Muere el guitarrista y compositor cubano Martín Rojas

Fundó el Grupo Sonorama 6; tocó junto a Pablo Milanés, Elena Burke y Omara Portuondo; dejó decenas de canciones.

Foto: captura de video.

El compositor y guitarrista cubano Martín Rojas murió en la noche de este domingo en Miami, donde residía. Tenía 80 años. La información trasciende desde las redes sociales, desde donde usuarios como la cantante Paz Luaces y el cineasta y poeta Jorge Fuentes lamentaron el deceso.

“Muchas veces, turnándome con Luis Adolfo Peñalver, gran amigo mío y pianista de la Ritmo Oriental, le serví de lazarillo y la pasábamos bien, porque era un gran jodedor. Todavía queda el eco de sus acordes en el acompañamiento que le hizo a Pablo en los memorables recitales de boleros mexicanos y cubanos celebrados en Tropicana”, escribió Fuentes.

Nacido en La Habana, el 3 de septiembre de 1943, Martín Rojas hizo estudios musicales con Antonio Boix, Isaac Nicola y Roberto de Moya, guitarrista de Carlos Gardel, quien le enseñó a tocar el folklore musical suramericano y la estructura melódica y armónica de varios de sus géneros. Fue alumno de la Escuela para ciegos Varona Suárez, según sus datos biográficos disponibles.

Fundó y dirigió en 1958 el grupo de música latinoamericana Antares, en el que permaneció hasta 1964. Luego estudió orquestación y composición con Federico Smith. Fue contrabajista del grupo de Frank Domínguez y trabajó con un trío de jazz en el Club Tikoa.

Formó parte de la agrupación Los Astros, de Raúl Gómez, que interpretaba jazz antes de fundar como director y guitarrista el Grupo Sonorama 6, integrado por Rembert Egües, Carlos del Puerto, Changuito, Paquito D’Rivera y Enrique Plá.

Ya desde antes había conocido y entablado amistad con Pablo Milanés, cuando este era intérprete solista en night-clubs y cabarets, formando parte del Filing, cuyos temas dejaron grabados para la historia en una magnífica serie discográfica mucho después.

De la misma manera conoce a Silvio Rodríguez, a Eduardo Ramos y Vicente Feliú, todos integrantes ya del Movimiento de la Nueva Trova.

Trabajó como guitarrista de Omara Portuondo, con la que participó en 1967 en la capacitación técnica del instrumento y de la armonía con Juanito Márquez, quien le enseñó a utilizar la guitarra como Martín lo hace e incluso considera que “la orquesta de Juanito Márquez suena como una guitarra grande”.

Otras influencias fueron las de González-Rubiera y Sindo Garay. Entre los compositores que consideraba importantes en su formación están Debussy, Ravel y Wagner. Del mismo modo reconocía haber tomado todo lo necesario para lograr un arte más acabado de creadores como Michel Legrand, Héctor Villa-Lobos, Caetano Veloso y Arturo O’Farrill, entre otros.

 

En la década del 90, acompañó a Pablo Milanés y a Malena Burke, con la que realizó giras por Venezuela. Algunas de sus creaciones son “Cuento para un niño”, “Mi montuno-son”, “El romance de la alondra y el quetzal”, “Preludio por la soledad”, “Guitarra en son mayor” y “Siempre es 26”. 

Fue una noche de noviembre de 1967, cuando Silvio Rodríguez conoció a Martín Rojas. “sobre todo en el plano guitarrístico, aquel encuentro significó el momento entre un antes y un después”, escribió.

“La imaginación guitarrística de Martín parecía no tener límites. Armónicamente bebía, como la mayoría de los músicos jóvenes de entonces, de dos fuentes fundamentales: por un lado, Michael Legrand; y por otro Tom Jobin y el bossa-nova”, escribió en su blog Silvio Rodríguez, poco después de conocida la triste noticia este lunes.

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