cada día para buscar los resultados.

¿Crees que estás muy lejos de firmar con alguna organización de Grandes Ligas?

Tengo mucha fe en que podría ser pronto. La cuestión es estar dentro y jugar béisbol, que es lo que me gusta. Espero tener noticias pronto y positivas. Hay que tener paciencia, que todo llega si está para uno.

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