El Arzobispo Thomas Wenski y los peregrinos de Miami

Foto: Michel G. Nuñez

Foto: Michel G. Nuñez

El Papa Francisco comienza hoy un recorrido que enlazará a Cuba y Estados Unidos, y que ha sido definido por su portavoz Federico Lombardi como el “más largo y complejo” desde el inicio del pontificado latinoamericano. Durante este recorrido que incluye ambos países, el Papa tiene previsto pronunciar 26 alocuciones, solo cuatro de ellas en inglés y el resto en español, idioma en el cual se dirigirá a la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde intervendrá el día 25 de septiembre. Será una gira de nueve días por dos países hasta hace poco enemigos irreconciliables, en cuya reanudación de relaciones y diálogos tuvo un papel significativo la Iglesia Católica y, en especial , el Santo Padre.

En esta ocasión, así como ocurrió durante las visitas de Juan Pablo II (1998) y de Benedicto XVI (2012), llegarán a Cuba centenares de personas, muchos de ellos cubanos emigrados buscando la cercanía del líder de la Iglesia católica. La Arquidiócesis de Miami, encabezada por el Arzobispo Thomas Wenski, invitó una vez más a sus feligreses a una peregrinación a La Habana para participar de las actividades del Papa Francisco en su visita a Cuba. Alrededor de 200 personas se sumaron a la iniciativa, sin contar otros grupos organizados por diferentes parroquias en el Estado de la Florida.

Wenski, máxima autoridad de la Iglesia Católica en la Florida, respondió en exclusiva, algunas preguntas de OnCuba desde el aeropuerto de Miami, minutos antes de viajar a la isla.

¿Por qué ir a Cuba y no esperar la llegada del Papa en Estados Unidos?

“Cuba y la Florida están unidas por su historia desde los tiempos de la fundación de la Villa de San Agustín, en donde falleció el Padre Félix Varela y donde estuvo brevemente sepultado hasta nuestros días, con más de un millón de cubanos y cubanoamericanos viviendo en el Sur del estado. Nuestro peregrinaje es una forma de levantarnos en solidaridad con la Iglesia en Cuba, la que siempre acompañó al pueblo cubano; es además un forma de demostrar que el pueblo cubano es uno, incluso en ambos lados del Estrecho de la Florida.”

El gobierno cubano, a través de un editorial publicado en el diario Granma, expresó que “ “los peregrinos de otras partes del mundo, que querrán acompañarnos en esta significativa ocasión, serán acogidos con la amabilidad que caracteriza a los cubanos”. ¿Qué opinión le merece estas palabras?

“Nuestro peregrinaje en marzo de 2012 por la visita del Papa Benedicto XVI fue muy exitoso: no hubo retraso en los puestos de Inmigración y Aduanas, los autobuses y equipajes estuvieron bien organizados. Experimentamos la “amabilidad típica del pueblo cubano” y esperamos esa amabilidad una vez más”.

¿Qué mensaje llevan los peregrinos de Estados Unidos al pueblo cubano?

“Somos hermanos y hermanas. Las palabras de los Papas que han visitado Cuba (San Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco) trazan una hoja de ruta hacia una mejor relación en ambos lados del Estrecho de la Florida, así como hacia la edificación de un futuro de esperanza en Cuba”.

¿Considera que los pueblos de Cuba y Estados Unidos están mejor preparados para el diálogo e intercambio de experiencias y puntos de vista que sus gobiernos?

“Los contactos persona-persona son importantes en la creación de condiciones en las cuales los gobiernos puedan cooperar, desde posiciones de respeto mutuo para juntos alcanzar el bien común”.

Foto: Michel G. Nuñez
Foto: Michel G. Nuñez

En el grupo encabezado por el Arzobispo Wenski también viajan sacerdotes y obispos de otras ciudades en los Estados Unidos, quienes sostendrán encuentros con representantes de la Iglesia y el pueblo en Cuba. Tal es el caso del Padre José Vasquez, Obispo de la Ciudad de Austin en Texas quien califica de histórico este viaje. “El Santo padre trae un mensaje de alegría, misericordia y esperanza. El mensaje que envió al pueblo cubano hace pocos días fue “Jesús te ama” y quiere que eso le quede claro a las personas. Él está muy contento de estar con nosotros y yo muy contento de ser parte de esto”.

Vasquez considera ésta una oportunidad increíble para que el pueblo de Cuba conozca al Papa Francisco; “como americanos (estadounidenses) estamos apoyando al pueblo cubano. Es importante estar unidos en nuestra fe y unidos como pueblo. Eso significa mucho”.

Entre los peregrinos viajan cubanos que emigraron hace más de cincuenta años y se acercan a su país natal por primera vez, algunos lo hacen acompañados por sus hijos. Vienen también ciudadanos norteamericanos interesados en conocer e intercambiar con el pueblo de la isla, unidos en la fe y el amor.

Foto: Michel G. Nuñez
Foto: Michel G. Nuñez

Felice Gorordo es hijo de emigrantes cubanos. Carga desde hace algunos años con la promesa incumplida de acompañar a su madre a una visita su país natal. Complicaciones de salud no lo hicieron posible. Nos cuenta que “cuando al Papa Francisco anunció su intención de visitar la isla, sentimos que era la oportunidad de realizar el sueño más de 46 años después”. Gorordo considera que “existen maneras de ayudar a los nuevas generaciones a ser protagonistas de su propio futuro. Como hijos e hijas de la diáspora cubana, nuestra responsabilidad es eliminar las divisiones y estamos profundamente comprometidos a recabar apoyos para que nuestros semejantes hagan una mejor vida para ellos y sus familias en Cuba”

Felice, al igual que un número considerable de cubanos que viven en Estados Unidos opina  que “el reciente restablecimiento de las relaciones entre ambos países puede contribuir en la promoción de un mejor entendimiento y diálogos en ambos lados del Estrecho de la Florida”

También así se expresó David W. Jones, hombre de negocios y residente en Washington DC. En su opinión el Papa Francisco jugó un papel importante en el restablecimiento de relaciones entre su país y la isla del Caribe. Así mismo confía en el desarrollo del diálogo mutuo como única vía en el progreso de las relaciones entre los gobiernos.

“El presidente Obama ha mostrado un fuerte liderazgo en ayudar a cambiar la fallida política hacia Cuba. Ahora el Congreso debería eliminar las restricciones de viaje y negocios, lo cual ayudaría a las exportaciones norteamericanas, a la creación de empleo en nuestro país y a ayudar el pueblo cubano”.

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