Sin ruedas, a la vista de todos, apoyados en cualquier estructura mientras llega el dinero o las piezas de repuesto. Pero la espera tarda meses, años y en la misma calle se van quedando, condenados al abandono. Son autos modernos y antiguos, de todos los colores y de todos los tipos, sin fecha de salida, sin posibilidades de hacerlo. Todos juntos van a parar al museo del reposo. El sol y el tiempo los va destruyendo y por toda la ciudad se exhiben sus restos.
![Foto: Gian Carlo Marzall.](https://oncubanews.com/wp-content/uploads/2017/04/DSC2969.jpg)
![Foto: Gian Carlo Marzall.](https://oncubanews.com/wp-content/uploads/2017/04/12-DSC4941-1.jpg)