Director italiano premiado en Venecia por su ópera prima filmada en Cuba

Tommaso Santambrogio se alzó con el Premio Bisato d’Oro a la mejor dirección por "Los océanos son los verdaderos continentes" (2023), su ópera prima filmada en San Antonio de los Baños con un elenco completamente cubano.

Tommaso Santambrogio, director de "Los océanos son los verdaderos océanos". Foto: Tomada de Cineuropa.

El italiano Tommaso Santambrogio se alzó con el Premio Bisato d’Oro a la mejor dirección por Los océanos son los verdaderos continentes (2023), su ópera prima filmada en San Antonio de los Baños con un elenco completamente cubano.

El galardón fue concedido por críticos independientes en el marco del 80Festival Internacional de Cine de Venecia, que comenzó el pasado 30 de agosto y finaliza hoy sábado.

La cinta fue coproducida por las empresas italianas Rosamont y RAI Cinema y la cubana Cacha Films, fundada por la productora Claudia Calviño y el director Carlos Lechuga.

De acuerdo con Rialta Noticias, Santambrogio elaboró un retrato de algunas personas de San Antonio de los Baños, quienes se debaten entre la soledad y la emigración.

Asume en su obra cómo impacta a la gente el fenómeno migratorio, tanto entre los que se van como en los que deciden permanecer en la isla.

La película es una versión ampliada de su cortometraje del mismo nombre, premiado en la Semana Internacional de la Crítica de Venecia en 2019 y proyectado luego en diversos festivales internacionales.

El filme cuenta tres historias de tres cubanos de diferentes generaciones. La primera contempla la experiencia de Alex y Edith, una pareja de jóvenes artistas cuya relación se ve afectada por la salida de la muchacha a Europa.

La segunda es sobre la amistad de los niños Frank y Alain, que sueñan con vivir fuera de Cuba. La tercera se enfoca en Milagros, una anciana que intenta aliviar su soledad con el recuerdo de su esposo, fallecido en la guerra de Angola. La mujer desempolva fotos viejas, escucha música tradicional y relee las cartas que recibía de su esposo.

En las dos horas de duración del filme, Santambrogio sigue a sus personajes en sus interacciones y las tareas de su vida cotidiana, a menudo mediante planos largos y una cámara estática, dice un texto de Cineuropa.

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