¿Una vuelta de tuerca a la informatización en Cuba?

La conectividad no es el único aspecto de la informatización de la sociedad, pero es todavía uno de los más polémicos para los cubanos.

La conectividad no es el único aspecto de la informatización de la sociedad, pero es todavía uno de los más polémicos para los cubanos.

Días atrás el Consejo de Ministros de Cuba aprobó una política integral para el perfeccionamiento de la informatización de la sociedad.

De acuerdo con el periódico Granma, la nueva política prioriza las Tecnologías de la Informatización y las Comunicaciones (TIC) como un sector estratégico que “coadyuve al crecimiento de la economía” y “garantice una adecuada seguridad del ciberespacio frente a las amenazas, riesgos y ataques de todo tipo”.

La nota periodística precisa que entre las acciones previstas en la política se hayan la potenciación del “acceso de los ciudadanos al empleo de las nuevas tecnologías” y la modernización de “la infraestructura tecnológica, prestando especial atención al despliegue de la banda ancha y a la producción de dispositivos informáticos en Cuba”.

Además, se priorizará el “fomento de la industria de aplicaciones informáticas” y se establecerá “una plataforma nacional que incentive la generación de contenidos y garantice la posibilidad de socializarlos, dirigirlos a fortalecer la identidad y preservar los valores de la sociedad cubana”, aunque no se precisa en qué consistirá esta plataforma.

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La nueva política fue expuesta por Leonardo Andollo, segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, en una reunión en la que también se aprobaron estrategias para el sistema de normalización, la industria pesquera y la continuidad de estudios en la educación superior y técnica profesional, entre otros temas.

Según lo referido por Granma, “a partir de lo aprobado se crearán condiciones para facilitar la comunicación entre las diferentes instituciones gubernamentales y los trámites a la población”.

Sin embargo, en la información de la prensa estatal no se hace referencia a acciones más concretas que pudieran estar en el documento aprobado por el Consejo de Ministros, ni a los plazos para su implementación. Tampoco se menciona explícitamente la palabra Internet.

En retrospectiva

Los planes y políticas para la informatización de la sociedad cubana no son nuevos. Hace más de una década, Cuba presentó en las Cumbres Mundiales de la Sociedad de la Información, celebradas en Suiza y Túnez, un Programa Rector cuyos resultados no se materializaron con sistematicidad y coherencia.

Este programa, que data de 2005, declaraba perseguir la promoción del “uso masivo de las Tecnologías de la Información a escala nacional” y reconocía que la contribución que el acceso a Internet puede hacer a la economía nacional “resulta decisiva para salir del subdesarrollo”.

Entonces se planteaban varias “líneas de acción”, algunas nuevamente referidas en la política aprobada ahora, y se señalaban limitaciones económicas y de infraestructura con la agravante del bloqueo de los Estados Unidos. Este ha sido uno de los argumentos repetidos por las autoridades cubanas a propósito de este tema, en detrimento de otras causas para los todavía muy insuficientes índices de informatización y conectividad en la Isla.

En 2015, Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente cubano, reconoció los problemas de este proceso en la clausura del Primer Taller de Informatización y Ciberseguridad celebrado en La Habana. “Se ha hecho mucho, pero no todo lo que necesitamos, ni de la manera más coherente”, aseguró.

Díaz-Canel se refiere a la posibilidad del Internet para toda Cuba

En esa ocasión, Díaz-Canel se refirió al acceso al red de redes como un derecho que entraña también deberes en relación con su uso, y dijo que “existe la voluntad y disposición del Partido y el Gobierno cubanos de desarrollar la informatización de la sociedad y poner a Internet al servicio de todos y a lograr una inserción efectiva y auténtica de los cubanos en ese espacio”.

Habló también del interés de la administración Obama de promover inversiones en el sector de las telecomunicaciones”, como un cambio en la política de los Estados Unidos hacia la Isla tras el 17D que “acentúa la necesidad de que avancemos más en el proceso de informatización”.

Durante el evento se presentó un Resumen de las bases y prioridades para el perfeccionamiento de la informatización de la sociedad en Cuba, que fue cuestionado luego por expertos de la Universidad de La Habana.

“En el Taller se partió de una política de informatización desactualizada –decían los expertos en un informe resultado de sus deliberaciones–, que repite aspectos que se han recogido en documentos anteriores de política, que no establecen como primordial el acceso pleno de todos los ciudadanos a las tecnologías de la informatización y los servicios vinculados a ella.”

“El concepto planteado por la dirección del país –expresaba el informe en otra de sus partes– en de que el acceso pleno a Internet es un derecho de todos los ciudadanos cubanos es clave. Se debe implementar en tiempo breve mediante acciones concretas y con un calendario de dominio público para que Cuba se recupere del atraso acumulado en este aspecto.”

Han pasado dos años.

También en 2015 se filtró una “Estrategia Nacional para el desarrollo de la Infraestructura de Banda Ancha en Cuba”, la cual se fijaba un cronograma que permitiría contar en el 2020 con no menos del 50 por ciento de los hogares cubanos conectados a Internet mediante conexiones de banda ancha ADSL.

Además, estipulaba que para esa fecha la conexión de calidad debería llegar al 80 por ciento de las entidades comerciales (estatales o no), y al 95 por ciento de los centros educacionales y de salud. Para entonces el acceso a la red de banda ancha a 256 kbit/s, no debería costar más de 5 por ciento del salario medio mensual de la población cubana.

El documento, publicado por el blog La chiringa de Cuba y cuya autenticidad no ha sido demostrada ni negada públicamente por ninguna autoridad de la Isla, fijaba en un 0 por ciento la penetración de Banda Ancha en la telefonía (fija o móvil) y en solo el 3,4 por ciento los hogares con acceso a la red internacional. El porcentaje de personas que usan Internet en Cuba quedó entonces establecido en un 25,7 por ciento.

Estas cifras han tenido un incremento paulatino, aunque muy alejado aún de los niveles a los que aspiran los cubanos.

El Internet cubano de hoy

Según datos dados a conocer recientemente por la empresa telefónica estatal ETECSA, en Cuba existen más de 5 millones de líneas telefónicas, de ellas poco más de 4 millones móviles.

El número de salas de navegación en diferentes instituciones públicas era de 611 al cierre de 2016. La capacidad de tráfico en la hora pico (entre las 9:00 y las 12:00 de la mañana) alcanza los 200 Mbps.

En cuanto a la navegación por vía inalámbrica, el número de zonas WIFI creció en el año anterior hasta superar las 300 y con la apertura este enero de una nueva zona en el San Germán, Holguín, se extendió la cobertura de este servicio hasta 165 de los 168 municipios con que cuenta el país.

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Aun así, el índice de penetración de Internet no sobrepasa el 34 por ciento, según estadísticas del Internet World Stats. Esta propia fuente sitúa la media de la región caribeña en 43,7 por ciento y la del mundo en 50,1.

Otras fuentes rebajan las cifras a menos del 30 por ciento e incluso mucho más. Estos estimados aducen que los reportes oficiales no especifican entre las conexiones reales a Internet o a redes internas de Cuba, conocidas como Intranet, que solo permiten el acceso a sitios de dominios cubanos.

Para 2017, ETECSA proyecta aumentar en más de medio millón las líneas telefónicas ya existentes y poner en servicio 180 nuevos espacios para la navegación por Internet, tanto salas como áreas públicas con cobertura WIFI.

Hace unos meses, Magda Brito D’Toste, directora de Informatización en el Ministerio de Comunicaciones, comentó en una entrevista sobre la creación de un Plan de informatización “que incluye a cada uno de los sectores de la población, y en su base los proyectos nuevos tienen que impulsar las capacidades de infraestructura tecnológica del país”.

Recordó entonces que la informatización de una sociedad trasciende la conectividad a Internet y está relacionada con la automatización de los procesos y los servicios públicos.

No obstante, Brito D’Toste confirmó que “el acceso a Internet es de los servicios que más aceptación tiene hoy entre la población” y señaló que “no hay limitantes políticas” para la conectividad.

“Sí reconocemos que se limita el acceso por la cuestión económica, porque las tarifas todavía son altas, aun cuando han tenido un decrecimiento que debe tender a continuar en la medida en que logremos masificar más el servicio”, afirmó la entrevistada.

En diciembre de 2016, ETECSA rebajó sus tarifas de navegación hasta 1.50 CUC para una hora de navegación internacional, 50 centavos menos que lo establecido hasta ese momento. Por su parte, la navegación en el dominio .cu fue rebajada hasta los 0.25 CUC por hora.

El salario medio de los cubanos ronda los 28 CUC mensuales.

ETECSA rebaja tarifas de navegación por internet

También a fines de 2016 comenzó una prueba piloto para el acceso a Internet con tecnología ADSL en 2 mil hogares de la Habana Vieja. El servicio, conocido como Nauta Hogar y considerado un anticipo para su futura ampliación en otros lugares de la Isla, ofrecía de manera gratuita velocidades de conexión de 256 kbps.

Pero el experimento tenía como fecha de cierre el 28 de febrero. A partir de entonces, según lo previsto inicialmente, los usuarios debían firmar un contrato para mantener el servicio o contratar uno superior en cuanto al ancho de banda, que puede llegar desde 512 hasta 2Mb.

Los precios de estos servicios no se han divulgado oficialmente, pero según una información publicada por Progreso Semanal, fuentes cercanas a ETECSA fijaron la tarifa de 256 Kbps en 15 CUC por 30 horas, la de 512 en 50 CUC por 30 horas, la de 1Mb en 70 Cuc por 30 horas y la de 2Mb en 115 CUC por 30 horas. Estas propias fuentes añadieron que vencidas las horas de contrato el tiempo puede aumentarse mediante la compra de tarjetas Nauta y que próximamente podría ser posible la recarga desde el exterior.

Ninguna autoridad cubana se ha pronunciado sobre ello y, de acuerdo con lo publicado en Granma, tampoco trascendió nada al respecto en el reciente Consejo de Ministros.

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