Un toque de violín para Leocadia

Cada 19 de marzo, una procesión de personas va hasta la tumba de Leocadia Pérez Herrera en el Cementerio de Colón.

La de Leocadia es la segunda tumba más visitada, después de la Milagrosa, en el campo santo. Foto: Otmaro Rodríguez

Cada 19 de marzo, una procesión de personas va hasta la tumba de Leocadia Pérez Herrera en el Cementerio de Colón, en La Habana. Aunque su nombre y su vida sean desconocidos para muchos, también son muchos los que le recuerdan y le veneran 60 años después de su muerte.

Después de realizar sus plegarias un hombre permanece sentado cerca de la tumba de Leocadia Pérez Herrera. Foto Otmaro Rodríguez.

Como médium practicante del espiritismo, Leocadia se convirtió en una figura legendaria y de gran arraigo popular. Según se cuenta, cientos de personas iban a consultarse diariamente con ella, e incluso hacían cola desde la madrugada a la entrada de su templo, en las afueras de La Víbora.

Solo con perfume, flores y agua, ella lograba conectarse con el espíritu centenario del Hermano José, un esclavo africano también conocido como Tá José, al que se atribuyen poderes milagrosos, y cuyo símbolo es una estrella tejida de siete puntas y siete colores. Un retrato suyo, dibujado por un pintor ciego, presidía las sesiones de espiritismo, según estudios realizados.

Una religiosa se toma fotografías junto a San José. Foto: Otmaro Rodríguez
La estrella de siete puntas y siete colores, símbolo que representa al Hermano José. Foto: Otmaro Rodríguez

Las investigaciones también afirman que en su clientela no faltaban celebridades como Bola de Nieve e, incluso, Marta Fernández, la esposa del dictador Fulgencio Batista, a quien, sin embargo, se dice que se negó a consultar. En cambio, a personas de bajos recursos les ofrecía sus servicios sin cobro alguno, por lo que ganó gran devoción entre los más pobres.

En la actualidad, Leocadia y el Hermano José siguen siendo venerados por muchas personas, quienes les hacen ofrendas, les piden deseos y visitan su tumba con fervor. En particular, el día de San José les dedican allí un toque de violín y otros rituales, con la presencia de numerosos devotos.

Un hombre toca violín todos los años frente a la tumba de la espiritista. Foto: Otmaro Rodríguez

El fin de semana anterior tuvieron nuevamente lugar estos homenajes en el Cementerio de Colón y allí estuvo nuestro fotorreportero Otmaro Rodríguez. Sirvan entonces sus imágenes como testimonio de la devoción que muchos cubanos les tributan y su legado en la cultura popular.

Según investigaciones los ritos y ceremonias afrocubanos no eran empleados en sus consultas. Foto: Otmaro Rodríguez.
Una fiel creyente riega perfume sobre la tumba de Leocadia Pérez Herrera. Foto: Otmaro Rodríguez.
En el violín ofrecido se tocaron melodías como: “Bella Cubana”, “Ave María”, “Amor eterno” entre otras… Foto Otmaro Rodríguez.
Religiosos en un toque de cajón cerca de la tumba de Leocadia. Foto: Otmaro Rodríguez
Fieles en la tumba de la médium Leocadia Pérez Herrera en la Necrópolis de Cristóbal Colon. Otmaro Rodríguez
Una familia de Guanabacoa trajo consigo una escultura de San José. Foto: Otmaro Rodríguez.
Rituales en el día de San José, cementerio Cristóbal Colón, La Habana, Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez
Las personas llegan y tocan la aldaba de bronce que se encuentra en la tumba. Foto: Otmaro Rodríguez
Religiosas depositan velas, flores en la tumba e Leocadia Pérez. Foto: Otmaro Rodríguez
Fanáticos y devotos el pasado 19 de marzo en la tumba de Leocadia Pérez. Foto: Otmaro Rodríguez
Una niña vestida de Oshún, en la tumba de Leocadia Pérez Herrera. Foto: Otmaro Rodríguez
Depositando ofrendas en la tumba donde se encuentra la espiritista Leocadia Pérez. Foto: Otmaro Rodríguez
Fanáticos y devotos el pasado 19 de marzo en la tumba de Leocadia Pérez. Foto: Otmaro Rodríguez
Personas en 19 de marzo, Día de San José, cementerio de Colón. Foto: Otmaro Rodríguez.

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