Apareció en escena y sin decir una palabra comenzó a hacer lo que mejor hace: tocar la guitarra. Y es que de Paco de Lucía no se puede esperar otra cosa que no sea escuchar hasta lo inimaginable que pueda salir al acariciar las cuerdas de su instrumento.
Dicen que el flamenco no es igual después de Paco o Francisco Sánchez Gómez, nombre de bautizo que le dieron sus padres, Don Antonio y Doña Lucía, allá en Algeciras, Cádiz, cuando vio la luz en 1947.
Nadie imaginó nunca que aquel niño intranquilo llegaría a revolucionar al flamenco desde sus cimientos mismos con su mágica forma de tocar la guitarra y la manera de concebir la evolución de un género que había estado ahí, siglos antes de que él naciera.
De todo eso y más brindó el excepcional músico gaditano al público cubano con su espectacular actuación en el capitalino Teatro Karl Marx, invitado por ese otro grande que es el maestro Leo Brouwer al V Festival de Música de Cámara.
Hacía más de 26 años que de Lucía no pisaba suelo cubano, por lo que las expectativas con lo que deparaba la noche eran bastante altas, de seguro tanto para el público como para los músicos.
El flamenco se adueñó de la sala, pero llevado a un plano superior para una música que, entre otros, gracias a Paco saltó de las fiestas populares y familiares a los grandes escenarios sin respetar estilos o formas de sonoridades aparentemente distintas.
Paco realizó un recorrido musical por el género, desde sus formas más puras hasta muy bien concebidas fusiones con el jazz, la bossa nova y otros. A nadie debe de extrañar el éxito de semejante atrevimiento, el afamado hijo de Algeciras lo viene haciendo hace años, pero siempre respetando la esencia del flamenco, esa que defiende como un modo de vida le ha convertido en referente de lo acontecido en el siglo XX y lo que va del XXI.
Pero el binomio Paco y su guitarra no esta solo, en la estancia habanera le acompañaron el también guitarrista Antonio Sánchez, el bajista cubano Alain Pérez, y el percusionista Israel Suárez “El Piraña”.
En mas de una ocasión arrancaron los aplausos del público los cantaores Antonio Flores “Rubio de Pruna” y David Maldonado “David de Jacoba”, el tecladista Antonio Serrano y el fuera de serie bailaor Antonio Fernández “Farruquito”.
Lejos están ya los días en que Paco junto a sus hermanos Pepe y Ramón daba sus primeros pasos sobre el tablao, o del dúo que formó junto al cantaor andaluz José Monge, el mítico Camarón de la Isla. Paco se ha convertido en un ser de otro mundo que nos concede la gracia de deleitarnos con su arte, de apreciar la diferencia entre un buen músico y un genio, que además se presenta humilde y sencillo.
Sin dudas lo más esperado del V Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, el concierto Paco de Lucía en Vivo, supero las expectativas, dejando a los cubanos con ganas de más.
Fotos: Roberto Ruiz