La actriz, bailarina y cantante Rosa Fornés, más conocida como “la gran vedette de Cuba” o “Primera Vedette de América”, ha muerto en Miami, en la madrugada de este miércoles 10 de junio después de semanas con una salud delicada. La noticia fue comunicada por el perfil en Facebook Rosa Fornes Oficial.
“Nuestra querida Rosita nos deja, por ley de vida, después de una enfermedad con la que luchó varios años, rodeada de amor y sin sufrir”, explica el obituario, que da cuenta que la muerte se produjo entre familiares y amigos.
Pocas horas después de la noticia, el Ministerio de Cultura de la isla (Mincult) daba a conocer que, conforme con la última voluntad de Rosita Fornés, y de acuerdo con sus familiares, sus restos, “después de cumplir los requerimientos de rigor en las actuales circunstancias”, serían trasladados a Cuba.
“Cuba está de luto, la cultura de habla hispana pierde a, quizás, la última de sus grandes Divas, a la más versátil artista cubana, a la actriz, cantante y bailarina que conquistó los corazones no sólo de los cubanos, sino también de los mexicanos, españoles y de todos los públicos donde lució su arte sin igual”, se leía en su perfil de Facebook.
Aunque su nombre verdadero es el de Rosalía Palet Bonavía, y había nacido en Nueva York, en 1923, el mundo la conoció como Rosa, Rosita Fornés, desde que inició su carrera el 12 de septiembre de 1938 al presentarse en el famoso programa La Corte Suprema del Arte, de la CMQ.
Ese mismo año, quien era hija de padre catalán y madre madrileña, comenzaba su carrera cinematográfica al formar parte del filme Una aventura peligrosa, de Ramón Peón.
Entre las décadas de 1940 y 1960 trabajó en unos catorce largometrajes, y, aunque el ritmo de su participación en el cine fue menor en lo adelante, al punto de pasar décadas ausentes de las producciones, su paso por la pantalla grande es memorable.
Se le recuerda en piezas como Se permuta, la cinta de Juan Carlos Tabío, de 1984, que supuso, además, su regreso cinematográfico. También destaca en en Papeles Secundarios (1989), con dirección de Orlando Rojas.
Su debut en el teatro se marca en 1940, con la zarzuela El asombro de Damasco, en el teatro La Comedia, obra y lugar que le dieron la posibilidad de conocer a otro grande cubano: Ernesto Lecuona, quien la invitó a formar parte de su compañía lírica.
Desde entonces, su gracias, talento y versatilidad la fueron convirtiendo en una de las figuras más populares de Cuba con triunfos sostenidos en el teatro y el cine, donde brillaba en géneros como la comedia.
Desde entonces se presentó en escenarios internacionales como el Teatro Madison, de Los Ángeles; el Teatro Latino, de Nueva York; el Teatro Cómico, de Barcelona o el Teatro Nacional, de Caracas; además de actuar en casi todos los teatros de Cuba en lo adelante.
Con el actor mexicano Manuel Medel tuvo a su única hija, Rosa Maria, con quien vivía en Miami desde el año pasado. En México, una tierra que la quiso y a la que ella quería, fundó, junto a su marido, la Compañía de Teatro lírico Medel-Fornés, con la que recorrieron todo el país.
Pero, en 1952 regresó a La Habana para establecerse definitivamente. En la ciudad tuvo su propia compañía de opereta, se presentaba en cabarés como Tropicana o El Capri y fue rostro frecuente de programas televisivos.
En La Habana contrajo matrimonio con el cantante y actor Armando Bianchi, con quien inauguró las trasmisiones del Canal 2 con el programa “Mi esposo favorito”, que rápidamente se convirtió en el de mayor audiencia de la emisora CMQ.
Se trata de una de aquellas pocas estrellas impulsadas por el auge de la televisión que alcanzó los registros de una leyenda determinada, además, por la llegada de la Revolución.
Después de 1959 su carrera siguió en ascenso. Fue una de las fundadoras del Teatro Lírico Nacional y continuó sus presentaciones en teatros y cabarés mostrando una profesionalidad que estuvo intacta hasta su última presentación en público.
Obtuvo el Premio del Gran Teatro de La Habana, en 1988, y los Premios Nacionales de Teatro (2001), Televisión (2003) y Música (2005).
La última vez que se le vio fue durante el aniversario por los 60 años de carrera artística de Meme Solís, a finales del pasado año. Destino el de esta gran mujer y legendaria artista: nació y murió en los Estados Unidos; pero, su cuerpo quedará para siempre en la Isla.